Ricardo Velásquez Parker es uno de los diputados que se incorporó en la presente legislatura. Se ha destacado por defender causas que hacen suyas los sectores más conservadores de la sociedad salvadireña, como establecer penas de hasta 50 años contra las mujeres que aborten y promover una reforma constitucional que prohíba el matrimonio entre personas LGBTI. También ha formado parte del equipo que ha definido las normas internas que deben seguir los diputados areneros a la hora de votar en el pleno legislativo.
Según Velásquez Parker, el partido debe evitar conductas 'libertinas' de sus diputados, porque menoscaban la cohesión ideológica. Dice que se debe apostar a que los principios y objetivos de Arena hagan eco de los principios que promueven el cristianismo y la Fuerza Armada, porque son las instituciones que en su opinión gozan de mayor credibilidad. Asimismo, reta a las minorías que promueven ideas distintas a las creencias aceptadas por la mayoría de la población a que formen su propio partido político. 'A ver cómo les va', reta.
Velásquez Parker defiende que en el reglamento se haya establecido que haya reuniones privadas dentro de la fracción en las que las decisiones se toman por mayoría, y que luego deben ser acatadas a la hora de votar. No cree que algo así riña con la Constitución, a pesar de que el artículo 125 establece que no debe haber ningún mandato imperativo que obligue a votar a un diputado por una iniciativa de ley con la que discrepe.
Esta entrevista se llevó a cabo un día antes de que El Faro tuviera acceso a un audio en el que se queja en una sesión de asamblea departamental de Arena -de La Libertad-, porque a su juicio hay diputados que hacen lo que se les da la gana. Diversas fuentes manifestaron que se refería a Karla Hernández, quien el 10 de noviembre de 2016 se abstuvo de votar por la aprobación de los 550 millones de dólares. Consultado al respecto un día después de la entrevista, dijo a través de su asistente que no estaba promoviendo un proceso disciplinario contra Hernández: “El contexto del audio es un llamado a la institucionalidad basado en los principios, valores y objetivos del partido”.
¿Por qué ha habido división en Arena en temas como la aprobación de 550 millones de dólares en bonos?
No estoy de acuerdo con la óptica de que exista división en Arena. Este es un postulado ideológico que beneficia a nuestros detractores y adversarios: el divide y vencerás. Obviamente en ARENA, por su misma composición de alianza entre sectores que representan a todas las fuerzas vivas de El Salvador, existe diversidad de pensamientos y de criterios, algo que viene a enriquecer la toma de decisiones. Es una riqueza que contemos con una diversidad de sectores con amplio criterio y con necesidades eclécticas, pero siempre bajo una misma visión ideológica de principios y objetivos.
Cuando ha habido votos disidentes...
Cuando han existido votos disidentes y posturas diversas y expresiones de crítica siempre bajo el mismo marco de que somos oposición, pensamos que tenemos políticos que tienen criterio propio, y eso nos da mucho más credibilidad, porque no repetimos como loros lo que nos dice un grupo de iluminados.
¿Qué tan democrático considera que es el partido ante el disenso?
Arena nunca me ha dado mordazas ni líneas partidarias contrarias a mi pensamiento. Siempre ando conmigo mis principios y mis objetivos, y mi comportamiento se adecúa a ellos. Somos totalmente democráticos. En la fracción tenemos debates amplios y constructivos. No todos pensamos igual. Algunos interpretamos los objetivos del partido de forma diversa, pero mantenemos un mismo objetivo y una misma visión de país. Una vez tomada una decisión en la fracción, intentamos mantenernos cohesionados y en un acompañamiento mutuo a lo que por mayoría hemos decidido en la fracción.
¿Comulga con la idea de quevotar con la fracción sea un requisito para que un diputado opte a la reelección?
