Nacionales / Caso jesuitas

General Vargas atestiguó en favor de Montano en EUA con credencial falsa

El testimonio que Vargas envió a la corte que juzgó al coronel Montano consta en páginas cuyo membrete dice 'Colegio de Estudios Estratégicos' (CEE), un nombre parecido a 'Colegio de Altos Estudios Estratégicos'. Esta institución, adscrita a la Fuerza Armada, niega que Vargas haya sido o sea 'profesor en el Colegio de Altos Estudios Estratégicos', como la defensa de Montano identificó a Vargas en el juicio, y Vargas admite que ahí hubo un error, pero que no lo cometió él.


Miércoles, 18 de septiembre de 2013
Gabriel Labrador / Fotos: Archivo

El jueves 22 de agosto, el general retirado Mauricio Ernesto Vargas llegó a Boston, Massachusetts, para atestiguar en un juicio a favor del coronel Inocente Orlando Montano, su amigo y excompañero de armas. Los títulos con los que se presentaba como testigo iban desde conferencista internacional, hasta firmante de los acuerdos de paz de 1992, pasando por experto en relaciones entre civiles y militares y profesor del Colegio de Altos Estudios Estratégicos (CAEE), una dependencia de estudios del Ministerio de la Defensa. Esta última credencial carecía de fundamento alguno.

Vargas fue presentado como testigo por la defensa de Montano, quien era juzgado por fraude migratorio y perjurio y el 27 de agosto fue sentenciado a 21 meses de prisión. Dado que el juez Douglas Woodlock había dicho durante el proceso que para emitir sentencia iba a tomar en cuenta el historial militar de Montano, para la defensa era importante presentar testimonios que ayudaran a neutralizar el informe de la Fiscalía estadounidense, que señalaba al exviceministro de Seguridad Pública salvadoreño como responsable de más de mil violaciones a los derechos humanos, incluyendo 65 ejecuciones sumarias, durante la guerra civil salvadoeña.

Entonces, en la corte del juez Woodlock, la defensa acreditó a Vargas como profesor del CAEE, y ahora el general retirado dice que él no fue responsable de esa acreditación. 'Yo fui en calidad de indignado por la cantidad de mentiras que estaban diciendo contra la Fuerza Armada y contra Montano, mi amigo. Cuando Montano me pidió ayuda, yo le respondí: 'No te preocupés'', dice Vargas.

 

El general Mauricio Vargas (el último a la derecha) junto al resto de los encargados de haber negociado la Paz durante la conmemoración del 20 aniversario de los Acuerdos de Paz, en enero de 2012.
El general Mauricio Vargas (el último a la derecha) junto al resto de los encargados de haber negociado la Paz durante la conmemoración del 20 aniversario de los Acuerdos de Paz, en enero de 2012.

Vargas fue el último testigo en declarar en el juicio, el lunes 26 de agosto, pero un mes antes, cuando se supo que declararía a favor de Montano, el gobierno de Estados Unidos, por medio de la Fiscalía, intentó desacreditarlo acusándolo de haber violado derechos humanos y de buscar, en el juicio, proteger a su amigo Montano, con quien se había graduado en 1966 en la misma promoción de la Escuela Militar, conocida como 'La Tandona'. Esas y otras afirmaciones las hizo la Fiscalía en un texto que presentó a la corte el 22 de julio.

A ese señalamiento de que Vargas no resultaba creíble porque él a su vez había sido un violador de derechos humanos -algo que Vargas rechaza-, hoy se agrega que el Ministerio de la Defensa Nacional y el CAEE desmienten el perfil que la defensa de Montano trazó sobre el general retirado. “El señor general Mauricio Ernesto Vargas no ha tenido, ni tiene en la actualidad, nombramiento o cargo en el Colegio de Altos Estudios Estratégicos, y ese Colegio no se hace responsable de cualquier publicación hecha por el mismo que involucre a ese centro de estudios”, dice un documento emitido el 9 de septiembre pasado por el Ministerio de la Defensa.

El documento en el que quedó establecido que Vargas forma parte del CAEE es el último escrito que presentó el defensor Óscar Cruz Jr. ante el juez de Boston. El “Defendant's Memorandum Sentence” contiene los alegatos finales de la defensa, y fue presentado el 23 de abril de 2013. En el documento Cruz anunció que presentaría como testigo de descargo al general Vargas.

