El Salvador / Migración

Canciller Hill pide a migrantes que “le den chance” al gobierno de Bukele

La canciller salvadoreña, Alexandra Hill, pidió a los salvadoreños que no viajen a Estados Unidos de forma irregular por los peligros que representa, pero omitió, una vez más, cualquier crítica a los planes antiinmigrantes de Donald Trump. Durante la conferencia en la que anunció las gestiones para repatriar al joven y la niña que se ahogaron en el río Bravo, la funcionaria pidió paciencia para que el gobierno de Nayib Bukele provea oportunidades para todos y anunció una ofensiva contra los coyotes.


Miércoles, 26 de junio de 2019
Nelson Rauda Zablah

La canciller de El Salvador, Alexandra Hill, pidió a las familias salvadoreñas que le “den chance” al gobierno de Nayib Bukele para cambiar sus condiciones de vida y que no viajen hacia Estados Unidos. Hill hizo la petición en la conferencia de prensa que convocó para explicar las gestiones de repatriación de Óscar Martínez y Valeria, el joven salvadoreño y su hija que se ahogaron en el río Bravo, fronterizo entre Estados Unidos y México, este 23 de junio.

 

 

“Que una niña de un año y medio pierda su vida ahogada en un río no es justo. Nadie se debería de exponer a eso. Otra vez, le pido a todas las familias salvadoreñas que nos den un chance. Nuestro presidente Bukele está haciendo todo lo posible para que todos nosotros vivamos en un ambiente seguro y lleno de oportunidades para poder vivir dignamente”, dijo Hill.

La funcionaria imploró seis veces a los salvadoreños para que no migren, para que no se vayan del país y confíen en las transformaciones que el gobierno de Bukele ha prometido. Pero este año se ha ido más gente que el año pasado. Hasta mayo, las cifras de salvadoreños deportados desde México y Estados Unidos han aumentado un 20 % en comparación con 2018,  según la última actualización que la dirección de Migración y Extranjería. Entre el 1 de enero y el 8 de mayo de 2019, 78 salvadoreños han sido deportados en promedio, cada día. En el mismo periodo del año pasado, ese promedio fue de 66.

“Yo les quisiera implorar a todos y cada uno de nuestros hermanos que están pensando en migrar irregularmente que no lo hagan. Caminen con nosotros, caminen con este gobierno, dijo. La canciller agregó una promesa para los migrantes: que el presidente Bukele está trabajando “día y noche para generar oportunidades dignas de trabajo para todas y cada una de nuestras familias salvadoreñas”.  Hill no se comprometió con cifras. El Plan Cuscatlán, el programa de gobierno de Bukele, tampoco precisa una meta de plazas laborales a crear en el quinquenio. 

Según el tanque de pensamiento Fusades, cada año ingresan a la fuerza laboral 55,000 personas; no obstante, entre 2014 y 2018 solo se crearon 49,972 plazas de empleo formal, de acuerdo con el informe de coyuntura económica presentado en mayo de 2019. En cinco años no se llegó a cubrir la demanda de empleos que se necesita cada año. El 24 de junio, durante un conversatorio universitario en la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), Carmen Aída Muñoz —directora de la Cámara Americana de Comercio de El Salvador (AMCHAM)— mencionó que este año solo se han creado alrededor de 6,000 empleos en el país.

Desde el punto de vista económico, la petición de Hill también choca con una realidad: los aportes de los salvadoreños en Estados Unidos son una línea vital para el sostenimiento del país. Las remesas que los aproximadamente dos millones de salvadoreños que viven en Estados Unidos mandaron en 2018 sumaron 5,098.7 millones de dólares. Las remesas equivalen al 75 % del presupuesto nacional de 2019, y a un 20 %  del Producto Interno Bruto (PIB) del país, según el Banco Central de Reserva. Solo en los primeros tres meses de 2019, esa cifra fue de 1,230.8 millones de dólares. En promedio, las familias que reciben remesas consiguen 266 dólares, casi un salario mínimo. 

El llamado de Hill a quedarse en El Salvador también contrasta con una realidad que no da espacio a decidir. Muchos salvadoreños, más que migrar, huyen por sus vidas, para salvarse de la violencia. Hace solo ocho meses, varias caravanas de salvadoreños se unieron a un masivo éxodo centroamericano. Según ACNUR, la agencia de Naciones Unidas para refugiados, en 2018 hubo 46,800 salvadoreños que pidieron asilo en distintos países, pero principalmente en Estados Unidos. 

