Luego de nueve años en los que el Estado le pagó más de medio millón de dólares en honorarios, el presidente de la Corte de Cuentas, el dirigente pecenista Hernán Contreras, hizo uso de un mecanismo que él mismo creó hace unos años para compensarse con 3,884.58 dólares por cada año trabajado en la institución.
El beneficio, aprobado en 2007, fue aprovechado también por los otros dos magistrados, Abdón Martínez, de Arena, y Mártir Arnoldo Marín, del PDC. Los tres intentaron la reelección en los cargos para un trienio más, pero la Asamblea Legislativa decidió relevarlos. Mientras el mandato de Contreras y el de Martínez terminaba este martes, el de Marín termina el próximo 8 de julio.
El mecanismo de compensación establece, según Contreras, que el bono se calculará según el último sueldo devengado, que en su caso es de 3,884.58 dólares. El presidente saliente de la Corte ha tenido ese sueldo desde 2009, pero también ha recibido en igual período 1,642.86 dólares mensuales adicionales en concepto de gastos de representación, para un monto de 5,527.44 dólares al mes.
Contreras, consultado sobre la justificación para aprovecharse de un beneficio pecuniario el día que terminaba su mandato, dijo que se trata de un reconocimiento a las largas jornadas laborales que dedicaron él y los otros magistrados a la modernización de la institución que vela por la transparencia y la buena gestión de los fondos públicos.
“Es totalmente legal y además justo que hagamos uso de ese derecho de acuerdo a los años que hemos dedicado a esta institución en donde no hemos escatimado esfuerzos, en donde hemos estado aquí en las jornadas día a día, antes de la hora obligatoria de entrada y sin hora de salida, o sea que hemos descuidado otras instituciones o empresas particulares”, dijo. 'Yo tuve que cerrar mi bufete de abogado', añadió.
El dirigente del Partido de Conciliación Nacional (PCN) llegó por primera vez a la presidencia de la Corte de Cuentas en 1990, cuando ese partido ya tenía ocho años de dirigirla. En esa primera etapa, duró en el cargo hasta agosto de 1998, cuando renunció para buscar la presidencia de la República. Tras la derrota en las elecciones, regresó a la titularidad de esa institución en julio de 2002 y los diputados lo reeligieron dos veces más. En total, ha sido presidente de la contraloría durante 17 años.
El pasado abril, bajo el argumento de que necesitaba impulsar un “nuevo” proyecto de modernización de la Corte de Cuentas, Contreras pidió la reelección, pero no logró el apoyo de los diputados. Por eso fue que este martes entregó oficialmente la institución a su sucesor, Marco Gregorio Sánchez Trejo, ex procurador general. Eso sí, antes de decir adiós se aferró al instructivo 01/2007.
Ese instructivo regula el pago de la compensación económica por retiro de los servicios públicos. Hace cuatro años, Contreras y los magistrados Martínez y Marín aprobaron un mecanismo que a la postre les redituará miles de dólares por dejar un cargo al que se aferraban. “Tendrán derecho a la respectiva compensación los servidores públicos de la Corte que expresen su deseo de retirarse de la institución; así como los que cesaren sus funciones, por causas que no fueren imputables a dichos servidores”. Los magistrados salientes interpretaron que no es imputable a ellos la decisión legislativa de sustituirlos.
¿Cuánto recibirá de compensación? Contreras respondió que no ha tenido tiempo de hacer sus cálculos porque ha estado preparando la entrega de la documentación relacionada con el manejo de la Corte de Cuentas a las nuevos funcionarios. 'No le podría decir porque he estado ocupado en estos días'.
Contreras, empero, dio algunas luces del procedimiento y la cantidad que le correspondería a los que hagan uso del instructivo. Primero, los interesados tienen que presentar la solicitud a la Dirección de Recursos Humanos y luego esta la pasará a la Comisión Especial de Compensación Económica para aprobar el desembolso de los fondos. “Sí alguien tiene 30 años de estar aquí, pues son 30 de los últimos sueldos que tiene”.