“Para refutar ante esta Corte las aseveraciones del informe Karl en este aspecto, el señor Montano ha previamente presentado el informe del general retirado Mauricio Ernesto Vargas quien actualmente es un empresario respetado, un activista religioso, un analista político y profesor en el Colegio de Altos Estudios Estrategicos (CAEE) en su natal El Salvador”, describió el abogado defensor al testigo en el documento.

Vargas asegura que él no tuvo nada que ver con que Cruz hiciera esa afirmación y que no sabe de dónde pudo haber sacado tal dato. El general dice que solo habló con él entre el jueves 22 de agosto, un día antes de que comenzara la audiencia para emitir sentencia, y en los días que duró la misma, es decir, entre el viernes 23 y el lunes 26 de agosto.

En un intento por averiguar de dónde salió esa información, El Faro escribió al abogado Cruz, pero este no respondió. Sin embargo, hay un documento que podría echar luz sobre lo que pudo haber ocurrido, y cuya autoría sí es responsabilidad del general Vargas. Se trata del testimonio por escrito que Vargas hizo llegar a la defensa de Montano. Está fechado 10 de febrero, pero su fecha de ingreso a la corte del juez Woodlock es el 15 de abril de 2013. En este documento, las 72 páginas de que consta tienen un membrete en el que se lee 'Colegio de Estudios Estratégicos'.

Vargas asegura que él nunca tuvo contacto con el abogado Cruz y que esa información se la envió a otras personas, de las cuales se reserva el nombre. “Incluso consulté con las personas que estaban compilando la información si ellos lo habían agregado y me dijeron que no. Habría que preguntarle al abogado Cruz por qué dijo que yo era del CAEE”, dice Vargas.

El hallazgo sobre la nula vinculación laboral entre Vargas y el CAEE lo hizo el capítulo de Transparencia Internacional en El Salvador, la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde) a través de su oficina de Asistencia Legal Anticorrupción (ALAC). Su coordinador, Roberto Burgos, solicitó al Ministerio de Defensa que rindiera un informe sobre “la vinculación institucional, cargo o nombramiento vigente” del general Vargas en el CAEE. Burgos señaló en su solicitud de información que Vargas recientemente había presentado ante una corte de justicia en Estados Unidos un estudio titulado “Dictamen presentado por Mauricio Ernesto Vargas / Colegio de Altos Estudios Estratégicos / En relación al caso del Sr. Inocente Orlando Montano”.

El Ministerio de la Defensa respondió que nunca ha existido relación con el general Vargas y, por si acaso, que tampoco han brindado asesoría jurídica al coronel Montano.

Vargas confirma que escribió el informe presentado ante el juez de Boston para refutar las acusaciones de violación a derechos humanos, pero dice que ALAC se equivocó al sostener en su pedido de información al Ministerio de Defensa que había escrito un documento en el que el encabezado sugería que estaba respaldado por el CAEE. “Fíjese bien y ahí no dice que sea el Colegio de Altos Estudios Estratégicos, sino el Colegio de Estudios Estratégicos”. O sea, lo mismo pero sin la palabra “altos”.

Vargas sostiene que Colegio de Estudios Estratégicos sin la palabra “Altos” es una organización informal que no tiene personería jurídica y que él fundó y que pese a ello ahora es solo un miembro eventual de la misma. Vargas dice que la integran amigos suyos, entre militares y civiles, y que estos a la vez han pertenecido o pertenecen a otras organizaciones con las que analizan la realidad del país y suscriben comunicados públicos.

Vargas dice que no ve problema en que el nombre de esa organización sea casi idéntico al del CAEE y que sea utilizado en un proceso judicial en Estados Unidos. “Yo no sabía que el abogado Cruz había dicho que yo era del CAEE, lo sé hasta ahora que usted me dice”, sostiene Vargas. En otras palabras, el general retirado, empresario, firmante de la paz, con estudios en Taiwán y exsubjefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada, no sabía que en el juicio que iba a participar como testigo de descargo se le vinculaba al CAEE. “Aunque yo fuera en esa calidad, ¿cuál es el problema?”, pregunta el general.

General, ¿qué es el Colegio de Estudios Estratégicos?
Es un grupo de ciudadanos salvadoreños que nos reunimos y hacemos análisis de la situación nacional en el orden político, en el orden social, y en el orden de la defensa y en el orden de la seguridad pero no es de Altos Estudios Estratégicos.

Me está diciendo que no tiene nada que ver con el CAEE.
El “Colegio de Estudios Estratégicos” es otra cosa aparte, así como existe Pro Paz y Trabajo, así como existe Águilas por la Libertad, así como existen esas organizaciones que salen a marchar.

