Juan Carlos Calleja Hakker, heredero de la poderosa cadena de supermercados Súper Selectos, será el candidato a la presidencia en las elecciones de 2019 del partido Arena. Tras una campaña interna que duró 16 meses y fracturó a las estructuras del partido, el joven empresario de 42 años se impuso en primarias a otro gran empresario, Javier Simán, con el 61 % de los votos de las bases areneras.
“Estamos aquí para celebrar el inicio de una profunda unificación en nuestro partido, una unificación necesaria para poder avanzar juntos hacia la Presidencia de la República”, quiso maquillar Calleja el domingo por la noche, en la sede central del partido en la colonia Flor Blanca, durante la celebración de cierre de la elección interna, a la que no llegaron ni Simán ni sus aliados políticos.
Para asegurar el respeto a los resultados, los precandidatos habían sido obligados por el partido a firmar ante un notario un documento en el que se comprometían a respaldar al que resultara ganador. Las primeras reacciones al triunfo de Calleja, sin embargo, evidencian la división que sufre Arena desde hace algunos años y que se acrecentó durante unas primarias desarrolladas desde su inicio bajo la sombra del favoritismo hacia Calleja, cuya empresa familiar fue en 2017 la principal donante de fondos al partido Arena.
“Hay cosas que permiten pensar que va a haber un fraccionamiento y división”, dijo el diputado de Arena Juan Valiente casi un mes antes del día de las internas. “¿Cómo te vas a sentir si perdés una contienda que probablemente no ha estado del todo balanceada, después de haber invertido 5 millones de dólares en el proceso? Estamos haciendo todo para que las cosas no salgan como pudieron haber salido”, lamentó.
Tras reconocer su derrota, Javier Simán dijo a El Faro que el proceso interno “fue justo y transparente”, pero dejó claro que no trabajará en un posible gobierno de Carlos Calleja después de 2019. “Me quedaré trabajando en mis empresas”, explicó la noche del domingo. Por la mañana, antes de votar, hizo sin embargo una cortante advertencia a un grupo de sus partidarios que eran parte de las mesas de votación: “Tenemos que cuidar cada voto porque ya sabemos contra quiénes nos estamos enfrentando”. Y añadió: “Se trata del esfuerzo que estamos haciendo para cambiar las cosas en nuestro partido y en el país. Esta contienda es entre los que queremos cambiar las cosas y los que quieren hacer las mismas mañas de siempre, y esas mañas las van a querer hacer aquí ahora.”
El descontento y la desconfianza hacia Calleja y hacia la forma en que las autoridades del partido administraron las primarias lo reflejó con más crudeza todavía Karla Hernandez, una de las cabezas areneras que hizo campaña a favor de Simán. Alrededor de las 9 pm del domingo, la diputada por la Libertad publicó en su cuenta de twitter: “Arena tenía servidas las presidenciales y hoy las entregó”. Después de ser interpelada por otros tuiteros, ahondó: “Gente amenazada con ser despedida si no votaban por el candidato. ¿Insultos y amenazas contra los que no apoyamos? ¿A eso le llamas democracia?”. Poco después, alrededor de la medianoche, la diputada cerró temporalmente su cuenta de Twitter, para reactivarla el lunes a media mañana.
En un grupo de whatsapp llamado “Los 69+1 guerreros” de uso interno de los diputados propietarios y suplentes de la bancada arenera, también quedaron huellas del nivel de crispación que deja la disputa por la presidencia entre los dos millonarios. En la semana previa a las internas, el diputado Gustavo Escalante compartió una publicación de un sitio web denominado “Última hora”, en la que se mencionaba que Calleja recibía respaldo de funcionarios de Arena con cuentas pendientes con la justicia, y escribió: “Sigan jodiendo, el domingo se la van a comer doblada. Culeros”, en apoyo a Calleja y desprecio a aquellos diputados que apoyaban a Simán.
El mismo diputado publicó el domingo, durante la jornada de votación, un tuit con evidente dedicatoria al bando de Simán: “Un contraste interesante para reflexionar, notar la ilusión en la mirada de nuestra gente sencilla, con su camiseta de Calleja, versus unos señoritos con mirada despectiva, prepotencia y provocaciones, descalificando a nuestros líderes y adulando al candidato orgulloso”.