Este año, El Salvador ha promediado nueve homicidios diarios este año y tiene una tasa de judicialización de homicidios que ronda el 10 %. Dicho de otra manera: de los nueve homicidios de cada día, con suerte uno llegará a tribunales, y un porcentaje menor llega a una condena. Además, los cuerpos de seguridad están señalados por graves violaciones a los derechos humanos. En el quinquenio del gobierno anterior, hubo 223 víctimas de presuntas ejecuciones extrajudiciales o intentos de ejecuciones, de acuerdo con datos de la Procuraduría para la Defensa de Derechos Humanos.

A estos salvadoreños es que la canciller pide paciencia. “Les imploro que no expongan a sus hijos, que no se expongan ustedes. Somos salvadoreños, somos resilientes, podemos sobrepasar todo”, dijo Hill. “Dennos oportunidad para darles mejor calidad de vida a ustedes. Pero esto tiene que parar ya. Una vida humana no tiene precio. Por favor, madres, padres, salvadoreños todos, apoyémonos para quedarnos”, agregó. 

Una caravana de migrantes espera frente al portón de la aduana guatemalteca, en el paso de la frontera Tecún Umán. Más de 2 mil personas, procedentes de los países del Triángulo Norte de Centroamérica, llegaron a este lugar para cruzar a México y caminar hacia Estados Unidos. Foto: Víctor Peña.
Una caravana de migrantes espera frente al portón de la aduana guatemalteca, en el paso de la frontera Tecún Umán. Más de 2 mil personas, procedentes de los países del Triángulo Norte de Centroamérica, llegaron a este lugar para cruzar a México y caminar hacia Estados Unidos. Foto: Víctor Peña.

Los gobiernos sumisos

Una vez más, la ministra de Relaciones Exteriores omitió  criticar la conducta del gobierno estadounidense contra los ciudadanos centroamericanos. La administración Trump  ha querido limitar al máximo las solicitudes de asilos, y tiene miles de niños encerrados en condiciones insalubres, tanto que académicos y políticos se han referido a esos recintos como “campos de concentración”. Solo entre mayo y junio, 60,000 niños fueron detenidos por autoridades de migración estadounidense, según el secretario de Seguridad, Kevin Mcaleenan.

Para Óscar Chacón, cofundador y director ejecutivo de Alianza Américas, esa omisión de los gobiernos centroamericanos demuestra “una sumisión muy marcada a los designios de la Casa Blanca”.  Chacón tiene una larga experiencia trabajando con organizaciones de defensa de migrantes, además de cabildear con las más altas autoridades del Congreso y la Casa Blanca por iniciativas en favor de los migrantes.

“Parecería que hay una actitud de distanciarse de lo que debería ser una actuación de defensa de los nacionales en el exterior”, dijo Chacón. “Veo una actitud prácticamente negligente de los gobiernos en cuanto a no querer rescatar el rol que les debería de corresponder, de ser una voz en defensa a sus nacionales.

En sus declaraciones, la canciller Hill también revivió una vieja idea: la de perseguir a los coyotes que cobran por llevar gente a Estados Unidos. “A los traficantes de personas se les va a aplicar todo la de la ley. Vamos a reforzar y redoblar nuestras acciones contra estos seres inhumanos”, dijo. 

Chacón escucha en la canciller salvadoreña ecos del discurso estadounidense. “La tarea inmediata no es decirle a la gente no se vaya. Eso es lo que ha estado diciendo el departamento de Estado desde 2014. Se han gastado millonadas en campañas de decirle a la gente no se vaya porque es peligroso, ignorando completamente las razones fundamentales que explican porque la gente se va”, explicó Chacón. 

“La canciller va a tener un enorme desafío en cuanto a tener que aprender de manera acelerada que este tipo de discursos que casi suenan a un discurso que tiende a victimizar a las víctimas. Es como que algo malo se hizo y por eso pasó esta tragedia”, dijo Chacón. 

Para el experto, la situación de los migrantes va a tender a empeorar. Una de las razones es la inminente campaña electoral por la presidencia de Estados Unidos. “Donald Trump ha absolutamente identificado la penalización, el castigo, y el maltrato a los extranjeros como un elemento central en su mensaje de campaña”, dijo Chacón a El Faro. 

El Washington Post reportó este 25 de junio que la Casa Blanca ha puesto a tres aliados en las jefaturas de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). La movida servirá, según analistas, para garantizar la continuidad y severidad de las criticadas medidas de Trump. El nuevo jefe de Aduanas, Mark Morgan, ha dicho que “es capaz de identificar que niños y adolescentes se convertirán en pandilleros de la MS con solo mirarlos a los ojos”.

“Es obvio que Donald Trump ha emitido directrices muy claras para que se busque parar los flujos de manera forzado, usando medidas de castigo, violencia, fuerza militar para tratar de frustrar los movimientos poblacionales que se están dando en esta región. Desde mediados de los 80, según la evidencia que conocemos muy bien, este tipo de medidas solo conlleva a más tragedias humanas”, concluyó Chacón.

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