Las noticias: bolsas negras todos los días.
Noticias: más y más se van. Necesito ver
a mis abuelos, necesito esos meses
mis papás dormían en el mismo cuarto:
Mamá dormida conmigo en sus brazos
a salvo en su cuarto de bajareque, a salvo
de balas atascadas en palos. Quiero treparme
a comer jocotes durante un chaparrón,
trepar esa torre de agua en mi barrio.
Quiero tomarme esa agua, Papá nunca quiere,
¿para qué, vos? Mamá quiere ver a su papá,
a su mamá. Mis papás dicen, no vayás,
tenés tatuajes en las costillas, por un tatuaje
te paran, es la ley. Allá, vos no sabes qué es ley.
¿Pero qué putas saben? No tienen papeles.
Abuelos dicen, venite, aquí no pasa nada.
Allá sí. Mi prima dice, aquí, no salimos en la noche,
está peor, ahora puede ser cualquiera. No vengás,
te pueden… Salvador, en un día de verano
húmedo, tan húmedo que tu pulgarcito
corta la marea, tus huellas enterradas en sal,
si algún día vuelvo a tocar tu cara, volcanes
y olas de tu cara, piel verde, barba azul,
aliento de poma, aliento de arena, no dejés
que policías digan, ese es marero. No dejés
que mareros digan, este es del otro barrio.
Tus barrios manchados de polen, rojo
y líquido polen. En las calles, policías y mareros
culpables de crímenes rojos, y presidentes,
culpables. Un pájaro de metal te picotea
con su pico metálico todos los días, vos
azul-verde animal pendejo que no sabe
nombres de labios azules adentro de bolsas
negras en las calles. Vos no sabés deudas,
nuestros labios sellados, nuestras casas
abandonadas, nuestro miedo de decir
el pasado no es pasado. Quiero regresar,
necesito regresar. Y hay días que miento
y digo estoy bien, pero todos los días
que no rozo el pelo de mi Abuelita Neli,
que no lavo su olla y sartén, lloro.
Como esta noche que deseo que hicieras
más fácil amarte, Salvador. Hacelo,
para ya no arriesgar nuestras vidas.