El candidato del Coena
La candidatura de Calleja se había dado por segura durante los últimos dos años y solo la fuerte irrupción de Simán en las últimas semanas de las internas hizo a algunos dudar de que se concretaría. Arrancó su campaña interna en 2015, con una agresiva estrategia de presencia en los principales medios de comunicación del país, históricamente afines a Arena, y efectuó visitas constantes a las estructuras territoriales mucho antes de que estuvieran formalmente convocadas las primarias. Esta última fue la misma estrategia que el actual presidente del partido, Mauricio Interiano, y su Coena, utilizaron para ganar las elecciones internas en agosto de 2016.
A inicios de 2017 hizo pública formalmente su intención de ser candidato, cuando el partido aún no había definido las reglas del proceso interno. A mediados de año , el respaldo de un buen número de directores departamentales y diputados a su candidatura era ya muy evidente. Para ese momento, Simán aún no se decidía a competir, o al menos no lo había expresado públicamente.
Contó además con el respaldo del Coena desde el inicio de su campaña. Al menos cinco miembros de la actual dirigencia mostraron públicamente en estos meses su apoyo hacia Calleja: el vicepresidente de organización y fundador Eduardo Barrientos; la directora de asuntos municipales y alcaldesa de Antiguo Cuscatlán, Milagro Navas; el director de asuntos internacionales y ahora alcalde electo de San Salvador Ernesto Muyshondt; el director de actas y acuerdos, el diputado Carlos Reyes; y el director de asuntos legislativos y jefe de bancada, Alberto Romero. Los cuatro depositaron sus cargos al comienzo de la campaña para diputados y alcaldes, pero volvieron a ellos después del 4 de marzo.
Mauricio Interiano, el presidente arenero, también tuvo gestos favorables a Calleja. Si bien nunca se pronunció personalmente a favor de ningún contendiente, tampoco se mostró interesado en restringir las juntas que Calleja había comenzado a tener con las estructuras desde inicios de 2017. Ni impidió que dichos acercamientos se interpretaran desde las bases como una línea o directriz que enviaba la dirigencia, en un partido en el que históricamente se han simulado elecciones internas pero el candidato se imponía desde arriba.
Solo a partir del 27 de abril del año pasado la dirigencia del partido reaccionó a la embestida de Calleja en el territorio. Uno de los organismos de mando del partido, la Comisión Política (Copol), en la que Simán tiene aliados, intentó nivelar la mesa y quiso prohibir las reuniones de los aspirantes con las estructuras, con la intención de que el afiliado no percibiera esas reuniones como un lineamiento. Después de aquel primer llamado, otros dos comunicados intentaron prohibir a las estructuras que se reunieron en público con los contendientes, pero todos esos mensajes fueron ignorados.
Para agosto, el terreno ya era mayoritariamente de Calleja, al punto de que once directores departamentales pidieron a la dirigencia del partido que las internas se celebrasen a más tardar en diciembre de 2017. Simán apenas comenzaba la carrera y tres cuartas partes del partido pedían terminarla. Al final la votación tuvo que esperar hasta el 22 de abril.
Entre los directores departamentales a favor de Calleja estaban Erick Contreras, de San Salvador; Mario Mirasol, de Ahuachapán; Abraham De León, de Sonsonate; José Madriz, de La Libertad; José Antonio Monge, de Cuscatlán; Roberto Rubio, de La Paz; Douglas Alas de Chalatenango; Julio Miranda, de San Vicente; Luis Alejo, de Usulután; y Carlos Elvis Andrade, de La Unión. Calleja había mantenido reuniones con todos ellos, y divulgado las fotografías en sus redes sociales.
Entre los diputados, tenía el apoyo explícito de Alberto Romero, jefe de fracción; Ernesto Muyshondt, Norman Quijano, Carlos Reyes, Bonner Jiménez, Maytée Iraheta, Ricardo Godoy, Ricardo Velásquez Parker, Gustavo Escalante, Mauricio Linares, Lucía de León, Mario Marroquín, David Reyes y Milena Calderón Sol.
Para marzo de 2018, a siete semanas de las internas, en una especie de efecto boomerang, el Coena tuvo incluso que alentar nuevas reuniones de los precandidatos con las estructuras. “Es bueno que nuestra gente conozca a los candidatos para que puedan elegir. Lo que se ha pedido a las estructuras es que tienen que abrir las puertas a todos los candidatos y trabajar para que este sea el más transparente”, decía a El Faro Interiano el 5 de marzo.
