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El diputado que se invitó a España y la Asamblea que le costeó el viaje

Guillermo Gallegos, vicepresidente de la Asamblea, recibió una invitación firmada por su asesor legislativo para viajar a España. La directiva autorizó costear el viaje. Los involucrados, incluidos los anfitriones de Gallegos, se contradicen en todos los detalles de la misión. En España, dos empresas desmienten a la institución que invitó a Gallegos, y las únicas pruebas de que la misión existió son el dinero gastado en el viaje, las versiones de los involucrados y un raquítico reporte de misión.


Lunes, 13 de mayo de 2013
Patricia Carías y Roberto Valencia

Guillermo Gallegos durante el lanzamiento de Antonio Saca como candidato a la presidencia el 25 de febrero 2013. Foto El Faro
Guillermo Gallegos durante el lanzamiento de Antonio Saca como candidato a la presidencia el 25 de febrero 2013. Foto El Faro

Guillermo Gallegos está sonrojado. El segundo vicepresidente de la Asamblea Legislativa se acomoda una vez más sobre uno de los sillones de la sala de prensa del Salón Azul del parlamento para seguir con la entrevista.

–¿Quién es el señor Carlos Roberto López?

–Eh... –el diputado vacila, mientras frunce el ceño, que le comienza a brillar por el sudor en su frente–. Es que… yo con él no me relacioné…

Claro que, como Gallegos sabe que el nombre Carlos Roberto López aparece en un documento que él presentó a la Asamblea Legislativa para hacer un trámite, también sabe que su respuesta es muy insuficiente. Entonces pide a su asistente de comunicaciones, sentado a su lado, que marque el teléfono de uno de sus asesores. Quiere averiguar quién es la persona que lo invitó al viaje que hizo en febrero a España. Pasan cinco minutos y su petición aún no tiene respuesta. Decide llamar él mismo. Toma su teléfono celular y marca el número de su asesor.

–Mire, ¿quién es el señor Carlos Roberto López? –pregunta, con la autoridad con que un jefe pide información a uno de sus empleados. Gallegos hace una pausa para escuchar la respuesta de su asesor, y sus mejillas se enrojecen-.  ¡Ah!, ¿usted es Carlos Roberto? ¡Ja, ja, ja…! –ríe Gallegos-. A pues sí, usted es Carlos Roberto López Barrundia. No sabía que se llamaba Carlos Roberto, ¡ja, ja, ja!… Es que suena como que fuera nombre de cantante... bueno, gracias, Carlitos -cierra la conversación.

El desconcierto de Gallegos se debe a que en esta entrevista está explicando cómo y por qué la Asamblea Legislativa dispuso destinar miles de dólares para que el vicepresidente legislativo hiciera un viaje a España, después de que un tal Carlos Roberto López -que ahora resultó ser su asesor- firmara la invitación en una carta fechada en diciembre de 2012. Esa visita, según la describen Gallegos y sus anfitriones, se trató de una misión oficial en la que el viajero salvadoreño fue a... a conversar. De su misión, del programa de su misión, de las actividades realizadas durante su misión de 11 días y de los acuerdos producto de esa misión, no hay nada escrito, no existe acta alguna, no hay firmas ni documentos de trabajo, no hay fotografías de las visitas que según Gallegos hizo a los lugares donde se han realizado algunos proyectos modelo... Según él mismo dice, y según ratifican uno de sus anfitriones en España y el reporte de misión que entregó a la Asamblea a su regreso, todo quedó archivado en el viento y en la memoria de los participantes en la misión, porque todas las actividades que realizó en España fueron pláticas, conversaciones.

La invitación de López Barrundia que llamó la atención de Gallegos y que logró que la junta directiva de la Asamblea –de la cual es parte– le autorizara atender, es un documento de ocho páginas que inicia con una carta firmada por Carlos Roberto López y José Luis Fernández, en nombre de Sistemas Integrales para el Desarrollo (SID).