En primer lugar, no estoy enterado de quién es esa idea. No tengo idea de que haya sido comunicado por los canales oficiales del partido y hasta el día de ahora no he recibido presiones ni a favor ni en contra de la manera en la que he votado. Siempre he tenido libertad de criterio y he intentado escuchar con humildad la opinión de mis compañeros. Por cuestión de administración, por ejemplo, asisto a las comisiones de legislación y de educación. En la reunión de fracción, si hay un tema que sale de mi comisión, el jefe de fracción me pregunta: “Ricardo, ¿cuál es tu criterio?”. Y yo lo doy. No ha habido discrepancias con mi criterio y se ha votado en armonía con la parte técnica. Yo no asisto a la comisión de economía, pero sí Margarita y Karla. Por lógica de armonía y administración, yo tiendo a verme inclinado a respaldar su criterio. Si bien es cierto que representamos al pueblo entero y en la plenaria vemos todos los temas que entran como dictámenes, los representantes delegados son los autorizados para emitir un primer criterio. Si tenemos discrepancias, para eso son las reuniones de fracción, en las que tenemos total libertad de externar si estamos en desacuerdo con una parte o con la totalidad de un dictamen. Esa es una dinámica de la administración pública en materia de parlamentarismo.
Me comentaban que en el partido hay una regla: un tema se discute en la fracción y se vota la postura. Aunque haya un grupo que se oponga, debe someterse a la mayoría.
En la construcción del reglamento interno de Arena, en la que participé, planteamos esa pretensión de definir las reglas de convivencia de la fracción. No somos un partido de macho sin dueño. Somos un partido con un lineamiento ideológico, enmarcado en principios y objetivos. Todos en el grupo parlamentario hicimos un juramento: íbamos a mantener una democracia de libre debate al interior de la fracción, pero una vez la mayoría toma decisiones, vamos a respetar la voluntad de la mayoría. Es exactamente la misma dinámica que sucede a nivel macro del país: la mayoría del país decide darle su voto de confianza al ejecutivo de una bandera política, y todos los demás vamos a estar cinco años recibiendo la gestión del ejecutivo que puso la mayoría de la gente. Lo mismo ocurre en el partido.
Pero…
Pero entiendo dónde quieres ir. Tiene mucho rating decir que hay división en Arena, lo que categóricamente niego y no estoy de acuerdo con eso. Con una gran cantidad de problemas nacionales, sigue siendo tema ver cosas internas de Arena cuando el énfasis debería ser estar lo que el Ejecutivo debería estar resolviendo.
¿La idea de ooposición sin fisuras no riñe con el artículo 125 de la Constitución, en el sentido de que se obliga a los diputados a votar en contra de su conciencia?
No es una imagen lo que estamos buscando. A mí me preocupa muy poco la imagen. Me preocupa la institucionalidad y me preocupan los puntos constitucionales. La Constitución, si bien haces una interpretación textual del artículo 125, tienes que recordar que yo juré defender el sistema democrático y representativo. La representatividad aún con el desprestigio que tienen los partidos políticos, incluyendo mi partido, lo cierto es que el sistema representativo todavía funciona por principio constitucional por la participación partidaria, y esta tiene requisitos sine qua non. No puede venir a Arena alguien que tiene en su discurso la lucha permanente porque está divorciada de lo que cree el partido. Intentamos mantener cohesionada la pureza ideológica de principios y objetivos del partido. Nadie debería salirse de esos principios y objetivos, y si alguien se sale de ese marco ideológico, entonces no debería estar Arena. Hay otros partidos que podrían acogerlo. No se está violando el artículo 125 de la Constitución porque parte del requisito sine qua non es que estamos en una democracia representativa, ¿y qué represento yo después de representar a todos los salvadoreños? A Arena.
Pero el 125…
A que no estoy limitado por ningún mandato imperativo.
El 125 se refiere a un momento específico: el momento en que el diputado vota. ¿No riñe la norma interna de Arena con el 125?
A mí criterio, no. Vuelvo al punto: no riñe pero existe un énfasis en debilitar la democracia representativa entendida como la participación de ciudadanos a través de los partidos políticos. Hay un intento directo y sistemático a debilitar las marcas de los partidos políticos y la cohesión de los partidos y la ideología. Hablar de ideología se ha vuelto peyorativo.
¿Por qué puede ser negativo que un diputado vote en contra de una decisión que adoptó el resto de diputados de su fracción?