Era un intento por maquillar lo sucedido: en algunos territorios la lealtad hacia Calleja se había transformado en atrincheramiento y algunos mandos medios del partido rechazaban las visitas de Simán. En Tenancingo, Cuscatlán, la sede municipal del partido fue cerrada bajo llave durante una visita del empresario y este tuvo que reunirse con sus bases en una casa vecina.
Algunos alcaldes llegaron a quejarse con El Faro del favoritismo hacia Calleja. “Para qué le voy a mentir, sí se ha visto una preferencia para él (Calleja), pero nosotros vamos a evitar dar línea”, dijo Melvin Casco, alcalde de Cuyultitán, en La Paz. Juan Antonio Fuentes, alcalde de Talnique, La Libertad, también reclamaba aquel 5 de marzo: “No veo bien que los dirigentes se inclinen a determinado candidato en público. Hay formas de presión, y creo que eso debemos de irlo quitando”.
La noche anterior el partido había celebrado su victoria en la elección de diputados y alcaldes e Interiano no tuvo problema con que Calleja subiera a la tarima junto a la dirigencia y cantara la marcha del partido junto a los candidatos victoriosos. Simán, en cambio, no estuvo en la fiesta en la sede central del partido. Más temprano había celebrado en Santa Tecla la reelección de uno de sus aliados, el alcalde Roberto d’Aubuisson, y luego se había ido al centro de monitoreo de resultados que él y varios de sus diputados leales instalaron en una casa de la colonia Campestre de San Salvador, lejos de las fotografías oficiales.
¿Quién gana?
Con el triunfo de Calleja, se consolida en Arena el mismo bloque empresarial que apoyó la candidatura de Mauricio Interiano en las internas de 2016, encabezado por el presidente del Grupo Calleja y padre del ahora candidato, Francisco Calleja; el azucarero Tomás Regalado padre; Alejandro Dueñas; y el fundador de Taca, Roberto Kriete. Entre la élite empresarial del país, y dentro del mismo partido Arena, estos apellidos representan al grupo de familias de la estirpe criolla y europea que se ha mantenido en lo alto de la economía salvadoreña desde los inicios de la República.
En 2017, el Grupo Calleja fue el principal financista de Arena. Según los datos que el partido reportó al ministerio de Hacienda, hechos públicos por la Secretaría de Transparencia, Calleja S.A. de C.V. donó 871,780 dólares solo ese año. Entre 2014 y 2017, el propio Juan Carlos Calleja y su empresa donaron al partido 1 millón 98 mil dólares. Les sigue en aportes la Compañía Azucarera Salvadoreña, de la familia Regalado, que entre 2014 y 2017 donó a Arena 728 mil 943 dólares, y que desde 2009 ha aportado al partido un total de 1 millón 467 mil dólares.
Desde mediados de 2017, los críticos de la candidatura de Calleja objetaron el estilo de política al que juegan algunas de las familias que componen su círculo íntimo. Mencionaban, por ejemplo, cuando a finales de 2015 Tomás Regalado, padre, presionó a Arena para la reelección como fiscal general de Luis Martínez, un funcionario que ya había sido señalado como corrupto por los dos grandes partidos, el FMLN y Arena, y que ahora guarda prisión acusado de corrupción.
El entonces presidente de Arena, Jorge Velado, rechazó las presiones del magnate azucarero y este, en represalia, cortó la ayuda económica que para entonces brindaba al partido. Regalado envió a Velado un correo electrónico con un reclamo: 'Después de leer tus graves declaraciones en La Prensa este día en la pagina 32, respecto a Luis Martinez, me convenzo más que tu estas bueno para ir a vender garnachas y chatarra a las hueseras, en lugar de estar dirigiendo un partido politico como Arena, lanzando acusaciones sin fundamento que dañan a personas honestas y al mismo partido (sic)'.
Este bloque de empresarios también respaldó este año la candidatura de Ernesto Muyshondt a la alcaldía de San Salvador. La campaña de Muyshondt, que tras ganar las elecciones de marzo tomará posesión del cargo el 1 de junio, fue la punta de lanza que permitió a Carlos Calleja permear en San Salvador, donde se concentra la mayor cantidad de afiliados areneros. En sus mítines era habitual ver a Calleja, y desde mayo Muyshondt ha sido uno de los más férreos impulsores de la candidatura de ese a quien define constantemente como “su amigo y hermano”.