Cuando el pecenista llegó por segunda vez a la presidencia de la Corte de Cuentas, en 2002, su salario era de 4,571.44 dólares, según los registros del Ministerio de Hacienda. Fue reelegido en 2005 y en 2006 obtuvo un aumento en sus honorarios: pasó a devengar 4,914.30 dólares mensuales. Al año siguiente, en 2007, logró un nuevo aumento de salario y comenzó a ganar 5,027.44 dólares al mes. En 2008 obtuvo una nueva reelección. En 2009 obtuvo un tercer aumento y comenzó a recibir 5,527.44 dólares, los mismos que devengó hasta este día.
Con estos salarios, Contreras ha recibido en los últimos nueve años ingresos por 537,453.84 dólares, pero se rehusó a precisar si la compensación que reclamó será por los nueve años o no. Con esa cantidad se podría financiar el pago de salario mínimo a 2,400 personas durante un mes.
Además, el cargo le ha permitido a Contreras gozar de uso de vehículo oficial, combustible y seguridad personal pagados con el dinero de los salvadoreños. Cuestionado sobre su decisión, el funcionario dijo no ver algo objetable en eso.
-Tomando en cuenta que ha tenido combustible, vehículo y seguridad gratis, ¿es ético que reclame la compensación?
-Cualquier otra prestación, ya sean vehículos, combustible, cualquier otra cosa que funcionarios jerárquicos superiores tienen derecho es conforme a la ley, no está haciendo un uso indebido de eso, no es arbitrario, abusivo. Por lo tanto es justo, moral y ético. Ni siquiera mencioné lo moral y lo ético porque lo deje contenido en eso (en lo legal).
Tomando en cuenta su último salario, los 3.884.58 dólares, y considerando solo los últimos tres períodos, Contreras se estaría llevando al bolsillo 34,961 dólares. No aclaró si la compensación se aplicaría retroactivamente, es decir, a los años previos a 2007, cuando no existía el instructivo, y tampoco si aspiraba a que la institución le compense también por su primer período en la Corte, entre 1990 y 1998. A juzgar por sus palabras, esa posibilidad no está descartada porque entre las justificaciones para optar a ese beneficio mencionó “las horas y horas” que gastó durante dos años y medio en las reuniones nacionales e internacionales como miembro de la Comisión de Diálogo que negoció la paz, a inicios de la década de los 90.
Además de Contreras, los otros dos magistrados que integran la Cámara de Segunda Instancia de la Corte de Cuentas, la misma que tiene desde hace más de una década procesos pendientes de sentencia, solicitarán el beneficio. Abdón Martínez y Mártir Arnoldo Marín han tenido un sueldo mensual de 3,336.63 dólares y otros 857.15 dólares en concepto de gastos de representación. Estos mismos funcionarios que decidieron premiarse por su dedicación al trabajo de contraloría, toleraron el cierre de algunas investigaciones y no sancionaron a los auditores responsables.
Minutos antes de la conferencia de prensa en la que Contreras confirmó que cobrarán la compensación económica, el nuevo presidente de la Corte, Marcos Gregorio Sánchez Trejo, alabó a su antecesor como “un profesional de gran altura” y dijo que durante su gestión se trabajará con ética y transparencia. El ímpetu de su discurso contrastó cuando tomó postura ante el instructivo de compensación, pues dijo que confía en la buena actuación de sus predecesores y en todo caso dijo que si hay alguien que crea que ha habido alguna anomalía o incorrección, que presente pruebas.
“Respetamos todo lo actuado hasta la fecha. En el caso concreto no tenemos datos referentes sobre esa situación y tomando en consideración los argumentos que el presidente de la Corte de Cuentas ha citado, partimos de la buena fe, de que todo está en orden y así vamos a verlo, salvo que se nos compruebe que sea algo distinto”, dijo Sánchez Trejo.
El presidente entrante, además, confesó que su esposa trabaja en la Corte de Cuentas. “Hemos acordado su retiro profesional”. Aclaró que ella no se acogerá al instructivo de compensación que Contreras y los otros dos magistrados aprobaron hace cuatro años.
Una situación parecida ocurrió en junio de 2009, hace dos años, en la Corte Suprema de Justicia. El Faro publicó el año pasado un reportaje en el que relataba cómo cinco magistrados que estaban a escasos días de terminar su mandato de 9 años en el máximo tribunal del país, simularon que se retiraban de la institución para ganar el derecho a reclamar una compensación que les reportó un total de más de 120 mil dólares.