Más adelante, Gallegos explicaría que López Barrundia, el asesor de marketing y comunicación política que la Asamblea le costea desde hace aproximadamente un año, es también el representante de SID en El Salvador. López Barrundia es un viejo conocido de la política salvadoreña, que trabajó durante muchos años con el PDC y que durante el gobierno del presidente Elías Antonio Saca (2004-2009) fue asesor del director del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, Jorge Mariano Pinto.

La carta de invitación contiene tres párrafos en los que las comas parecen no encontrar su espacio, en los que a algunas palabras les faltan letras y a otras tildes. En esta se dice que la participación del diputado es parte de una segunda ronda de reuniones para hablar de proyectos de desarrollo conjuntos, que no se detallan. Las siete páginas restantes son capturas de pantalla de cada una de las entradas del sitio web de SID: www.sidesarrollo.com.

Lo único que explica la carta es que la actividad a la que se le invita es una “reunión” en la que se concretaría “a corto plazo los proyectos sociales orientados a mejorar las condiciones de vida de las comunidades identificadas en diferentes municipios de San Salvador”. Asimismo, habla de “la elaboración de un documento marco que permitirá la ejecución efectiva de esos programas de cooperación convenidos”. Cuando El Faro conversó con Gallegos y sus anfitriones, estos fueron incapaces de detallar algún proyecto específico sobre el que conversaron, sobre el que supuestamente habían adelantado ideas en una primera ronda de conversaciones, meses atrás.

Después de que Gallegos presentara la invitación a la junta directiva de la Asamblea, la noticia sobre la invitación de 11 días a España cundió en el territorio legislativo y otros diputados se interesaron en sumarse a la misión. Uno que lo intentó fue el diputado de Arena Mario Valiente. “Milena Calderón –secretaria de la junta directiva de la Asamblea– me dijo que había un evento municipal al que creía que me convenía ir. En el afán de lograr una invitación mandé correos y llamé por teléfono pero nunca tuve respuesta'. Valiente, a diferencia de Gallegos, es parte de la Comisión de Asuntos Municipales del Órgano Legislativo, y por eso creía que tenía más sentido que él integrara la misión y no alguien que no tiene asignadas tareas en esa área. Por eso insistió en buscar una plaza. 'La señorita que contestaba decía que las personas encargadas no se encontraban y no me daba ninguna respuesta sobre el evento. Mi conclusión fue que ni la institución que organizaba el evento ni el evento existían”, dice Valiente.

A pesar de la dudas que surgieron en la bancada arenera después de que a uno de sus diputados se le hiciera imposible conseguir una invitación, Gallegos estaba casi seguro de que no tendría ningún tipo de inconveniente ni de ese partido ni de ningún otro para que la directiva le comprara un boleto de 6 mil 629 dólares en primera clase y lo enviara a España. El Faro solicitó a la Asamblea Legislativa el detalle del monto de viáticos que recibió Gallegos, pero no hubo respuesta. Sin embargo, según el reglamento de viáticos legislativo, por los 11 días habrá recibido un poco más de 3,600 dólares. Por lo tanto, la misión bien pudo costar unos 10,000 dólares.

–El tema de viajes no es un tema que pueda generar discusión en la directiva –aclara Gallegos, minutos antes que comencemos a hablar sobre la invitación que le hizo su propio asesor.

–¿De verdad? ¿Y cómo se confirma que el evento al que un diputado quiere ir en verdad existe?

–Bueno… eso queda al criterio de cada quién, porque no creo que se den ese tipo de situaciones donde no existan los eventos –dice.

De lo que Gallegos no está seguro, aún después de regresar de su viaje a España, es de cuál es la ocupación, el área de trabajo específica a que se dedica SID, la organización cuyo representante en El Salvador es López Barrundia, el mismo que firmaba la invitación a hacer la excursión. En su sitio en Internet, SID se dice un grupo que “desarrolla proyectos para empresas con proyección internacional, garantizando sus objetivos de expansión a través de servicios financieros, comerciales y operativos de gestión”. No especifica en qué consisten esos servicios.

“Esta gente trabaja con recursos de la Unión Europea y tiene muy buenos vínculos con el Partido Popular (PP) en España”, asegura Gallegos.