Si alguna vez los diputados de mi fracción votaran en contra de los principios y objetivos de mi partido, a los principios que juré defender, yo votaría diferente, pero a la fecha esto no ha ocurrido. Pongo un ejemplo: David Reyes, por su pasión y vocación al sector de las personas con discapacidad, ha pedido que se cumpla la ley en materia de los servicios del transporte público. Ha emitido su postura con respeto a la fracción y ha dicho en este punto no acompañará a la fracción. Y no pasó nada. Otro: yo he votado diferente en la reciente aprobación del presupuesto. Y no ha pasado nada. Pero desde la óptica de la disciplina, y hablando filosóficamente, la libertad es una moneda que tiene dos caras: por un lado eres libre de tomar tus decisiones en base a lo que la Constitución dice que son tus derechos, pero por otro lado debes asumir las consecuencias de tus decisiones. Libertad sin consecuencias es libertinaje. Lejos estaría yo de querer promulgar e incentivar una participación política libertina, porque lo que se busca con ese énfasis es debilitar el partido.
¿Puede mencionar un ejemplo de conducta libertina?
No lo sé. No lo he visto en mi partido, pero lo queremos evitar a toda costa.
¿Cómo se materializa una conducta libertina de un diputado?
En buen salvadoreño, lo que entendíamos como machos sin dueño. Entiendo que han entrado diputados que no han tenido o no han sido sostenibles. Lo que demuestra que un libertino no es una política sostenible es que en el siguiente legislatura ya no sigue siendo diputados, y no porque un partido les diga que ya no compite con ellos. Hay oportunidad de lanzarse de forma independiente, pero hasta la fecha no ha habido ningún diputado en la Asamblea que haya sido ratificado en elección popular en su carácter de independiente. Vuelvo al origen: la democracia participativa. La participación es través de los partidos políticos, y estos partidos tienen proyectos ideológicos.
¿Promovió usted medidas disciplinarias contra la diputada Karla Hernández?
Es falso.
¿Ha promovido proceso disciplinario…?
Es falso. Jamás he promovido un proceso disciplinario en el partido.
¿Me puede dar un ejemplo concreto de conducta libertina?
Tengo entendido que en el Partido de Concertación Nacional hay una diputada que constantemente se sale de los objetivos del partido y de las posturas ideológicas de su partido. He escuchado que hay descontento en su partido por el actuar de ella. Francamente, desconozco los principios y postulados que defiende Concertación Nacional. En la película de su participación política a veces están aquí y otras veces están allá. Ha habido votos de rebeldía de la diputada Cristina López y en la hipótesis que planteamos está actuando de forma autónoma y totalmente independiente. No creo que estén del todo contentos en su partido.
¿Qué cartas en el asunto debe tomar un partido que detecta conductas libertinas en sus diputados?
En el caso de Arena, tenemos reglamento interno, el proceso de selección y el juramento que hacemos antes de iniciar la diputación. Yo juré bajo palabra de honor respetar los principios y objetivos del partido, como juré cumplir y hacer cumplir la Constitución. Soy un diputado formado ideológicamente en el Instituto Mayor Roberto d'Aubuisson. No estaría en Arena y no me sentiría cómodo en Arena si no creyera firmemente en los objetivos y principios que defiendo. ¿Por qué voy a votar diferente si mi partido se ha mantenido, con algunas equivocaciones mínimas de criterio, de cifras y datos, pero mi fracción se ha mantenido unida graníticamente en principios y objetivos? Cualquier voz que me venga a persuadir a votar diferente es porque tiene interés en debilitar mi partido, en debilitar mi futuro político.
¿Qué medidas disciplinarias debe tomar un partido si detecta a un diputado libertino?
Eso le corresponde determinarlo al Tribunal de Primera Instancia y al COENA. Mi interés es que el equipo que me acompaña sea un equipo cohesionado, que tenga mística de identificación plena de que caminamos con un mismo objetivo. ¿Por qué quería ir tras un objetivo con una persona que tiene un pensamiento diametralmente opuesto al mío? Para eso me hubiera inscrito en otro partido o me hubiera ido de independiente. Busco trabajar en equipo para conseguir objetivos que considero son valiosos.
Usted se hace la pregunta de por qué querría trabajar con alguien que tiene ideas opuestas, ¿no es ese uno de los objetivos de la democracia?
