El Gobierno mexicano probó su determinación de impedir el paso de caravanas de migrantes centroamericanos por su territorio: este jueves 23 de enero, un contingente de policías federales, guardias nacionales y agentes de Migración instalaron un cerco infranqueable para impedir el paso de los migrantes que pretendían avanzar hasta la sureña ciudad de Tapachula, en el Estado de Chiapas.
Este parece ser el último episodio de una travesía que comenzó una semana atrás, cuando miles de centroamericanos, mayoritariamente hondureños, salieron de sus países con la intención de atravesar México en masa hasta alcanzar la frontera de Estados Unidos. La primera oleada de migrantes fue engañada por las autoridades de Migración, quienes los convencieron de abordar autobuses prometiendo que les conducirían a 'lugares seguros' desde donde podrían gestionar permisos de trabajo. A horas de que los centroamericanos accedieran a abordar los autobuses, el Instituto Nacional de Migración publicó un comunicado en el que informaba que la mayoría serían deportados casi de inmediato a sus países de origen.
Sin embargo, un segundo grupo de migrantes comenzó a acumularse en la ribera guatemalteca del río Suchiate, que sirve de frontera natural entre el departamento de San Marcos, en Guatemala, con el Estado de Chiapas, en México. Durante la madrugada del 23 de enero, unas 3,000 personas atravesaron el río, aprovechando que el verano ha reducido al mínimo su caudal, y comenzaron a avanzar en masa desde el municipio fronterizo de Ciudad Hidalgo, con la intención de alcanzar Tapachula, municipio icónico en la ruta de los indocumentados de Centroamérica. Jamás llegaron a su destino: en la carretera que conecta las dos ciudades, las autoridades mexicanas habían montado un imponente operativo.
La caravana literalmente se estrelló al final del día contra el cerco de escudos de la Policía Federal. Luego de un breve pandemonio en el que se utilizaron gases lacrimógenos, golpes de porras y una cacería sin tregua, la caravana fue desarticulada en su totalidad y sus miembros conducidos a estaciones migratorias. El muro mexicano antiinmigrantes ganó la partida.