En el mundo del internet, cuando se digita “Sistemas Integrales para el Desarrollo” en Google, el buscador es incapaz de reportar un solo hallazgo de esta organización. La única forma de encontrar la página en Google es digitando la dirección completa del sitio web. De acuerdo con el sitio www.whois.net , que muestra quiénes son las personas a cargo del dominio de un sitio web, los datos sobre las personas responsables  son privados. Lo que sí muestra este buscador es que esa página fue creada el 24 de febrero de 2012 y la última actualización del sitio se hizo el 15 de febrero de este año, día en el que el diputado Gallegos inició su viaje a España.

El sitio web de SID contiene cuatro pestañas de información en las que ofrecen hablar sobre quiénes son, cuáles son los servicios que ofrecen, cuáles las empresas que integran el grupo y cómo contactarles. Las primeras dos pestañas dejan mucho -o todo- a la imaginación para poder entender qué tipo de proyectos emprenden o cómo funciona la relación alegada con las 19 empresas 'colaboradoras' a las que citan en la página web.

Al comparar las respuestas que dan Gallegos y Barrundia sobre qué es SID, con la definición en el sitio web de la organización, parecería que son tres SID distintas. Según Gallegos SID desarrolla proyectos solo en Centroamérica y en los ámbitos público y privado. López Barrundia, el representante de SID, asegura que la organización trabaja en todo el mundo y solo trabaja proyectos de carácter privado. Además, según Gallegos, SID obtiene fondos de la Unión Europea; según López Barrundia, el capital de trabajo proviene de las empresas colaboradoras de SID.

Cuando se le cuestiona a Gallegos sobre la negativa de la organización de atender las solicitudes de invitación que hizo Valiente, este alega que se trata de un asunto de exclusividad de la organización que invita, de “contactos”. “A veces hay organismos internacionales que son bien selectivos y que dicen específicamente que la invitación es solo para una persona”. En este caso, él tuvo los contactos y la invitación solo podía ser para él.

Cuando habla de esos 'contactos' menciona a una persona. Dice que hace un año,  un amigo suyo, el empresario Óscar Antonio Safie, lo presentó con Antonio Madrid, un hombre de nacionalidad española que dice ser el presidente de SID y que ahora es el contacto del diputado con la organización. “SID es una empresa sólida que tiene siete años de existir”, dice Madrid. Esa relación fue, la que según el diputado, le permitió que le enviaran una invitación exclusiva para participar en la reunión en Madrid en la que estuvieron él y los dirigentes de la organización, o él y muchas otras personas, aparte de los representantes de SID... depende de quién cuente la historia.

En este punto, la versión de Gallegos sobre una reunión exclusiva para él contraria a la de sus “contactos”. En la invitación que presentó el diputado a la junta directiva de la Asamblea aparecen dos números telefónicos de SID. La Asamblea Legislativa no llamó a dichos números telefónicos para averiguar sobre la misión solicitada por Gallegos. El Faro sí lo hizo.

Uno de los números que aparece en la segunda página de la invitación justo por debajo del logotipo de SID es el 0034 + 986 220 079. Aparece identificado como el teléfono fijo de la organización en la ciudad de Vigo, al noroeste de España, lejos de Madrid.

Cuando El Faro marcó a este número la llamada fue atendida por un hombre que hablaba como un oficinista. Esta persona no quiso identificarse, pero cuando se le mencionó el nombre del diputado salvadoreño Guillermo Gallegos, dijo que, en efecto, le sonaba que habían invitado a un diputado salvadoreño con ese nombre a una reunión de la organización en Madrid. El oficinista se animó a esbozar un poco sobre la actividad en la que participó Gallegos: 'Fue una reunión a la que llegaron políticos y líderes de Centroamérica y de Europa del Este”, explicó. Consultado sobre su reunión, Gallegos aseguró que solamente él estuvo presente.

Quizás Madrid, el presidente de SID, pueda zanjar la controversia. Y, efectivamente, Madrid corrobora la versión de Gallegos, para luego, de inmediato, desdecirse y corroborar la versión del oficinista en Vigo:

–¿Y en ese evento hubo personas de otros países, fue algo a nivel regional o fue algo personal?

