El Consejo Editorial de la Revista Factum separó temporalmente a su codirector y fundador, Héctor Silva Ávalos, de cualquier actividad relacionada con la revista, mientras investiga su posible relación con el empresario y político Adolfo Salume Artiñano, conocido como Fito Salume, que en un comunicado publicado hoy en dos periódicos impresos asegura haber financiado la fundación y el primer año de operaciones de ese medio de comunicación, que está a punto de cumplir cinco años de existencia.
“Como parte de mi interés en el combate de la corrupción y otros delitos, en el año 2014 contraté a Héctor Silva para fundar revista Factum”, dice el comunicado, publicado este 15 de octubre. “Aunque mi compromiso con la verdad sigue vigente hasta el día de hoy, aclaro que al año siguiente de su fundación, en el 2015, decidí retirarme de Revista Factum luego de que Héctor Silva encontrara nuevas formas de financiamiento para el sostenimiento y desarrollo de dicho medio”, añade.
Héctor Silva Ávalos es tajante al negar lo dicho por Salume: “Todo eso no es cierto”. En respuesta al comunicado, el periodista aseguró a El Faro que Salume no participó en forma alguna de la creación de Factum, y afirmó que tampoco él ha recibido en ningún momento de su carrera dinero del empresario ni ha trabajado para él.
Fito Salume, propietario de un extenso entramado de empresas entre las que se encuentra el medio digital Diario 1, no ha hecho pública ninguna prueba que sustente sus afirmaciones, ni quiso responder a El Faro cuando le pidió documentos que respalden sus supuestos pagos a Silva Ávalos o cualquier relación contractual con él o con Factum. Entrevistado vía mensajes escritos por El Faro, Fito Salume se limitó a reafirmar lo dicho en el comunicado. 'Yo fundé Factum', llegó a escribir.
El Faro preguntó al empresario Salume cómo comprueba que contrató a Silva Ávalos y si este recibía un pago mensual. 'Prefiero no dar esos detalles, pero si recibía un honorario por su trabajo', dijo.
―¿Solo honorarios profesionales?
―Honorarios profesionales y gastos menores. De registro de marca (de la revista) y demás. Lo que se necesita para iniciar una revista digital.
Silva Ávalos insiste en que el dicho de Salume es falso. “No es cierto. Nunca he estado bajo contrato de Fito Salume. Tampoco es cierto que se retiró de la revista, simplemente porque él nunca estuvo en la revista”, responde.
Salume tampoco quiso explicar a El Faro por qué hace esta declaración en este momento y no cuando comenzaron los cuestionamientos a Factum por parte del ahora presidente Nayib Bukele, que ha insistido públicamente en esta supuesta vinculación con Salume como una forma de cuestionar la independencia de la revista. El comunicado aparece publicado un mes después que Silva Ávalos y su equipo revelaran que la empresa Alba Petróleos, investigada por lavado de dinero por la Fiscalía, otorgó un préstamo de 1.9 millones de dólares al presidente Bukele cuando este se desempeñaba como alcalde de Nuevo Cuscatlán.
Doce días después de esa publicación, el 23 de septiembre, tres ministerios del gobierno de Bukele (Hacienda, Trabajo y Salud) iniciaron una veintena de auditorías contra empresas de Salume que llevaron al cierre de cinco restaurantes de Mister Donut, una de las empresas de Salume. En el contexto del cierre de los restaurantes, el presidente Bukele insistió de manera burlesca en la supuesta relación entre la Revista Factum y el empresario afectado. “Dicen que en la sala de redacción de la 'Revista Fitum' están como locos y no hayan que publicar para cumplirle al jefe. #periodismoindependiente”, escribió en su cuenta de Twitter el pasado seis de octubre.
En los últimos meses, Bukele había arreciado sus ataques a Factum a través de esta presunta relación. El 30 de abril, el entonces presidente electo tuiteó: “Hoy FACTUM se graduó de Fake News, 'interpretando' tuis con cosas que no tienen nada que ver. ¿Método periodístico? ¿Dónde? @FitoSalume deberías de decirle a tu empleado @HsilvAvalos que deje de hacer sicariato periodístico. Ya que entiendo que es un tema de dueño del circo”. La Revista Factum, que ya en enero de 2017 había publicado un editorial desvinculándose de Fito Salume y negando cualquier participación de este en su accionariado o vínculos económicos con la revista, respondió en ese momento con un nuevo comunicado negando cualquier relación de la revista y de Silva Ávalos con Salume.
El gobierno de Nayib Bukele se ha caracterizado en sus primeros meses por sus diversos ataques a medios de comunicación, especialmente contra aquellos más críticos o con más trayectoria de periodismo de investigación. A inicios de septiembre negó de forma arbitraria el acceso de periodistas de Factum y de El Faro a una conferencia de prensa en la que anunció un acuerdo por la OEA para crear una comisión de investigación contra la corrupción. En medio de diferentes pronunciamientos de organizaciones de defensa de la libertad de expresión, el Ejecutivo retiró días después el veto impuesto a ambos medios. El Diario de Hoy, por su parte, ha denunciado públicamente que la Presidencia de la República le retiró pauta de publicidad cuando denunció en sus páginas ese bloqueo a periodistas.
El comunicado de Fito Salume coincide también con diversos ataques cibernéticos que han tenido fuera de la red a Factum durante más de 72 horas. Sus servidores comenzaron a registrar actividad inusual el sábado 12 de octubre y en el momento de esta publicación el equipo de la revista no había conseguido volver a ponerla al aire todavía.
