El Salvador / Política

Silva Pereira: regresa el fantasma del narco en la política salvadoreña

El exdiputado pecenista Roberto Silva Pereira, deportado por Estados Unidos, ya guarda prisión a la espera de un juicio pendiente por lavado de dinero y cohecho. Su regreso reabre uno de los pasajes más oscuros de la historia política salvadoreña y guatemalteca: el asesinato de tres diputados de Arena en el Parlacen y la infiltración del narcotráfico y el crimen organizado en las instituciones de ambos países. 


Jueves, 9 de enero de 2020
Sergio Arauz y Nelson Rauda

El ex diputado suplente por el PCN, Roberto Carlos Silva Pereira , fue extraditado al país en un vuelo federal de Estados Unidos. Silva Pereira es acusado de cohecho y lavado de dinero. Además es acusado de ser el autor intelectual del asesinato de tres diputados salvadoreños en territorio guatemalteco en el año 2006. Silva Pereira es trasladado cerca de la pista del aeropuerto internacional monseñor Romero, en San Luis Talpa, La Paz. Foto: Víctor Peña.
El ex diputado suplente por el PCN, Roberto Carlos Silva Pereira , fue extraditado al país en un vuelo federal de Estados Unidos. Silva Pereira es acusado de cohecho y lavado de dinero. Además es acusado de ser el autor intelectual del asesinato de tres diputados salvadoreños en territorio guatemalteco en el año 2006. Silva Pereira es trasladado cerca de la pista del aeropuerto internacional monseñor Romero, en San Luis Talpa, La Paz. Foto: Víctor Peña.

Roberto Carlos Silva Pereira aterrizó en El Salvador a las 2:10 de la tarde de este miércoles 8 de enero. Vino deportado junto más de un centenar de salvadoreños en un vuelo federal procedente de un aeropuerto de Arizona, Estados Unidos. Este exdiputado del Partido de Conciliación Nacional (PCN) volvió para enfrentar un caso de soborno y de lavado de dinero, pero su nombre y las investigaciones que pesan en su contra (dentro y fuera del país) trascienden a los delitos por los que tiene un proceso judicial. El “Perico” Silva, como le conocían sus allegados, es señalado como autor intelectual del secuestro y asesinato de tres diputados de Arena en el Parlamento Centroamericano, crimen ocurrido  en Guatemala, en febrero de 2007, y que desnudó la infiltración del crimen organizado en la política y en las instituciones del Estado de ambos países. 

Silva Pereira se convirtió en noticia nacional en 2006, cuando siendo diputado suplente del PCN fue desaforado para enfrentar un proceso judicial en Cámara Primera de lo Penal y a la que hoy por la tarde fue presentado. Hace 13 años lo delató la extraña bonanza con la que se paseaba por la capital del país: se movía en un Porsche o en BMW o en un Maserati, autos de lujo que desentonaban con los 30 mil anuales en ingresos que había declarado a la Sección de Probidad. Si en la Política se juega a las apariencias, Silva Pereira no respetaba las reglas y presumía sin tapujos su irregular bonanza.  

Esta tarde, tras bajarse del avión Boeing 737, fue escoltado por Policías fuertemente armados. Le pusieron un chaleco antibalas y un casco. Silva Pereira es uno de los políticos que más información tiene sobre uno de los pasajes más oscuros de la historia política salvadoreña y guatemalteca. Por eso el nuevo Gobierno lo custodia al más alto nivel. En el trayecto de la pista hacia una oficina dentro del aeropuerto fue escoltado  por el director de la Policía Nacional, Mauricio Arriaza y el viceministro de Seguridad, Osiris Luna, otrora diputado suplente del diputado y jefe de Gana Guillermo Gallegos, otrora amigo de Silva Pereira y de Adolfo Torrez, el exlíder departamental de Arena que le ofreció librarlo de cualquier cargo a cambio de medio millón de dólares. El arribo de Silva Pereira reencuentra a los viejos personajes de la política de hace más de una década con los rostros más visibles de la política actual.