¿Y la tiene inscrita en el registro?
No, no tiene personería jurídica.

¿Desde cuándo existe este grupo?
Tendrá sus... no más de cinco años. Fijate bien, yo dije que hablaba contigo pero sin que me dieras un espacio mediático, no quiero abrirle la visibilidad al coronel Montano.

El documento que el abogado Oscar Cruz Jr. presentó como alegatos finales a usted lo cita como profesor del CAEE.
Yo no soy profesor, yo soy conferencista pero no soy de planta, yo doy conferencias.

¿En el CAEE?
Sí, doy, si me invitan, así como me estás invitando vos. Pero es falso que el informe que yo presenté diga Colegio de Altos Estudios Estratégicos.

¿No hay ningún tipo de contrato?
No, no, no.

¿Y para pagarle los honorarios cómo hacen?
Ahí pagan 60 dólares o 30 dólares la hora que vos llegás a dar. Shafick llegó a dar una conferencia y le pagaron 60 dólares. Ahí ha llegado Sánchez Cerén, ahí llega chinche y talepate de acuerdo con el tema que se quiera dar en el curso que se esté dando.

El Ministerio de Defensa dice que...
... que yo soy invitado las veces que estima conveniente, me imagino que eso tiene que decir...

No, dice que no existe ninguna relación con usted.
Es que no existe. Esa una afirmación del abogado Cruz, y que yo no he hecho de ninguna manera. Ni se la he mencionado ni nada. Yo le mandé mi currículum a él, que está por aquí, debe de estar por aquí. Que no me venga a decir que él puede decir que soy profesor. Todo lo demás que dice ahí es cierto, que estudié en Taiwán, que soy firmante de la paz, que soy “speaker” o conferencista en Colombia, Filipinas...

Pero no aparece que usted es conferencista eventual en el CAEE.
No, es que yo no lo he dicho.

Usted me lo acaba de decir. Así como ha sido conferencista eventual en Guatemala, Filipinas, Estados Unidos y Colombia, ¿por qué entonces no menciona las que da en el CAEE?
... No lo consideré relevante. Pero en Colombia y en el otro sí porque he ido como seis, siete, ocho, 10 veces.

¿Esto puede traer repercusiones a usted?
¿Por qué?

Supongo que porque lo están vinculando erróneamente a la estructura orgánica de una entidad del Ministerio de la Defensa Nacional. Su calidad como testigo no es la que se dice ser.
Que yo sepa, no me han citado en esa calidad.

Ese documento se presentó en abril, es un documento oficial en una Corte de Estados Unidos.
Si yo hubiera conocido eso, yo lo desmiento, hubiera dicho “miren, corrijan eso porque no es cierto”, si yo le estoy diciendo a usted que no es cierto, pues. ¿Cómo voy a estar afirmando una cosa allá y negando otra cosa aquí?

¿Qué es esto entonces? ¿Una confusión?
No sé, yo honestamente no sé de dónde lo sacó, porque en una ampliación que se le mandó a él se decía que daba conferencias en el Colegio de Altos Estudios, si él lo interpreta como profesor es problema de él y voy a revisar bien esa ampliación porque profesor no he sido nunca.

¿No cree que el Ministerio de la Defensa debió haberlo citado a usted como conferencista eventual en vez de asegurar que usted no tiene ahí ningún nombramiento o cargo y que ellos tampoco se responsabilizan de cualquier publicación hecha por usted que involucre al CAEE?
Yo creo que en caso de que se necesite una ampliación se debería pedir.

Usted dice que envió una ampliación de su currículum. ¿Tiene ese documento?
Debo de tenerlo. No puede ser que no lo tenga. Tengo entendido que la primera vez que se envió el documento y ellos dijeron que yo no era experto en El Salvador, se les amplió la incidencia que yo tenía en el análisis del factor nacional pero no soy un experto. Ahí dice que he sido columnista, que he estado en un programa, etcétera... pero profesor, no creo, salvo que la persona que haya “taipiado” ese volado para mandarlo lo haya puesto, pero yo no lo he dicho ni lo afirmo. Adicionalmente, fíjese bien, aunque yo fuera en esa calidad, ¿cuál es el problema?

Cuando menos es un problema de falsedad ideológica porque se afirma que usted tiene una credencial que resulta que no existe.
Pero eso lo agrega en el documento del abogado una persona, puede ser un error.

