“Repitamos la 191”, “otra vez la 134”, dice German Cáceres desde el centro de la media luna que forma la orquesta sobre el escenario. Los números que les pide repetir responden a los compases que marcan secciones de la partitura que está ensayando junto a sus músicos para el que será su último concierto al frente de la Orquesta Sinfónica de El Salvador (OSES).
El próximo 26 de septiembre, Cáceres levantará su batuta por última vez y ese último concierto será la despedida anticipada con la que ha bromeado por años con sus músicos, a los que les decía, en ensayos y conciertos, 'ya estoy viejo”, 'si me quieren echar que me echen'. El director de orquesta, que cumplió 65 años el pasado mes de julio, dice ahora que se está acoplando a la disposición de retiro voluntario de empleados públicos, aunque las versiones de su salida que dan algunos de sus músicos sugieren que la medida no fue del todo voluntaria.
A una semana para su último concierto, no ha habido ningún anuncio oficial, ni de parte del maestro ni de ninguna jefatura del Ministerio de Cultura, pero su salida es irrevocable. El 18 de septiembre, durante uno de los ensayos de su concierto final, Cáceres confirmó su retiro pero no quiso ahondar en las razones de su súbita despedida. Al menos no por ahora. 'En los conciertos de la otra semana voy a dar unas palabras de cierre', dijo a El Faro.
La pieza que se presentará el 25 y 26 de septiembre se llama Diferencias y es de su autoría; una pieza en allegro o que marca un compás rápido, una tonada dramática para los oídos inexpertos en música académica, cuando en realidad la pieza evoca suspenso. Puras coincidencias, ya que suspenso y drama arropan estos días a los músicos del maestro Cáceres, que ha dirigido a la OSES por 32 años, convirtiéndose en uno de los pilares de la música académica salvadoreña.
El lunes 16 de septiembre, a media mañana, mientras los músicos estaban en receso recibiendo su boleta de pago, Cáceres se acercó a uno de ellos para decirle: “esta es mi última boleta”; a otros los reunió en pareja ese mismo día para contarles que el viernes 13 le habían dicho que llegaba hasta fin de mes. El Faro habló con cinco músicos de la orquesta bajo la condición de anonimato por temor a represalias, cuya versión de lo ocurrido relatada por el director de orquesta coincidía en que fue convocado al despacho de la directora general de artes, Mariemm Pleitez, junto a un empleado del área jurídica, en donde le informaron que debía dejar el cargo como líder de la OSES porque ya estaba en edad de jubilarse.
Cáceres ha sido el director de la orquesta por más de tres décadas, y los músicos que entraron al mismo tiempo que él le reconocen, más allá de sus méritos académicos, haberle dado forma y estructura al trabajo que realizan al compás de su batuta. Bajo su dirección, la OSES armó por primera vez un programa anual de conciertos, se amplió el repertorio bibliográfico de las piezas que se ejecutan. Un precedente importante fue conseguir un fondo para traer a músicos extranjeros como invitados a tocar con la sinfónica, lo que permitía oxigenar la técnica de los músicos locales. Entre los invitados destacan el Cuarteto Latinoamericano, un cuarteto mexicano de cuerdas fundado en 1981; y los hermanos Narciso Figueroa y Guillermo Figueroa, que sentaron las bases de una de las dinastías musicales de Puerto Rico.
A este director de orquesta y oboísta la música lo fascinó desde pequeño, una afición heredada de su padre, un coleccionista que no dudó en apoyar su vocación por el estudio de las partituras. Inició sus estudios musicales en San Salvador, donde cursó armonía, contrapunto y formas musicales con los maestros Ion Cubicec y Esteban Servellón. En 1973 partió al prestigioso conservatorio de artes escénicas Juilliard, en Nueva York y, once años más tarde, se recibió como Doctor en Artes musicales por la Universidad de Cincinnati.
En 41 años de trayectoria, ha compuesto 88 piezas que han sido ejecutadas en más de 20 países entre América y Europa. Recibió en 1982 el Premio Nacional de Cultura y diez años más tarde, el gobierno de Francia le otorgaba la Orden de Caballero de las Artes y las Letras, seguido de la Orden de Rio Branco, de parte del gobierno de Brasil (1999) y la Orden al Mérito de la República Federal de Alemania (2008).
Cáceres dejará el escenario como director de la Sinfónica la próxima semana, sin avisos, hasta la fecha, de reconocimientos u homenajes por su trayectoria desde lo oficial para alguien que ha formado generaciones de músicos que encontraron en la OSES un oasis académico en medio de un país que tiene una deuda de más de 20 años con la formación artística. La edad, reconocen los músicos que crecieron con él, no debería ser un factor determinante y comparan la figura del director con un instrumento de cuerdas: “mientras más tiempo tiene, mejor suena; no es como un mueble. Al contrario, mientras más años acumula un director de orquesta, su técnica es mejor”.
Posterior a la elección presidencial que dio la victoria a Nayib Bukele, la ahora ministra de Cultura, Suecy Callejas, adelantaba en una entrevista con El Faro la necesidad de renovación dentro del Ministerio, así como de crear un sistema de pensiones diferenciado para los artistas según su disciplina: “Hay una Compañía Nacional de Danza, un Ballet Folclórico, una Orquesta Sinfónica, en la cual la gente se jubila a los 65 años. Andá ve cuál es la edad media y cuántas plazas se abren anualmente. Además, aquí la gente se puede jubilar y seguir trabajando. Y está permitido legalmente porque las pensiones son muy bajas y el Estado lo sabe”.
El Faro intentó obtener una reacción de la ministra Callejas y de la directora de Artes del Ministerio, Mariem Pleitez, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta. El ministerio delegó al gerente de prensa, Gerardo Parker, para explicar las razones técnicas que motivaron el cese del contrato del director y compositor, y sobre el perfil y nombre del nuevo director, pero Parker tampoco atendió a este medio.
A falta de información oficial de parte de las autoridades del ministerio, los músicos elucubran sobre las razones de fondo de esta decisión. Entre ellas, que la administración busca un perfil más joven al frente de la OSES como el del guatemalteco Martín Corleto, quien ha sido director invitado de la Orquesta Sinfónica de Guatemala y ha dirigido la Orquesta Nacional Juvenil Intercultural de Guatemala, la Orquesta Sinfónica Juvenil Hans Castro y la Orquesta Juvenil Sonidos de Esperanza.