La expulsión de Estados Unidos ocurre 13 años después de un asilo sui generis para un político perseguido por lavado y por narcotráfico en Guatemala y El Salvador.  En 2007, luego de haber huído del país, fue detenido por agentes migratorios de la ciudad de Anaheim, en el condado de Orange, California, y luego trasladado a una cárcel de Arizona, donde pidió asilo político. En noviembre de 2009, un juez federal se lo otorgó, pero este le fue revocado en julio de 2016. Fuentes fiscales y del gobierno aseguran que hubo un lapso de tiempo en Estados Unidos en el que gozó de libertad, aunque fue detenido de nuevo el año pasado por ser indocumentado. 

Esta tarde, la embajada estadounidense en El Salvador intentó desligarse de los beneficios que ese país dio por años a Silva Pereira. “El ex diputado Silva Pereira fue deportado a #ElSalvador hoy para enfrentar cargos pendientes ante la justicia salvadoreña. Sus repetidos intentos, durante años, de abusar del sistema de asilo político no pudieron evitar que fuera enviado a responder por sus supuestos crímenes”, tuiteó la cuenta oficial de la embajada. 

Según el expediente judicial en Estados Unidos, los abogados de Silva Pereira solicitaron que su deportación se hiciera hacia Nicaragua argumentado que en El Salvador podía ser sujeto de torturas.  

Esta tarde le hicieron un chequeo médico y le leyeron sus derechos al anunciarle que sería trasladado al penal de Máxima Seguridad en Zacatecoluca, conocido como Zacatraz. Ya ahí, en una de las celdas de esa cárcel cuestionada por violar los derechos humanos de los reos por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el nuevo Gobierno hizo de su encierro una escena de Twitter: “Director @OsirisLunaMeza, este hombre debe estar vigilado 24/7 por personal de confianza. Estoy seguro que hay personas que no escatimarían recursos para atentar contra su vida y silenciarlo”, escribió el presidente. “Cumpliré su orden Presidente @nayibbukele, tomaremos todas las medidas necesarias de seguridad”, respondió Luna. 

El ex diputado suplente por el PCN, Roberto Carlos Silva Pereira , fue extraditado al país en un vuelo federal de Estados Unidos. Silva Pereira es acusado de cohecho y lavado de dinero. Además es acusado de ser el autor intelectual del asesinato de tres diputados salvadoreños en territorio guatemalteco en el año 2006. Silva Pereira es trasladado cerca de la pista del aeropuerto internacional monseñor Romero, en San Luis Talpa, La Paz. Foto: Víctor Peña.
El ex diputado suplente por el PCN, Roberto Carlos Silva Pereira , fue extraditado al país en un vuelo federal de Estados Unidos. Silva Pereira es acusado de cohecho y lavado de dinero. Además es acusado de ser el autor intelectual del asesinato de tres diputados salvadoreños en territorio guatemalteco en el año 2006. Silva Pereira es trasladado cerca de la pista del aeropuerto internacional monseñor Romero, en San Luis Talpa, La Paz. Foto: Víctor Peña.

Otro pecenista tras las rejas

Silva Pereira fue electo diputado suplente por el PCN para el período 2006-2009.  Su compañero de fórmula era Elizardo González Lovo, exdiputado del PCN que aún está en el directorio nacional del PCN, el partido que recién se ha convertido en el nuevo aliado del gobierno de Nayib Bukele. González Lovo fue uno de sus padrinos políticos en aquel momento y uno de sus principales testigos en una corte de Estados Unidos en la que solicitó asilo con el argumento de que El Salvador era perseguido político. 'En este país no se la podido comprobar un delito. Si el fiscal general dice que no encontró droga en las tenencia de Silva , y el lavado de dinero no lo pueden probar, para mi sigue siendo un perseguido político', declaró a Diario El Mundo en 2009. En la actualidad, González Lovo aparece en la planilla de empleados de la Asamblea Legislativa con un salario de 2,500 dólares. 

La Fiscalía de la administración de Félix Garrid Safie acusó a Silva Pereira por  lavado de dinero y cohecho (sobornos) tras una investigación que detectó que por las cuentas de Silva Pereira y su familia pasaron al menos 12 millones de dólares, muchos de ellos provenientes de fondos de 10 alcaldías gobernadas por Arena, PCN y FMLN. La Fiscalía actual de Raúl Melara asegura que el monto asciende a 14 millones. Según el expediente de investigación, las alcaldías beneficiaron con obras de construcción que no fueron licitadas a dos de las empresas de Silva Pereira. 

