Las voces vivas del museo de Santa Tecla
Cuando los presos políticos salvadoreños salían de las cárceles clandestinas torturados y desmoralizados, lo mejor que les podía ocurrir era llegar a la penitenciaría de Santa Tecla. Al cruzar los barrotes los recibía el Comité de Presos Políticos que habían convertido el tiempo en prisión en un motivo para intercambiar conocimientos académicos, políticos y de vida en colectivo. Ahora, este mismo lugar será el museo de Santa Tecla y la mitad de sus exhibiciones pretenden inmortalizar los sueños de las personas que siguen vivas para contarlas.
Rosarlin Hernández y Óscar Luna
Cuando los presos políticos salvadoreños salían de las cárceles clandestinas torturados y desmoralizados, lo mejor que les podía ocurrir era llegar a la penitenciaría de Santa Tecl