San José, COSTA RICA. Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana, ha ganado la presidencia de Costa Rica. Luego de una reñida contienda electoral, y con una ventaja en la primera vuelta del candidato perdedor, el triunfo de Carlos Alvarado no solo supone la continuidad por un segundo periodo del partido oficialista, sino también la oposición de una mayoría costarricense contra el conservadurismo religioso que representaba el candidato opositor, Fabricio Alvarado, en unos comicios donde la gran protagonista fue la lucha por la aprobación legal de las uniones entre personas del mismo sexo.
Pasadas las 8:15 de la noche, el Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica anunció los primeros resultados de los comicios presidenciales del domingo 1 de abril: con el 90 % de las actas procesadas y una participación del 66 %, gana la presidencia el Partido Acción Ciudadana. Carlos Alvarado obtuvo 60.66 % de los votos válidos, un poco más de un millón 200 mil votos. Su contrincante, Fabricio Alvarado de Restauración Nacional, perdió la contienda con 39,33% de los sufragios.
El exministro del actual gobierno de centroizquierda logra una ventaja de 500 mil votos sobre el predicador evangélico y férreo opositor al matrimonio homosexual, quien en la primera vuelta resultó triunfador y prometió convocar a un referéndum para sacar a Costa Rica de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
'Fue un triunfo del candidato que pregonó un discurso de amor y tolerancia', comentó eufórico Rodrigo Echeverría, de 48 años, quien salió a celebrar el resultado al centro de la capital. Carlos Alvarado defendió el derecho de las parejas homosexuales a casarse, que la legislación costarricense actualmente prohíbe, y postuló una agenda de defensa de los derechos humanos.
Tras la divulgación del resultado, el candidato perdedor dijo que llamó a su contrincante para felicitarlo. 'No ganamos la elección pero podemos aceptar este resultado con la frente en alto', declaró Alvarado en un mensaje ante centenares de seguidores congregados en el oeste de la capital. 'Felicito a don Carlos Alvarado. Ya una vez dados los resultados lo llamé, le di mi felicitación y le dije que puede contar con nosotros', dijo el también exdiputado.
Fabricio Alvarado, un periodista de 43 años, postuló una agenda basada en el conservadurismo religioso, opuesto al matrimonio homosexual. El candidato ganador, Carlos Alvarado, un exministro de Desarrollo Social de 38 años, periodista y politólogo, pregonó en tanto una agenda que incluye el apoyo al matrimonio homosexual y a un estado laico.
La polarización en torno a este tema se vio incluso este domingo, pues mientras votaba el aspirante evangélico llegó al lugar un grupo de mujeres con trajes rojos al estilo de la serie de televisión El cuento de la criada, basada en la novela de Margaret Atwood. 'Estamos en conjunto protestando en contra del fundamentalismo', explicó a AFP Gabriela Clark, activista del movimiento 'Somos Nuestras', de unas 40 integrantes. Otra integrante del colectivo, Sara Mata, comentó que los trajes son una advertencia del riesgo de un futuro distópico en el que las mujeres pierden sus derechos, como en la novela.
Sin embargo, el partido RN, de Fabricio Alvarado, alcanzó 14 diputados en la Asamblea Legislativa, la segunda mayor fuerza parlamentaria, por lo que tendrá una alta cuota de poder en el próximo período, que inicia el 1 de mayo.
Este domingo, las calles de San José fueron tomadas por carros que pitaban y personas que ondeaban banderas rojiamarillas del PAC, fundado en 2000 y que este domingo ganó su segunda elección consecutiva. En la Plaza Roosevelt, en el oeste de San José, el PAC montó una tarima para recibir a Carlos Alvarado, mientras miles de personas llegaban desde diferentes puntos para celebrar la victoria.
El resultado de la votación desbordó lo anticipado por las encuestas, que apuntaban a un empate técnico hace poco más de una semana.
El temor al retroceso que sacudió la elección
Durante su campaña, Fabricio Alvardo dijo que pretendía revertir las directrices de educación sexual, transformar el Instituto Nacional de la Mujer en un organismo para la familia, y anular un decreto que veda la discriminación contra personas sexualmente diversas en instituciones públicas. También defendió la práctica de las iglesias evangélicas de ofrecer tratamientos de 'cura' para el homosexualidad, y atacó al Tribunal Supremo Electoral por restringir el proselitismo político en las iglesias.
'En esta elección no se están jugando cosas pequeñas. En esta elección se está jugando la democracia, se está jugando la educación, la cultura, y sobre todo se están jugando los derechos humanos', advirtió recientemente el economista Leonardo Garnier, un exministro de Educación, durante el cierre de campaña de Carlos Alvarado. Garnier integra un sector del socialdemócrata Partido Liberación Nacional, el más grande y tradicional del país, que dio la adhesión a Carlos Alvarado. Otros dirigentes de esa bancada respaldaron a Fabricio Alvarado.
La exdefensora de los habitantes Montserrat Solano, quien renunció en marzo a su cargo, advirtió también sobre un retroceso. 'A 200 años de independencia, debemos decidir si continuamos el trabajo de nuestros ancestros de perfeccionar, con ciencia y razón, una república democrática y el estado de derecho (...) o perdemos nuestra herencia frente al dogma y la exclusión', publicó Solano en su cuenta de Twitter.
'En Costa Rica no podemos permitir atropellos contra los derechos humanos, ni amenazas de retiro de los marcos legales internacionales en que nos apoyamos', dijo, por su parte, la diplomática costarricense Cristiana Figueres, negociadora del Acuerdo de París sobre cambio climático.
Los resultados de este domingo muestran que la población optó -contrario a lo que mostraron las encuestas- por votar a favor de una agenda de derechos humanos, inclusión y discusión de las demandas de las minorías.