Cuénteme sobre esta oenegé que dice que integra con sus amigos: ¿quiénes la forman?
Me reservo porque no tengo la autorización de ellos para podertela decir.

¿Por qué, si es una organización que analiza la realidad?
Pero tengo que preguntarle a ellos, porque me van a decir que con autorización de quién estoy hablando de esto.

Ni que fuera un grupo de mafia: es un grupo de análisis de la realidad.
No, pero comprendeme que ahí sí tengo restricción.

¿Cuántos miembros son? ¿Dónde se reúnen? ¿Cada cuánto? ¿Han emitido pronunciamientos?
¿Bueno, hay análisis constante y unos salen como artículos.

¿Dónde salen?
En periódicos.

¿Quiénes los firman?
Nadie.

¿Cómo así, son campos pagados?
No, por ejemplo... Hay campos pagados que se han sacado en los cuales se han hecho análisis por ejemplo, cuando el presidente pidió perdón por el caso El Mozote, un campo pagado de FIRMES.

Esa es otra organización, no el Colegio de Estudios Estratégicos.
Hay varias organizaciones de las cuales los miembros de este grupo, de este otro y este otro nos reunimos y platicamos y hacemos análisis.

O sea, el Colegio de Estudios Estratégicos reúne miembros de diferentes organizaciones ya existentes.
Que tienen que ver con la temática de desmovilizados, por ejemplo. Ahí está Framides, ahí está... bueno, hay varias organizaciones que pueden aportar pensamientos y criterios y se desarrolla un pronunciamiento en defensa de la institucionalidad, por supuesto.

¿Además del tema de los veteranos de guerra se han pronunciado por qué tipo de temas?
Yo no te puedo decir en este momento... necesitaría revisar.

Usted debe tenerlos en la memoria.
Mirá, si son tres, cuatro, cinco años... como hemos hecho tantos, verdad. Ahí hay civiles, ahí hay militares.

¿Pero sobre el caso El Mozote sí se pronunciaron?
Sí, porque considerábamos que no debía pedir perdón por una de las partes del conflicto porque es el presidente de todos los salvadoreños. La clausa del conflicto somos todos los salvadoreños, que por tanto, el pronunciamiento debe ser a toda la nación. Y además, en todo conflicto hay dos partes, entonces en el peor de los casos debía pedir perdón por ambas partes. El presidente no puede decir eso que dijo, eso fue lo que consideramos y así se presentó.

¿Recuerda otro pronunciamiento del grupo?
Uno que se llamaba “el derecho a escribir la historia”, no me recuerdo...

¿Cuántos miembros son, general?
Es que es una cosa variable, como no es una cosa orgánica, es de acuerdo con la temática que se convoca... ¡yo no soy un miembro permanente, para decirte eso! A mí me convocan para seguridad.

¿Por qué lo puso en su escrito como si fuera miembro permanente?
Porque soy parte de.

Pero esa organización no tiene personería jurídica ni es usted miembro permanente.
Sí.

¿Y entonces no era osado poner el nombre del Colegio como membrete en las páginas de su informe?
Podría ser. Sí así se ve, si así se considera, podría ser. Existen otras organizaciones que no tienen personería jurídica y que son parte de la vida nacional.

¿Cuántas veces pudo hablar con el abogado Óscar Cruz Jr.?
Solo un día antes del juicio y durante el juicio.

¿Entonces quién fue que lo buscó para que fuera testigo hace meses?
A mí Montano fue el que me dijo.

¿No habló para nada con el abogado?
Nunca hablé con él antes de llegar a Boston. Yo hablé con él hasta el día miércoles, un día antes de la audiencia hablamos todo el día sobre el documento.

¿Cómo logró usted escribir un documento tan detallado y tan complejo para rebatir los alegatos de la doctora Terry Karl?
Es fácil, ¿no vivo aquí, pues? La memoria histórica la tengo tan presente y siendo Montano un compañero de promoción mía...

¿Usted lo hizo sin asesoría?
Este documento lo hice con no menos de cuatro o cinco personas. Este documento se fue a última hora y se fue preciso porque iba a ser la audiencia en esas fechas, y quedaban ocho, diez, quince días. Yo hice la parte de la estructura, porque es fácil: colocá en un documento de Excel todas las aseveraciones de la señora y al otro lado le vas poniendo lo que no es cierto. Y hubo personas que recogieron documentos, hubo personas que fueron a los juzgados, hubo abogados que vieron la parte para que tuviera una apariencia más o menos legal. No escribí solo y no anduve buscando cartas y otras. De las cartas yo conseguí solo unas.