–No, no, no: fue algo personal, no hubo más invitados –responde Madrid, sin titubear, en el vestíbulo de un hotel de San Salvador, a donde ha venido para dar seguimiento a los intereses de SID en El Salvador, según explica.

–Se lo pregunto porque cuando El Faro llamó para preguntar por la reunión, nos dijeron que habían participado políticos de Europa del Este y de Centroamérica, pero usted dice que no fue así.

En este momento, López Barrundia, que está a un lado de Madrid, interrumpe:

–Es que ese fue un planteamiento que hicieron para otros países y así, ¿verdad? –le sugiere a su jefe.

–Ah, sí. Eso era para otros países, como Nicaragua y República Dominicana. Era otra cosa –asiente Madrid.

–¿Y entonces hubo invitados de otros países o no durante ese mismo período en el que el diputado Gallegos estuvo allá?

–Eeeeh, sí... sí hubo –concluye Madrid, para contradecir a Gallegos.

El otro número telefónico que aparece en la invitación es uno que está anotado con lapicero negro en la carta de invitación. Corresponde al teléfono celular del señor José Luis Fernández Tapia –0034 + 610 454 522–, que según Gallegos es el encargado de la sede de SID en Vigo. La Asamblea Legislativa no llamó a este número para indagar sobre la invitación a Gallegos. El Faro sí lo hizo.

–Muy buenos días, con José Luis Fernández –pide Roberto Valencia, periodista de El Faro en España.

–¿Sí? ¿Quién lo busca? –contesta una voz de hombre del otro lado de la línea.

–Mi nombre es Roberto Valencia, soy periodista –se presenta Valencia, para después esbozar la historia sobre Gallegos, SID y la invitación que El Faro está investigando.

El hombre niega conocer a Guillermo Gallegos alguno, niega conocer a Carlos Roberto López alguno, niega conocer a Sistemas Integrales para el Desarrollo alguna.

–¿Y por qué aparece su nombre en este papel? –cuestiona Valencia.

–Estará equivocado. ¿Y esto qué es? -pregunta Fernández Tapia, quien comienza a impacientarse-. ¿Es una broma o qué?

–No, estoy hablando muy en serio -le insiste Valencia.

–No, pero yo no tengo nada que ver, y perdone que me están hablando de otro lado… perdone.

El hombre termina la llamada.

Al buscar en internet el número de celular detallado en la tarjeta de invitación, lo que Google reporta es a un hombre llamado José que vende una casa en la ciudad de Vigo, España.

En esa tarjeta de invitación también hay algunos detalles sobre la ubicación de SID. En la última línea al final de la carta de invitación aparecen unas letras borrosas que dan la impresión de que fueron escritas con una máquina de escribir antigua. “C/Romil 69, 36211 Vigo (España)”, reza el documento, refiriéndose a la sede de la organización en Vigo. El segundo párrafo de esa misma carta explica que la reunión a la que están invitando a Gallegos se realizará en Madrid del 15 al 25 de febrero de 2013. Y posteriormente surgirá otra contradicción sobre el lugar o los lugares donde se realizaron las 'conversaciones' de trabajo de Gallegos.

El Faro preguntó al oficinista de Vigo detalles sobre SID y la actividad. El oficinista explicó que la cita tuvo lugar en la sede de SID en Madrid, por lo que él no tenía mayor información sobre la reunión. Entonces se le pidió el número de la sede en Madrid, pero el oficinista se rehusó a darlo. “Yo no puedo darle información”, dijo, y terminó la llamada.

Esa misión que perfiló el oficinista no coincide con la que esboza G allegos en su  informe de la misión oficial que presentó a la junta directiva cuando regresó de su viaje. “Dicha visita consistió en ciudad de Madrid, ciudad de Vigo y valle La Vid, en el cual conocí los diferentes proyectos de esas comunidades”, escribió en su reporte.

