El segundo gobierno del FMLN ha entrado en la recta final de su mandato y, a tres meses para dejar la Casa Presidencial, el futuro de una de sus principales apuestas políticas y diplomáticas es un incierto. ¿Mantendrá el nuevo gobierno de Nayib Bukele las relaciones diplomáticas con China popular?
El martes 26, El Faro Radio entrevisto a Manuel Flores, diputado de la comisión de Relaciones Exteriores. Flores es una voz autorizada para hablar de China en El Salvador. Desde 2013 es vicepresidente de la federación de América Latina que busca reforzar los lazos de amistad con China Popular. También es presidente de la Asociación de Amistad El Salvador-China (Asachi) y actualmente integra la comisión especial que la Asamblea Legislativa formó 'para investigar todo lo relacionado con la supuesta denuncia al Tratado de Libre Comercio con la República de China (Taiwán) y asuntos conexos desde sus orígenes'.
Él advierte que sería un error político del nuevo gobierno -y un error para el país- si Bukele decide dar marcha atrás y minar los acuerdos alcanzados por el gobierno saliente. 'Que no se vaya a poner a pelear con la segunda economía del mundo', dijo, en alusión a la 'revisión' del establecimiento de relaciones diplomáticas con China que han anunciado emisarios de Nuevas Ideas.
'Hay que revisar cuál fue el acuerdo que se hizo con China', dijo Edwin Núñez, vocero de Nuevas Ideas para la empresa privada, el pasado 12 de febrero. 'Nosotros reconocemos a China como una de las mayores potencias económicas del mundo, pero también ha habido una relación de años y de apoyo con Taiwán', agregó Núñez.
Según el diputado Flores, dar marcha atrás a las relaciones diplomáticas no solo sería un giro en la política exterior, sino que supondría un golpe a la economía. 'Ya no estamos hablando de la China sin relación diplomática. Son 14 mil empresarios que importan productos desde China. ¿Qué puede ocurrir ante una eventual ruptura? Es el país que en 2029 se va a convertir en la primera potencia (del mundo)', dijo Flores, en la entrevista de El Faro Radio este 26 de febrero.
El diputado efelemenista también lamentó lo que, a su juicio, sería una prueba de la injerencia de Estados Unidos en los asuntos del gobierno de El Salvador. Cuatro días después de haber ganado las presidenciales, el primer acto político del presidente electo fue reunirse con la embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes.
El gobierno de Estados Unidos, y su embajada en El Salvador, también se han mostrado muy críticos del cambio de postura salvadoreña, pese a que Estados Unidos reconoce a China —y no a Taiwán— desde 1979. La embajadora Manes recuerda periódicamente en sus declaraciones públicas casos de intervención china en asuntos internos de otros países. Al respecto, Flores consideró que la embajadora ha sido 'injerencista' y ha dado 'declaraciones irresponsables' que respondían, hasta antes de febrero, a la campaña presidencial.
Consultado sobre si el rompimiento de relaciones con Taiwán fue una exigencia de China para entablar relaciones diplomáticas con El Salvador, Flores negó que ese haya sido un requisito o una injerencia de China. Según dijo, el reestablecimiento de relaciones tuvo a la base corregir un error histórico que data desde 1992, desde que existe el tratado internacional en el que se reconoce la existencia de una sola China.
'Taiwán no es un país. Es un archipiélago que históricamente ha sido territorio chino. Después del triunfo de Mao, en 1949, Chiang Kai-shek instaló su gobierno en una isla que es parte de China. Es como que aquí el perdedor de la guerra se vaya para Meanguera y establezca su gobierno', explicó Flores. Sin embargo, el gobierno de El Salvador solo reconoció a China en agosto de 2018, 10 meses antes de que terminara una década de gobiernos del FMLN. Flores admitió que 'desde 1992 El Salvador estuvo jugando con ese tratado', pero dijo que siempre hubo 'circunstancias geopolíticas' que habían impedido el establecimiento de relaciones.
Para el diputado Flores, 'este no es un tema ideológico. Me daría vergüenza que el nuevo gobierno rompa (con China) por mandato de Estados Unidos'. Flores dijo que este tema no se ha discutido aún con el gobierno entrante, porque el presidente electo Nayib Bukele no ha nombrado aún la comisión transitoria.
La apertura de relaciones diplomáticas entre El Salvador y China ha estado rodeada de secretismo oficial y de acusaciones, especialmente de quienes se sienten agraviados por el viraje diplomático. Entre ellos el derechista partido Arena, que por años sostuvo una relación cordial con Taiwán. Durante el gobierno de Francisco Flores, Taiwán donó millones de dólares para los damnificados por los terremotos de 2001, pero el dinero fue desviado por el expresidente y culminó en las cuentas del partido Arena. 10 millones de dólares fueron utilizado para financiar la campaña presidencial de Antonio Saca, en 2004.
En 2018, el subjefe de fracción del FMLN, Shafik Hándal, aceptó que el establecimiento de relaciones diplomáticas con China estaba anclado al proyecto de Zonas Económicas Especiales lanzado por la vicepresidencia y el ministerio de Economía. En julio, la ministra de Economía, Luz Estrella Rodríguez, no negó que los dos proyectos estuvieran hermanados, aunque el vicepresidente Óscar Ortiz declaró que ambos proyectos no tenían relación.
El diputado Flores acepta que ha habido empresas chinas, como APX, que hacen estudios en El Salvador desde 2015, para ver la factibilidad de inversión en zonas como el puerto de La Unión. Pero el diputado negó que esas incursiones se trataran de 'una avanzada diplomática', sino de una oportunidad de negocios.