Una cosa es pluralidad de ideas, la tolerancia y la convivencia que estoy obligado a tener por la dignidad del individuo que milita en el FMLN. Respeto la dignidad como individuo de los militantes y de la dirigencia del FMLN. Pero nosotros tenemos opiniones diametralmente opuestas sobre las que no nos ponemos de acuerdo. Por ejemplo, creo que la iniciativa privada es maravillosa, y ellos creen que solo la cosa pública tiene éxito. ¿Cómo nos ponemos de acuerdo en decisiones estratégicas si vemos completamente diferente la realidad? Creo que la vida desde la concepción es sagrada y otras personas piensan que solo son células. No piensan que están matando a una persona sino que están actuando en defensa de la libertad de una mujer. ¿Cómo me pongo de acuerdo en un mismo equipo para defender la vida de un no-nacido si yo hago equipo con alguien que dice que deberíamos pedirle a la mujer que decida sobre su propio cuerpo? Una casa dividida no prospera.
¿Ha tenido diferencias con Johny Wright sobre ese tema?
Nunca he tenido una discusión con Johny Wright sobre este tema. Nos sentamos a la par. Creo que tiene un debate que a mí en lo particular me enriquece, pero este tema en particular nunca lo ha discutido conmigo.
Johny Wright ha dicho que no ve ningún problema con el matrimonio LGBTI.
No he leído el artículo y no he tenido una discusión con él sobre ese tema. Si quieres una respuesta, puedes hacerle la pregunta a él.
Le pregunto para plantearle un caso concreto de ideas diametralmente opuestas que hoy existen en un mismo partido. ¿Ese choque de visiones puede convivir dentro de Arena?
En Arena puede convivir lo que se adecúe a sus principios, al principio número dos de Arena: se reconoce al individuo como la base fundamental del pueblo y la familia como el núcleo de la sociedad. Ese es mi principio. La Constitución dice que se reconoce al individuo desde el momento de la concepción. He jurado defender al individuo. Si alguien piensa diferente, debería revisar sus principios. A mí no me vas a escuchar decir o hacer una descalificación a un hermano en Arena. No es mi rol. No me corresponde a mí juzgar si hay un buen diputado o una buena diputada, o si alguien se sale o no de estos principios.
¿Pueden convivir estas visiones distintas en Arena?
Te acabo de leer los principios. Si estás en Arena, juraste defender estos principios. Militante de Arena que aspira a cargo de elección popular está comprometido a cumplir el principio número dos de Arena. No hay dónde perderse. Lo que se sale de aquí no es pensamiento de Arena, es pensamiento de otro partido o de otra corriente, pero el partido tiene principios, y yo los respeto.
Quiero saber si puede convivir dentro de Arena una visión a favor del aborto con una visión en contra del aborto, o si pueden convivir una visión a favor del matrimonio LGBTI y una visión a favor del matrimonio solo entre hombres y mujeres.
Mi postura está enmarcada dentro de las posturas ancestrales que los salvadoreños promueven. Tengo principios inculcados en casa por mis padres, en mi escuela... Lo que consolidé en mi cosmovisión coincide no solo con lo que mis abuelos le inculcaron a mis padres. ¿De dónde sacaron esas ideas? De un compromiso con la libertad responsable que yo defiendo y promulgo. Revisa las encuestas: ¿qué siente el salvadoreño? El IUDOP sacó una encuesta en la que posicionaba las instituciones en cuanto a su credibilidad; por su orden las enumero: las iglesias evangélicas, la Iglesia católica y la gloriosa Fuerza Armada. Date cuenta de cuáles son los principios dentro del cristianismo en general y dentro de la Fuerza Armada. En último lugar están la Asamblea y los partidos políticos, y eso lo reconozco. Como miembro de un partido político, como funcionario, debería intentar políticamente hablando que mis valores le hablen a esas tres instituciones que son las que tiene mayor credibilidad nacional. Si una minoría, lo digo con responsabilidad y con su nombre, tiene pretensiones diferentes a lo que aspira, cree, busca, demuestra y defiende el cristianismo y la Fuerza Armada, que son las instituciones con mayor credibilidad, que haga su partido y vea cómo le va, pero en mi partido estamos intentando coincidir de acuerdo a nuestros principios y nuestro actuar con la pretensión de esas tres instituciones, que a mí manera personal representan a la mayoría de salvadoreños.