Investigación interna
Fundada en 2014 por los periodistas Héctor Silva Ávalos y Orus Villacorta, Factum se ha caracterizado en el último lustro por ofrecer un periodismo crítico con todas las fuerzas políticas y sectores, e investigaciones que revelaron, entre otros temas, la existencia de grupos de exterminio en la Policía Nacional Civil o presuntos actos de corrupción en la alcaldía de San Salvador bajo la administración de Nayib Bukele. En 2015 se unió como socio de la revista el periodista César Castro Fagoaga, quien desde entonces ejerce como codirector del medio.
La noche antes de la publicación del comunicado, Castro Fagoaga reveló a El Faro que el Consejo Editorial de Factum ha decidido emprender una investigación periodística sobre el financiamiento que sirvió para la fundación de la revista, para esclarecer si Salume tuvo o no participación en ella. 'Mientras esa investigación esté en curso, el codirector (Silva Ávalos) estará al margen de toda actividad relacionada con la revista”, añadió.
Silva Ávalos defiende que Factum inició operaciones en 2014 sin ninguna fuente de financiamiento externa y luego buscó dos opciones para sostenerse: cooperación internacional e inversionistas privados. “En esa segunda idea de financiamiento (inversión privada), me reuní con varios empresarios salvadoreños, entre ellos Fito Salume. Hablamos de encontrar formas de que invirtieran en el proyecto, pero no llegamos a ningún acuerdo. Los empresarios de El Salvador no estaban listos para un proyecto de periodismo independiente. Querían tener el control editorial”, explica.
Factum ya había hablado públicamente de ese acercamiento con empresarios salvadoreños, aunque sin nombrar a Fito Salume. En el 'Quienes somos' del medio se lee que para poder financiar el proyecto periodístico exploraron en 2014 la posibilidad de crear un fideicomiso alimentado con fondos privados, que estaría bajo el control total de Factum. 'Sin embargo, desechamos casi de inmediato esa idea al hacer exploraciones con algunos empresarios privados salvadoreños y darnos cuenta de que, en la mayoría de los casos, no estaban interesados en financiar algo sobre lo que no tuvieran al menos algún control, algo que rehuimos desde el inicio', dice el texto institucional.
'Desde 2017, Revista Factum es propiedad de Factum Media S.A. de C.V., cuya junta directiva está formada por los tres periodistas mencionados (Silva Ávalos, Villacorta y Castro Foagoaga). Antes de eso, la revista digital se mantuvo como organización sin fines de lucro adscrita a la Fundación de Estudios Estratégicos para la Democracia, una organización no gubernamental salvadoreña sin fines de lucro inscrita en el Ministerio de Gobernación de El Salvador', añade la página web.
Pese a la negativa de los periodistas y propietarios de la revista, las sospechas sobre la posible relación entre Fito Salume y Factum se habían sostenido hasta el momento en el hecho de que, pese a no ser accionista de la revista, el empresario es propietario del registro de la marca comercial 'Factum' en El Salvador. Al respecto, Silva Ávalos ha dicho en varias ocasiones desconocer por qué una de las empresas de Salume, Sistemas Comestibles, S.A de C.V, inscribió esa marca el Registro de la Propiedad Intelectual. “Yo me enteré de eso cuando enfrenté una demanda por difamación de parte de Enrique Rais. Él (Salume) registró varios dominios. No te sé decir por qué lo hizo”.
¿Quién es Fito Salume?
Además de ser fundador de Diario 1 y Mister Donut, Salume es dueño de Molsa, una de las principales harineras que durante más de medio siglo ha controlado una parte importante del mercado de harina para pan en el país. En 2015 se lanzó a la política como candidato a la alcaldía de San Salvador con el partido Democracia Salvadoreña, en las elecciones en que el ahora presidente Bukele conquistó la comuna capitalina. Cuatro años más tarde, siempre con Democracia Salvadoreña, Salume Artiñaño apoyó la candidatura presidencial del candidato arenero Carlos Calleja.
En 2014 El Faro publicó el reportaje La historia del periodista Lafitte Fernández, el Cártel de Texis y el Payaso Tontín, en el que se daba cuenta de cómo un payaso aseguraba haber sido contratado por Fernández, ex director de Diario 1, para colocar unos comunicados en los periódicos del país. Estos cuestionaban la diligencia con que las autoridades perseguían al Cártel de Texis luego de que este periódico revelara su existencia. Los dueños de Texis, ahora acusados de lavado de dinero, eran propietarios de Gumarsal, una harinera competencia de Molsa. Salume Artiñano reconoció a El Faro que había un vínculo laboral con Fernández pero descartó estar detrás de la trama de los campos pagados.
Molsa, una de las principales empresas de Salume, tampoco se escapa de controversias. En 2016, El Faro reveló que el empresario acudió al despacho jurídico panameño Mossack Fonseca, protagonista en la investigación de los 'Panamá Papers', para adquirir una empresa offshore a la que sus compañías pagaron servicios de asesoría. El uso de esos pagos para reducir la factura fiscal lo llevó una batalla legal con el Ministerio de Hacienda por el pago de 187 mil dólares porque esta entidad consideró que la asesoría es un servicio innecesario. Como trasfondo, la empresa que dio asesorías a Molsa, Murriel Trading LLC está domiciliada en un paraíso fiscal, Nevada, Estados Unidos, y había sido adquirida por Salume en 2008.
Murriel Trading LLC es una sociedad pantalla, que fue estructurada para conservar el anonimato del cliente. Al seguir la pista de las sociedades que están tras ella, al llegar al último eslabón aparece la Cruz Roja Internacional como propietaria. Mossack Fonseca usó fraudulentamente y con conocimiento de Salume o del personal de sus empresas, el nombre de la institución de socorro, que negó estar vinculada a la firma panameña. 'La Cruz Roja nunca ha tenido ninguna relación con Mossack Fonseca', dijo la entidad a El Faro en 2016.