Un informe de la Fiscalía también contiene indicios de que el exdiputado tenía conexiones con un grupo de narcotraficantes conocidos como Los Perrones, quienes operaban en el oriente de El Salvador. Sin embargo, la investigación por narcotráfico nunca llegó a un tribunal.  “Transporta la droga vía marítima a la Isla Corral de Mulas, lugar donde SILVA PEREIRA tenía un rancho de su propiedad.” Dice un reporte de la Fiscalía publicado por el sitio Personas de Interés y cuya copia fue entregada a El Faro a principios de 2012 por un agente del OIE. Según este expediente,  la propiedad del Silva Pereira almacenaba la droga y luego la metía “en los barcos pesqueros de su propiedad, cubriendo la droga con pescado.” 

Roberto Silva Pereira huyó de El Salvador en marzo de 2007, tras ser uno de los principales acusados de haber mandado a matar a 3 diputados de Arena y su motorista. Según un testimonio judicial del caso, él estaba convencido de que el diputado del Parlacen Eduardo d’Aubuisson (hijo del fundador del partido Arena y hermano del actual alcalde de Santa Tecla, Roberto) lo había delatado ante la DEA.

Una investigación de 2015 de El Faro detalló, gracias al testimonio de uno de los testigos clave y otras fuentes, cuál fue el papel de Silva Pereira en la planificación del asesinato. Este reportaje describe cómo un coyote guatemalteco identificó a Silva Pereira como “El Perico” y lo ubicó en un restaurante conocido como Rancho Guarumo, propiedad en aquel  momento del alcalde de Ahuachapán, Abilio Flores, afiliado al PCN. Según uno de los testigos clave del juicio en Guatemala se le ordenó omitir durante las indagaciones  el nombre del Coronel Óscar Armando Villanueva. 

Dice el relato: “El 4 de octubre de 2006, el coyote guatemalteco acompañó a los dos coyotes salvadoreños a recoger el dinero para enviar a algunos migrantes. Llenaron combustible en una gasolinera de Usulután, propiedad de Silva Pereira, y condujeron hasta La Ceiba de Guadalupe, en Antiguo Cuscatlán. Apareció Silva Pereira en un Hilux negro con dos guardaespaldas atrás e hizo señas de que lo siguieran. Silva Pereira condujo hasta la entrada a San Sebastián Salitrillo, Santa Ana. Entraron al restaurante Rancho Guarumo. Empezaron a llegar camionetas, una con placas guatemaltecas y el resto con placas salvadoreñas, al pequeño restaurante de madera y ramada: un Avalanche verde, un Hilux blanco, un Audi, una Ford Explorer y una Four Runner. Contando a los tres coyotes, eran 14 personas en el restaurante. El coyote guatemalteco recuerda que lo impresionaron los vehículos de lujo y la decoración de alguno de los hombres: 'Una cadena gruesa y una gran esclava en la mano izquierda'”. 

Un expediente judicial archivado en los Tribunales en Guatemala confirma que los policías a cargo de los asesinatos fueron condenados principalmente por pruebas de vídeo, GPS y mapa de llamadas telefónicas, mientras que los autores intelectuales cayeron gracias a dos testigos: uno con clave Fredys y un coyote guatemalteco. Uno de los testimonios apunta a que el principal objetivo de Silva Pereira era Eduardo d’Aubuisson. 

Silva Pereira no es el primer pecenista señalado por lavado y narcotráfico. Tampoco es el primero que enfrenta un juicio y guarda prisión. En 2018, un juzgado confirmó la condena contra el exdiputado suplente Wilber Rivera Monge, señalado por sus vínculos con el narcotraficante Jorge Ernesto Ulloa Sibrián. Rivera monge era el suplente del actual diputado pecenista Reynaldo Cardoza, que también ha sido señalado por organismos de inteligencia del Estado por sus cercanías con el Cártel de Texis. 

Imagen tomada a Adolfo Torrez el 14 de abril de 2009, mientras escuchaba la grabación de una conversación que él tuvo con el ex diputado Roberto Silva Pereira. En la plática, el dirigente partidario pide medio millón de dólares al ex legislador a cambio de desvanecerle los cargos penales. Foto Archivo El Faro 7 Mauro Arias. 
Imagen tomada a Adolfo Torrez el 14 de abril de 2009, mientras escuchaba la grabación de una conversación que él tuvo con el ex diputado Roberto Silva Pereira. En la plática, el dirigente partidario pide medio millón de dólares al ex legislador a cambio de desvanecerle los cargos penales. Foto Archivo El Faro 7 Mauro Arias. 