Asimismo, tanto el informe de la misión como la invitación hablan de “proyectos” que el diputado fue a gestionar en su visita a España. En la invitación incluso se menciona que en esta segunda visita se elaboraría un “documento marco” para el desarrollo de los proyectos de desarrollo. Sin embargo, Gallegos dice que no hubo ningún producto de su visita que se tradujera en algún documento, salvo su informe de viaje.

Otra contradicción surge cuando los involucrados hablan de dónde se ejecutarían los proyectos que iban a perfilar en España. Son muy precisos al identificar los municipios que se beneficiarían con proyectos de desarrollo de algo -nunca lo precisan-, pero hablan de lugares distintos. 

–La idea de invitar al diputado Gallegos era que presentara un perfil de proyectos en los que la Unión Europea pudiera desarrollar proyectos de impacto en áreas focalizadas de los municipios de San Salvador –dice López Barrundia, minutos antes de que aparezca Madrid en el vestíbulo del hotel capitalino.

–¿Ah sí? ¿Y cuáles fueron los proyectos que presentó el diputado?

–Eso se lo puede decir mejor él, pero son unos que él incluyó en la presentación que hizo allá y que están siendo evaluados. Y entiendo que lo van a invitar otra vez porque son proyectos que continúan.

Unos 15 minutos después, cuando Madrid llega a la recepción del hotel, surge la contradicción.

–Me decía el señor López Barrundia que el diputado tuvo que hacer una presentación sobre los proyectos que él quería desarrollar para que ustedes los consideraran...

De nuevo, López Barrundia interviene y es él quien habla antes que su jefe responda:

–Fue una presentación de tipo verbal, ¿verdad?

–Sí, claro, fue una presentación verbal, todo fue hablado. No hubo imágenes ni documentos ni nada de eso –asiente Madrid.

Y, de nuevo, López Barrundia, a quien no se ha preguntado nada, toma alas en la conversación:

–Sí, es que es lo que yo le decía, que fueron conversaciones porque esto es algo que continúa.

Pero Madrid está aquí para que se le pregunte a él, no para que lo suplante López Barrundia.

–La visita del diputado Gallegos fue de 11 días, ¿verdad?

En verdad habría sido de unos ocho o nueve, por los días de viaje. Y entonces Madrid hace una declaración reveladora:

–Bueno, sí, pero él con nosotros no estuvo todo el tiempo, él tiene vida privada y con eso nosotros no nos podemos meter.

–¿Y cuántos días estuvo con ustedes el diputado?

-Como cuatro o cinco días. Estuvimos visitando las empresas del grupo. No recuerdo qué hicimos a detalle, porque si me acordara de todo fuera Dios.

Madrid dice que visitaron las empresas del grupo. En el sitio en internet de SID aparecen los logotipos de 19 compañías y debajo, en el fondo de la página, una pequeña leyenda que remata 'y muchas otras empresas de los sectores de la construcción, industrial, energético y servicios'.

Uno de los logotipos es el de una muy conocida compañía, presente en varios países alrededor del mundo. Se trata de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, conocida como Aena Aeropuertos. Esta es una entidad pública empresarial encargada de la navegación civil aérea y de los aeropuertos civiles en España. Además, gestiona y asesora en aeropuertos de países como México, Estados Unidos, Cuba, Colombia, Bolivia, Reino Unido y Suecia.

La Asamblea no contactó a las compañías para indagar sobre su relación con SID o sobre la índole de los proyectos que desarrollan. El Faro sí lo hizo. Este periódico pidió información vía correo electrónico a 17 de las 19 compañías, entre ellas Aena Aeropuertos, sobre el tipo de relación con SID, si es que tienen alguna. Dos de ellas respondieron. Una, Aena, que por medio de su gerencia de comunicaciones y relaciones públicas contestó: 'De acuerdo con nuestras comprobaciones, en Aena Aeropuertos no figura nada contratado con esa empresa (SID)'.

Una segunda compañía, Narwhal Inflatable Craft, también se desligó de SID. “Agradecemos la información enviada. Contactaremos con esta empresa para pedirles que eliminen de su web nuestro logotipo”, respondió la gerencia de esta compañía a través de correo electrónico.