Los nuevos magistrados tienen cuentas pendientes
Después de que los partidos políticos FMLN y Gana cerraron bajo la mesa la negociación para que Gregorio Sánchez Trejo, Tránsito Bernal y Andrés Rovira se convirtieran en las nuevas autoridades de la Corte de Cuentas, el partido Arena denunció que los nuevos funcionarios acumulan 38 juicios de cuentas entre desvanecidos y pendientes de sentencia, con lo que los nuevos funcionarios se convertirán en juez y parte.
-¿Qué sucederá con esos juicios? -se le preguntó a Sánchez Trejo.
-No va a pasar nada en absoluto -respondió.
Sánchez Trejo fue procurador general en dos períodos, de 2003 a 2006 y de 2006 a 2009. La información que llegó a la Comisión Especial de la Asamblea Legislativa que analizó los perfiles de los candidatos indica que el nuevo presidente tiene dos expedientes de juicios de cuentas que llegaron hasta la Fiscalía, un informe de auditoría ya archivado y un juicio de cuentas con reparos. Es decir, juzgado por mal uso de fondos públicos.
-Un dato equívoco se filtró -agregó el nuevo presidente.
Según el nuevo funcionario, hay que ser prudente con las denuncias porque se puede convertir en una argucia para abrirle el expediente a una persona con el solo objetivo de dañarle su honor y buena imagen.
-No tengo ningún juicio pendiente, tengo constancia, puede verificarlo. Tampoco habrá a nivel de auditoría porque no las poseo. Soy categórico en decir que gracias a Dios no voy a tener necesidad de esa situación.
Mientras Sánchez Trejo limpiaba su nombre, a la par suya le escuchaba, atento, Hernán Contreras. Este dice que se involucró personalmente en la investigación de los antecedentes de los candidatos y dejó con un palmo de narices a su sucesor, cuando lo contradijo, y de paso puso en evidencia al FMLN y a Gana, pues fueron los promotores de la candidatura de Sánchez Trejo y los otros dos nuevos magistrados.
-En aras de la verdad se dieron constancias de que no habían sentencias ejecutoriadas en contra de las tres personas aquí o nuevos titulares hoy de la Corte de Cuentas. Se informó de los cargos o señalamientos que podían estar pendientes, pero se informó que eran situaciones que al concluirse no podían ser más que responsabilidades administrativas que se sancionan con multas y que esos señalamientos son hasta ciertos puntos preliminares porque faltan que se lleguen las otras fases. Dimos esos informes apegados a una realidad.
Sánchez Trejo no pudo sino escuchar, en silencio. Contreras explicó que sí hay casos abiertos contra los nuevos funcionarios. Primero, dijo, los diputados pidieron informes sobre casos finalizados y, después, solicitaron ampliar datos sobre auditorías, Cámaras de Primera Instancia y Segunda Instancia. Cuando Arena denunció que los tres próximos magistrados de la Corte de Cuentas tenían causas pendientes, un diputado efemelenista aseguró que consultaron a las instituciones correspondientes y corroboraron que las tres personas estaban limpias.
Los procesos pendientes en la Corte de Cuentas no son el único señalamiento contra los nuevos funcionarios. A Bernal y Rovira también se les cuestiona por su vinculación partidaria, algo que muchos sectores le criticaron a Contreras, por su vinculación con el PCN. Bernal laboró como funcionario de la alcaldía capitalina con el FMLN, partido del que reconoce militancia; mientras que Rovira es, aún, presidente de Gana.
“Soy militante del FMLN. Pero es un reto demostrar que los miembros partidarios pueden demostrar con responsabilidad su función”, dijo Bernal.
El FMLN se desdijo de su discurso histórico de buscar una Corte de Cuentas despartidizada y negoció en privado el reparto de las tres sillas de la institución con el partido Gana.
Rovira, por su parte, había dicho al ser juramentado como magistrado que iba a renunciar a la presidencia de su partido Gana. Sin embargo, aunque dice haber presentado su renuncia, otro dirigente ganista, Guillermo Gallegos, aseguró la semana pasada a La Prensa Gráfica que no iban a aceptarle la renuncia, porque no veían problema en que su principal dirigente llevara ambas tareas a la vez.