Con Silva también regresa la Arena de Adolfo “Chele Tórrez

Cuando Arena finalizaba sus 20 años en el Ejecutivo, en 2009, el nombre de Silva Pereira volvió a convertirse en noticia tras una investigación de  El Faro que reveló una conversación en la que Adolfo Tórrez, exdirigente de Arena, le pedía medio millón de dólares para desvanecer los cargos penales en su contra.

La vuelta de Silva Pereira también es un recordatorio para funcionarios del actual gobierno de su pasado e involucramiento con algunos de los políticos más cuestionados durante los gobiernos de Arena, de esos personajes que el presidente Bukele ha etiquetado como “los mismos de siempre”, pero que ahora han encontrado cobijo en su gabinete.  

El otrora director departamental de San Salvador y pieza clave en la estructura partidaria de la Arena del expresidente Antonio Saca, convocó el 15 de abril de 2009 a una conferencia de prensa horas después de que El Faro publicara su conversación con Silva Pereira. En una fotografía de esa conferencia, Tórrez aparece flanqueado por dos miembros de su comando de campaña: René Rendón Silva, un exarenero y operador político, y Ricardo Cucalón, el director de migración del actual gobierno de Nayib Bukele.

Rendón Silva dijo a El Faro este 8 de enero que Cucalón fue “parte del grupo más íntimo, el grupo de apoyo más cercano a Adolfo (Tórrez)”. El ahora funcionario fue jefe de comando distrital, dentro de la dirección departamental de Arena en San Salvadorcuando Torrez era el director departamental del partido en San Salvador. “Él tenía a cargo un comando distrital, una zona de San Salvador, entre otras actividades de confianza de Adolfo Torrez. Él tenía el control territorial de campaña, visita a las sedes. Él era jefe de comando de uno de los municipios. y tuvo una labor muy de confianza dentro de Arena”.

La cercanía de Cucalón también queda manifiesta en una fotografía publicada en El Diario de Hoy el 3 de junio de 2009, donde aparece cargando el cadáver de Tórrez, a la salida del instituto de Medicina Legal.

 

Otro miembro de ese equipo de trabajo de Torrez fue el ahora diputado de Gana, Guillermo Gallegos, también aliado del presidente Bukele. Torrez de hecho fue uno de los padrinos políticos de Gallegos en los inicios de su carrera política.

Rendón Silva ve en el regreso de Silva Pereira al país “una intención política, más que hacer justicia”, tomando en cuenta que 2020 es un año preelectoral. “La intención es debilitar a Arena, pero se les olvida que toda esta camada que se fue a fundar Gana venía de Arena. Pero por diez años se ha rumorado sobre elementos de otros partidos políticos, cosas que rodearon la muerte de Adolfo, de personajes actualmente en la política que estuvieron cerca en ese entonces, en las últimas horas de Adolfo”, dijo Rendón Silva sin querer mencionar nombres.

Adolfo Torrez murió en junio de 2009, días después de haber asegurado a sus allegados que temía por su vida. Según la Fiscalía, el ex dirigente arenero se suicidó en en jardín de su residencia. La investigación de la muerte Torrez fue cerrada rápidamente por la fiscalía de Astor Escalante, aunque no se le encontraron restos de pólvora en las manos.

 

Esta foto fue tomada momentos previos al inicio de una conferencia de prensa de abril de 2009. Detrás de Adolfo Torrez, acompaña Ricardo Cucalón, apoyo político del ex dirigente departamental de Arena. Foto cortesía de René Rendón Silva, amigo y apoyo político de Tórrez que también aparece en la foto.
Esta foto fue tomada momentos previos al inicio de una conferencia de prensa de abril de 2009. Detrás de Adolfo Torrez, acompaña Ricardo Cucalón, apoyo político del ex dirigente departamental de Arena. Foto cortesía de René Rendón Silva, amigo y apoyo político de Tórrez que también aparece en la foto.

 

 

 

 

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