Tanto Gallegos como López Barrundia y Antonio Madrid niegan que SID sea una organización fantasma o mucho menos. Madrid añade que, por ejemplo, SID es la representante en toda Centroamérica y el Caribe de la multinacional CMEC - China Machinery Engineering Corporation. “Los chinos son chinos pero no tontos”, dice.

Sobre la respuesta de Aena Aeropuertos, Madrid argumenta que esto se debe a que SID trabaja como un intermediario entre las empresas que desarrollan los proyectos y las empresas que los adjudican. “La relación de SID con Aena es sobre proyectos de informática. Una de las empresas del grupo cubre el tema de seguridad del aeropuerto, con cámaras de seguridad y toda la cuestión”, dice Madrid, que reescribe la relación con Aena al llamarla 'un cliente' y no 'colaboradora' de SID, como dice el sitio web de la organización. “Es que SID no trabaja con nadie, lo que hace es intermediación e identificación de proyectos para las empresas del grupo”, alega.

Gallegos asegura que el suyo fue un viaje provechoso, pero cuando se le pide que especifique los logros de su viaje, los beneficios específicos que los salvadoreños tendrán producto de su misión oficial, no precisa. En su informe de viaje habla de haber gestionado proyectos de desarrollo económico y social como 'alcantarillados, pavimentación, desechos sólidos, etc'. Dice que en su misión asumió el compromiso de “concretizar las gestiones” de los proyectos de desarrollo económico y social de “seguir implementando proyectos de energía a las municipalidades de nuestro país como Turín, El Congo, Texistepeque y San Francisco Menéndez'. Estos, dice, son solo los municipios que constituyen la primera etapa de un “proyecto amplio de alcance nacional”. Y aquí, una vez más, Gallegos da una versión distinta a la de López Barrundia. Este, el representante de SID, asegura que el viaje tenía como propósito la búsqueda de proyectos de desarrollo en municipios del departamento de San Salvador, no de Santa Ana o Ahuachapán, como informó Gallegos a la Asamblea.

Gallegos dice que no hay contradicción entre su informe y lo que plantea López Barrundia. Asegura que lo que sucede es que en esos municipios de Santa Ana y Ahuachapán que menciona ya hay adelantados proyectos de desarrollo, pero de inmediato se contradice y admite que no existen. “Hay proyectos de desarrollo de vivienda con algunos alcaldes, como el de Texistepeque… pero es que aún estamos en la búsqueda de esos proyectos”.

Guillermo Gallegos es felicitado por sus compañeros de GANA por ser nombrado parte de la directiva de la Asamblea Legislativa el 1 de mayo de 2012.  Foto El Faro
Guillermo Gallegos es felicitado por sus compañeros de GANA por ser nombrado parte de la directiva de la Asamblea Legislativa el 1 de mayo de 2012.  Foto El Faro

Aunque no se sabe cuánto costó el viaje de Gallegos, entre el costo del boleto (6,629.48 dólares, según el portal de transparencia de la Asamblea) y los viáticos que pudo haber recibido, los salvadoreños habrán costeado con unos 10,000 dólares la misión. El reglamento de viáticos de la Asamblea establece que a lo sumo se pagará viáticos para un máximo de cinco días. Eso supone el otorgamiento de 3,656.25 dólares.

Esta misión al extranjero realizada en febrero pasado no es la última encargada al legislador del partido de derechas Gana. Desde mayo de 2012 hasta marzo de 2013, según los registros del Portal de Transparencia de la Asamblea , Gallegos salió de El Salvador en misión oficial en 12 ocasiones. Viajó a destinos tan disímiles como Nicaragua, China, México, Italia y Australia. En este período la Asamblea invirtió 95,303.16 dólares en costear los viajes de Gallegos, 47,190.41 de ellos en concepto de boletos de primera clase, y 48,112.75 en concepto de viáticos. En estos 11 meses, Gallegos fue el diputado a quien se compró el boleto de avión más caro: 8,553 dólares por  ir en avión a  Sidney, Autralia, en marzo pasado.