A su vez, la de Simán es la cuarta derrota consecutiva, en un lapso de cuatro años, de un bloque de dirigentes de Arena entre cuyos rostros más visibles están el expresidente del partido Jorge Velado, el exdiputado y concejal de la alcaldía de San Salvador Edwin Zamora, y empresarios como Ricardo Simán, Roberto Murray Meza y Ricardo Poma.
Murray Meza, presidente del Grupo Agrisal, mostró su apoyo a Javier Simán en la última semana de contienda interna. “Arena no puede equivocarse”, decía en una carta pública en la que señalaba: “los contrastes entre los precandidatos deben hacernos reflexionar a todos sobre lo que realmente queremos para nuestra sociedad” y animaba a elegir una “fórmula presidencial ganadora que fuera encabezada por Javier Simán.
La compañía familiar de Murray Meza es dueña del hotel Crown Plaza en San Salvador, donde durante varias semanas, cada martes, el Movimiento Libertad, dirigido por el exdirector del Instituto de Medicina Legal Miguel Fortín Magaña, sostuvo actividades en el marco de las elecciones generales. Después del 4 de marzo, organizó un conversatorio al que solo asistió Simán. En el mismo salón, martes y jueves, el equipo de Simán realizó más conversatorios donde el precandidato respondía preguntas de periodistas o de tuiteros destacados.
Ricardo Poma, cabeza del grupo empresarial regional con su mismo apellido, nunca mostró en público su respaldo a Simán, pero estuvo vinculado a su proyecto a través de Jorge Velado, expresidente de Arena, que fue alto ejecutivo del Grupo Poma por más de una década y goza de la plena confianza del empresario. Velado llevó las riendas de Arena entre 2013 y 2016, a la salida de Alfredo Cristiani, y fue durante su administración cuando se realizaron la mayoría de reformas internas para democratizar el partido: se implementó el voto secreto en internas, se creó el tribunal de ética, y se distribuyó el poder con la creación de la Comisión Política, paralela al Coena.
Fue bajo la conducción de Velado, Arena apostó en cuatro ocasiones por la figura de Edwin Zamora: cuando el partido debía elegir candidatura presidencial para 2014, un grupo de empresarios y mandos medios intentaron frenar la candidatura de Norman Quijano, entonces alcalde de San Salvador, con la esperanza de que fuera Zamora quien asumiera la candidatura. El proyecto no cuajó. En 2015, golpeado por la derrota presidencial de Quijano, Arena necesitaba un candidato fuerte para enfrentar a Nayib Bukele en la lucha por la alcaldía de San Salvador. Quijano, a pesar de estar bien posicionado en las encuestas, decidió no buscar su tercer período en la alcaldía porque, según dijo, no contaba con el respaldo de todos los financistas del partido y no quería provocar mayores divisiones. Quien lo sustituyó fue Zamora, que terminaría perdiendo la elección por 6 mil votos.
La tercera derrota llegó en las internas de agosto de 2016. Zamora inscribió su propia planilla, con la que pretendía dirigir el Coena , pero perdió la contienda contra Interiano. La de Simán es la cuarta derrota de este bloque interno del partido.
Una familia rota
La candidatura de Simán, según él, surgió de hecho tras la derrota de Zamora en la interna de 2016. El precandidato y empresario textilero lo contó en su cierre de campaña, el lunes 16 de abril: el expresidente de la República Armando Calderon Sol lo visitó tres veces en su oficina de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) para intentar convencerlo de buscar la candidatura presidencial. Simán dice que rechazó la oferta en cada visita, hasta que la derrota de Zamora, otro empresario textilero, le dio el empujón final.
Calderón Sol falleció en octubre de 2017, y si la división de Arena hubiera que medirla a través de su familia las cosas parecen complicadas: la esposa del expresidente, Elizabeth Aguirre de Calderón, y sus hijos, entre ellos el exconcejal de la alcaldía de San Salvador Gerardo Calderón, manifestaron su apoyo a Simán. Mientras, los hermanos del expresidente, la exconcejal de la alcaldía capitalina Gloria Calderón Sol; la diputada y alcaldesa electa de Santa Ana Carmen Elena Calderón Sol, y Tomás Calderón Sol ―también su hijo, Tomás Calderón González― apoyaron a Calleja.
