Susana Elizabeth Recinos Montes ganó el contrato para operar la cafetería interna del Ministerio de Hacienda, pese a que no tenía la capacidad económica para prestar ese servicio. No tenía ni el equipo ni el capital de trabajo para el proyecto. Por eso, luego de asegurar el negocio con Hacienda, la señora Recinos Montes presentó un legajo de documentos al Banco de Desarrollo de El Salvador, conocido comercialmente como Bandesal, para solicitarles un crédito del estatal Fondo de Desarrollo Económico (FDE).
Según los documentos, la señora Recinos Montes necesitaba $22,514.02 para financiar la compra de equipo y el capital de trabajo, un monto que representaba el 75% de la inversión para operar la cafetería. Eso significa que al Ministerio de Hacienda no le hizo ruido que, al momento de adjudicar el contrato, la empresaria no tuviera la capacidad para proveer los alimentos para los empleados. El Faro llamó y dejó mensajes en el celular del ministro Nelson Fuentes, para pedirle una explicación de este proceso de adjudicación, pero al cierre de esta nota aún no había respondido. Según los documentos de Bandesal, ella manifestó en su solicitud de crédito que tenía adjudicado ese negocio con Hacienda.
La solicitud del crédito encendió las alertas del banco. El Comité de Créditos de Bandesal consideró que la petición generaba un conflicto con las normas de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) y con un manual para prevenir el lavado de dinero y activos. Las alertas eran generadas por las relaciones familiares de la solicitante. Susana Elizabeth Recinos Montes es hermana de un gerente de Bandesal y también es hermana de Martha Carolina Recinos de Bernal, una de las mujeres más poderosas del gobierno de Nayib Bukele.
Carolina Recinos ha formado parte del círculo de confianza del presidente durante los últimos años. Fue asesora del despacho cuando Bukele era alcalde de Nuevo Cuscatlán (2012-2014); trabajó como apoderada de Starlight, una de las empresas de Bukele que recibió $1.9 millones de Alba Petróleos (2014). Formó parte del comando de campaña y, cuando Bukele tomó las riendas del gobierno (junio 2019), fue nombrada Comisionada Presidencial para Operaciones y Gabinete de Gobierno. Participa en temas económicos, de salud, de agua potable, en reuniones de asuntos diplomáticos y es interlocutora en negociaciones con los diputados.
Dos meses después del nombramiento oficial de Carolina Recinos, en agosto de 2019, según el portal de Transparencia del Gobierno, Bandesal contrató como gerente de fondeo y cooperación a Herbert Orlando Recinos Montes, hermano de la comisionada presidencial.
Cuando Bandesal contrató al hermano de la comisionada presidencial, el banco era presidido por Juan Pablo Durán Escobar, un hombre que desfiló por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y por Cambio Democrático (CD), al cual abandonó tras un cruce de acusaciones de corrupción con el entonces secretario general, Oscar Kattán. Durán Escobar también tuvo un paso fugaz (junio 2009-abril 2010) por la presidencia de la Lotería Nacional de Beneficiencia (LNB), cargo que dejó tras denuncias de comportamiento indecoroso. El expresidente Mauricio Funes le recordó algo de ese pasado cuando Durán Escobar fue nombrado presidente de Bandesal por el actual Gobierno: “Cómo es posible que un banco que fue creado para facilitar el acceso al crédito de sectores tradicionalmente excluidos del sistema financiero, entre ellos las mujeres, será dirigido por un acosador sexual”, cuestionó Funes, prófugo de la justicia salvadoreña, el 2 de junio de 2019.
El crédito y los conflictos de interés
El sistema bancario está obligado a cumplir protocolos para prevenir el lavado de dinero. Uno de los protocolos es activar alertas cuando el cliente es una Persona Expuesta Políticamente (PEP). “La debida diligencia para el ciudadano común no se le hace a Personas Expuestas Políticamente. Es una diligencia ampliada y se le exige más documentación. Los primeros que deben activar este mecanismo de prevención son los ejecutivos de ventas, luego el oficial de cumplimiento del banco debe estar monitoreando el proceso”, explicó un exfiscal antilavado que pidió hablar bajo anonimato.
Susana Elizabeth Recinos Montes era una PEP por partida doble. En la solicitud del crédito, para un plazo de 60 meses, con un período de gracia de seis meses y una tasa de interés del 10%, solicitó “la firma solidaria de su esposo Alejandro Rivera a modo de respaldo financiero”, según documentos de Bandesal a los que tuvo acceso El Faro. Alejandro Rivera fue viceministro de ingresos del Ministerio de Hacienda, manejó los ingresos, los impuestos internos y de aduanas durante el gobierno de Salvador Sánchez Cerén (2014-2019).
“Lo que se hace es una evaluación y se van poniendo como banderitas rojas, como alertas para que la solicitud sea evaluada por una autoridad superior”, explicó una fuente de Bandesal. En su reporte, el Comité de Créditos consignó un posible conflicto de interés indirecto por la siguiente razón: “La solicitante del financiamiento es considerada una Persona Políticamente Expuesta (PEP) por su relación familiar (hermana) de Martha Carolina Recinos de Bernal, Comisionada Presidencial de Operaciones de Gabinete de Gobierno, de la Presidencia de la República de El Salvador (sic)”, consigna uno de los documentos del banco.