Esta misión al extranjero realizada en febrero pasado tampoco es la primera con profusión de cabos sueltos en la bitácora viajera de Gallegos. En junio de 2011, El Faro publicó un reportaje que explicaba cómo el diputado había recibido al menos 17 mil dólares en viáticos por dos viajes a España que nunca realizó. Un mes después Gallegos fue obligado por el presidente de la Asamblea, Sigfrido Reyes, a devolver parte de los viáticos.

El control se hace por medio de 'la buena fe'

A pesar del gasto millonario que representan las misiones oficiales y de que el mismo Reglamento de Viáticos establece que los diputados que viajan en misiones oficiales deben presentar informes al regresar de sus viajes, el caso de Gallegos no deja de ser una excepción en el lado positivo, ya que es raro que algún viajero rinda su reporte de misión. En los últimos años, la Asamblea Legislativa ha estado destinando más de medio millón de dólares anuales solo a la compra de boletos de avión.

El Faro pidió reiteradas veces una entrevista con el presidente de la Asamblea, Sigfrido Reyes, del FMLN. Este, cuando asumió el cargo por primera vez en febrero de 2011 -fue nombrado presidente, de nuevo, el 1 de mayo de 2012, al iniciar la actual legislatura- se comprometió a acabar con la fama de despilfarro y oscuridad en la gestión administrativa de la Asamblea. Sobre eso, y sobre esta misión de Gallegos quería preguntarle El Faro. La gestión de la entrevista se hizo en la oficina de la presidencia de la Asamblea, pero al cerrar este texto aún no había respuesta. La asesora de comunicaciones de Reyes tampoco respondió las llamadas telefónicas que se le hicieron.

Quien sí accedió a hablar con El Faro fue la secretaria de la directiva por el partido Arena, Milena de Escalón. Dice que, dada la falta de controles, la clave para garantizar el buen uso de los fondos públicos en el caso de los viajes de diputados está en la buena fe. En la confianza entre colegas. A pesar de que lo que deja entrever es el temor de que esa invitación haya sido nada más una fachada.

-¿Usted fue una de las que evaluó la invitación que presentó el diputado Guillermo Gallegos a la junta directiva?

-Sí. Y yo le dije a Mario Valiente que debería participar en el evento porque era un evento de municipalismo y él es parte de la comisión. La cosa fue que a él nadie le contestó. Es que mirá, es bien fácil meterse en internet y sacar una nota y ponerle nombre y decir que te mandaron a invitar.

-Entiendo que aquí no hay filtros que verifiquen si esas invitaciones son reales.

-Aquí el filtro funciona en el momento en que el diputado regresa y presenta un informe de lo que fue a hacer y se cree en la buena fe del que lo presenta. Nos vamos más por la buena fe.

-¡¿Usted me está hablando de buena fe aquí en la Asamblea?!

-Es que yo estoy de acuerdo contigo en que debería de haber un filtro para saber que las invitaciones que se presentan son ciertas.

-Bueno, ¿y ustedes hacen al menos la verificación mínima de llamar a los números que aparecen en las invitaciones?

-No eso no se hace, solo se recibe el informe que da el diputado cuando regresa.

-Ok, entonces no hay filtro. ¿Y existe un formato para presentar esos informes o cada quien lo presenta como quiere?

-No, no hay un formato, pero creo que tienes toda la razón: debería de haber un formato para esos informes, algo que nos muestre que realmente fue y de ser posible que incluya hasta fotos del viaje. Y es que tienes razón, yo estoy dispuesta a poner todo de mi parte para que la institución vaya dando saltos de calidad.

-¿Y cuáles son los criterios para determinar si una invitación es cierta o no?

-Pues eso es lo que yo le digo que ahorita no hacemos nada. Eso es cuestión de confianza, tú crees en la buena fe de los otros.

-¿Me habla de buena fe en una Asamblea donde hay diputados relacionados con narcotráfico y otros delitos?

-Es que esta Asamblea es un fiel reflejo de nuestra sociedad. Esa es la verdad.

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