¿Quiénes son las personas que le ayudaron?
No tengo autorización, no sé si ellos quieren verse metidos en esto de que los ande mencionando.

Supongo que si le ayudaron tenían el mismo propósito que usted dice: limpiar la imagen de la Fuerza Armada y del coronel Montano.
El informe sí tiene una parte que habla sobre las Fuerzas Armadas y otra sobre Montano.

¿Por eso no me puede contar qué hacen quiénes son los que le ayudaron? ¿Qué hacen?
Unos son militares, abogados, otros son civiles, hasta periodistas.

 

Mauricio Ernésto Vargas. Foto Mauro Arias
Mauricio Ernésto Vargas. Foto Mauro Arias

***

Montano es uno de los 20 militares procesados en España por un juzgado de la Audiencia Nacional que ha entablado un proceso judicial por la masacre de los sacerdotes jesuitas de la UCA en la madrugada del 16 de noviembre de 1989, en San Salvador. En ese crimen también fueron asesinadas la empleada doméstica de los sacerdotes y la hija de esta. Los 21 meses de cárcel que Montano comenzará a descontar a partir del 11 de octubre, según explican abogados relacionados con el proceso en España son suficientes para que la extradición de Montano que ha pedido la Audiencia Nacional a Estados Unidos termine su curso.

El general Vargas jamás hubiera llegado a Estados Unidos si la ley penal en Massachusetts no estableciera que para que un juez emita una sentencia este debe tomar en cuenta dos variables: la gravedad del delito cometido y los antecedentes criminales del procesado. Fue por esta última variable que aquello que nació por infracciones migratorias, admitidas en septiembre pasado por Montano, también incluyera el repaso de su trayectoria militar. El 15 de enero, cuando comenzó la audiencia para emitir sentencia, el juez de Boston Douglas Woodlock concluyó que la condena contra Montano debía ser de entre 15 y 21 meses, según el análisis de las dos variables.

Una semana antes de esa aclaración, la Fiscalía estadounidense había anunciado que buscaría una condena “ampliada” contra Montano basándose en sus supuestos antecedentes criminales del militar. La Fiscalía pidió 51 meses de cárcel y para sostenerlo presentó un informe de la profesora de la Universidad de Stanford Terry Karl, quien documentó que a lo largo de la guerra, las tropas bajo la orden de Montano cometieron 65 ejecuciones, 51 desapariciones, y más de mil abusos más entre detenciones arbitrarias y casos de tortura. 

El 14 de enero, el abogado defensor de Montano, Óscar Cruz Jr., presentó un escrito en el que pedía dos meses para poder rebatir el informe de la profesora Karl. Fue así como el general Vargas entró en escena.

Al final, el 27 de agosto, el juez Woodlock condenó a 21 meses bajo el argumento de que ese proceso judicial-migratorio no había sido uno completo si no uno breve, pues Montano había admitido culpa de ciertos delitos hace un año, el 11 de septiembre.

Contrario a los 51 meses de cárcel solicitados por la Fiscalía, la defensa de Montano pedía libertad condicional para Montano por su estado delicado de salud y porque, según el abogado Cruz, las pruebas ligadas al pasado violatorio de derechos humanos de Montano trascendía del proceso meramente migratorio. Cruz intentó, echando mano del informe que presentó Vargas el 15 de abril, botar la descripción del pasado violento de Montano hecho por la testigo de la Fiscalía, Terry Karl. Buena parte del informe Vargas se sustentaba en que a lo largo de su vida militar Montano no tuvo voz de mando en las tropas que estaban bajo su dirección si no que estas dependían siempre de otro oficial, y que si fuera cierto que abusó de derechos humanos debería existir alguna denuncia en un juzgado o instancia salvadoreña. Salvo puntuales excepciones, el juez Douglas Woodlock dio por válido el informe Karl y, por el contrario, expresó sus dudas -tal cual lo hiciera la Fiscalía- sobre la credibillidad del testigo de descargo Vargas.

Documentos relacionados:

El informe presentado por el Mauricio Vargas para ayudar en la defensa de Montano

Los alegatos finales del abogado defensor de Montano (en la página 20 aparece la mención a que es profesor del CAEE)

El documento en el que el CAEE aclara que el general Mauricio Vargas no pertenece a esa institución

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