Entre los diputados que respaldaron a Simán están la ya citada Karla Hernández, Patricia Valdivieso, Orlando Cabrera Candray, Javier Palomo, Julio Fabián, Alejandrina Castro, Edgar Escolán Batarsé, Arístides Corpeño, Ana Vilma de Escobar y Margarita Escobar. Muchos de ellos habían apoyado ya antes la candidatura de Edwin Zamora para dirigir el Coena en 2016. Durante la actual legislatura, que concluirá en pocas semanas, algunos de estos diputados desobedecieron a la cúpula cuando el partido ordenó que votar a favor de la erogación de 550 millones de dólares en bonos.
A este grupo lo respalda también un grupo de fundadores de Arena, integrado por Ulises Llovera, Eduardo Larrave y Patricia de Valdivieso ―madre de la diputada Patricia Valdivieso― entre otros. “Apoyo a Simán porque él representa los valores de un Estado liberal, es decir, un Estado que pone el imperio de la ley encima de todo”, dijo a El Faro Ulises Llovera, que se refirió a Calleja como el representante de ciertos empresarios que tenían una visión “feudalista” del partido. “Nuestro partido ha sido feudal por mucho tiempo”, dijo, “todo el poder se ha concentrado en un pequeño grupo liderado por Cristiani”.
Simán se inscribió como militante de Arena en junio de 2017, cuando Calleja ya se había congraciado con muchos diputados y directores departamentales. Por aquellos días, un dirigente del Coena opinaba sobre Simán: “Está dudando mucho y eso no le gusta al militante arenero. Tiene que mostrarse y decir sí, yo quiero ser el candidato”. Simán, por el contrario, arrancó cuestionando a su mismo partido: “Los políticos ya demostraron que no tienen capacidad para resolver los problemas de los salvadoreños”, decía en un tuit el 16 de mayo de 2017. El diputado Juan Valiente le contestó: “¿Y entonces?”.
Los precandidatos tampoco han ocultado sus diferencias personales: el 15 de febrero, durante una reunión en un hotel con diputadas y candidatas de su partido, Simán recriminó a Calleja que, en un acto en la Libertad, diera orden de que no se permitiera a Rocío de Simán tomar el micrófono. “Cuando a mi esposa la maltrataron verbalmente le dijeron 'cállese, porque ya vienen las elecciones'. ¿Y por qué no le dijeron a él que se porte como hombre?', recriminó a su adversario.
Cinco días más tarde, durante una entrevista televisiva, le preguntaron a Simán cuál era su diferencia con Calleja. “Esta no es una contienda entre dos empresarios, es una contienda entre los que queremos cambiar las cosas y los que quieren seguir viendo el país y el partido como su finca”, dijo.
Simán nunca dio más explicaciones sobre esas palabras, y tampoco aceptó las solicitudes de entrevista que a lo largo del último año hizo El Faro, a él directamente y través de su personal de comunicaciones. El Faro pidió también a Calleja una entrevista a lo largo de la campaña interna, desde marzo del año pasado. Nunca atendió las diversas solicitudes que se hicieron a través de su personal de comunicaciones ni de asesores cercanos. En dos ocasiones, el 4 de marzo y el 19 de abril, El Faro lo abordó personalmente pero Calleja se negó a responder preguntas. 'Estoy con mi mi familia en este momento', dijo el 19 de abril, al concluir el tercer y último foro de precandidatos.
En los últimos dos debates internos organizados por el partido, Simán jugó sus últimas cartas: desafió públicamente al Coena, a quien reclamó pasividad por no pronunciarse ante la resolución del Tribunal Supremo Electoral, que prohibió a medios de comunicación y partidos políticos divulgar imágenes en respaldo a un candidato por considerarlo campaña presidencial adelantada. En el Foro 4 de TCS, Simán agradeció a la CEN y al alcalde d’Aubuisson por sus pronunciamientos “anticensura”, pero tuvo palabras duras para la dirigencia del partido: “En Arena debemos defender lo que es correcto, no lo que nos conviene”, dijo en el cierre de su discurso. Minutos más tarde, Interiano y el director de asuntos jurídicos y electorales, Jorge Santacruz, hablaban en privado sobre lo que acababan de escuchar: “Está equivocado”; “La ignorancia es atrevida”; “Hay que explicarle”, fueron frases que El Faro alcanzó a escuchar.
Calleja nunca respondió a los desafíos de Simán. Cómodo en el primer lugar según todas las encuestas internas, se dedicó a lanzar sencillos y ensayados mensajes de unidad. La pregunta es si, ahora que ha logrado la candidatura, podrá maniobrar para hacerla realidad.