No fue la única advertencia de conflicto de interés. “Esta operación sería relacionada pues la solicitante del financiamiento es hermana de un gerente del DBES (sic)”. El documento bancario no revela el nombre de ese gerente, pero este periódico ha documentado que en agosto de 2019, Bandesal contrató a Herbert Orlando Recinos Montes, hermano de la señora que pedía el crédito y hermano de la comisionada presidencial, como gerente de Fondeo y Cooperación. La tarde del miércoles 6 de junio, El Faro llamó a la oficina del gerente en la colonia Escalón, pero la persona que atendió la llamada dijo que no se encontraba en ese momento. “La señora Susana Recinos es hermana de un gerente de Bandesal, lo que implica según el comité, un conflicto de interés directo (sic)”, se lee en un segundo documento.
Para dejar constancia de sus alertas, el Comité de Crédito citó una norma de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF): “Son personas relacionadas con un banco, aquellas que tienen la capacidad de influenciar las decisiones de otorgamiento de crédito o que tiene conflicto de intereses al tener relación o vínculo puede ser por la participación en la administración del banco (sic)”. También invocaron el manual de operaciones de prevención y detección de lavado de dinero, para que fuera la junta directiva de Bandesal la que tomara la decisión de establecer o no una operación financiera con una persona identificada como PEP.
Bandesal inició operaciones el 19 de enero de 2012 y administra el Fondo de Desarrollo Económico (FDE) para financiar micros, pequeñas y medianas empresas. Según uno de sus últimos reportes, durante el primer semestre de 2019, otorgó créditos a este sector por $49.3 millones. La bolsa de créditos para las micros, pequeñas y medianas empresas es manejada por la Gerencia de Negocios de Primer Piso. Esta oficina recibió la solicitud de crédito de la señora Recinos Montes y, pese a las alertas de conflicto de interés, pidió a la junta directiva aprobar el préstamo.
El 11 de febrero de 2020, la junta directiva aprobó por unanimidad el crédito a favor de la señora Recinos Montes. Y, aunque enunciaron las disposiciones del Manual para la Prevención del Lavado de Dinero y las normas de la SSF, los directores no argumentaron por qué autorizaban la operación financiera con una Persona Expuesta Políticamente. Tampoco confirman o descartan que haya un conflicto de interés por el parentesco con el gerente de Bandesal. “Hacen una narración del contenido del Comité de Crédito, pero no hay una justificación de por qué aprueban el crédito”, explicó la fuente de Bandesal.
Bandesal intentó ocultar toda la información relacionada al crédito de la señora Recinos Montes. El banco subió al portal de transparencia el acta de reunión de la junta directiva del 11 de febrero de 2020, pero colocó un filtro para que la información del crédito otorgado a la hermana de la comisionada presidencial no esté disponible al público. El Faro, sin embargo, tiene una copia del acta de sesión ordinaria JD-05/2020, así como otros documentos bancarios.
La falta de argumentación de por qué otorgaron un crédito a una PEP o la falta de pronunciamiento para confirmar o descartar el conflicto de interés entre la solicitante y el gerente de Bandesal, o entre la solicitante y la comisionada presidencial, no son los únicos vacíos en la decisión que tomaron los directivos.
El Código de Gobierno Corporativo de Bandesal dice que las instancias de aprobación de créditos tienen la responsabilidad de “velar porque los riesgos que se están tomando sean procedentes”. En el caso del préstamo a la hermana de la comisionada presidencial, el acuerdo no detalla una garantía o una capacidad económica del cliente para pagar la deuda. El respaldo del préstamo es el compromiso que la deudora tiene con el Ministerio de Hacienda. “La señora Recinos tendrá la capacidad de ampliar su capacidad de respuesta ante la recién adjudicada solicitud de proveer de alimentos preparados a los empleados del Ministerio de Hacienda dentro de la cafetería interna (…) La señora Recinos cuenta con más de ocho años de experiencia en la elaboración y venta de alimentos preparados y posee buena relación con los proveedores que le facilitan la materia prima”, justificó la directiva de Bandesal.
La mañana del 6 de junio, El Faro llamó y dejó mensajes en los celulares de la comisionada presidencial y del presidente de Bandesal. Carolina Recinos aún no ha contestado, mientras que Juan Pablo Durán Escobar respondió por la aplicación WhatsApp: “Con gusto puedo recibirlo hoy a las 2 pm aca en BANDESAL, si usted me proporciona el nombre del supuesto familiar, ya ke tendría información al respecto (sic)”, respondió al mediodía.
'El préstamo es a nombre de Susana Elizabeth Recinos Montes. Llegaré a Bandesal a las 2 pm. Gracias', respondió El Faro.
Cuando un equipo de este periódico se desplazaba hacia las oficinas de Bandesal, el presidente de esa institución dijo que cancelaba la entrevista por un imprevisto de última hora. “Tenga la certeza que los Procesos Crediticios de BANDESAL se realizan en estricto cumplimiento de Normas y Políticas Aprobadas por nuestra Junta Directiva (…) En base al artículo 232 de la Ley de Bancos y 92 de la Ley de BANDESAL tenemos la prohibición de revelar información de nuestros clientes (sic)”, escribió Durán Escobar en dos mensajes, el último recibido a la 1:51 de la tarde, nueve minutos antes de la entrevista pactada.
La cónsul y el jefe de seguridad
En su primera semana de gobierno, el presidente Bukele despidió a una veintena de familiares de dirigentes del FMLN que tenían contrato con instituciones del Ejecutivo. Entre los despedidos figuraban familiares del expresidente Sánchez Cerén, del excanciller Hugo Martínez, del exvicepresidente Óscar Ortiz y de las diputadas Nidia Díaz y Norma Guevara. “No entendía la indignación de este diputado del FMLN por los despidos de evidentes casos de nepotismo”, escribió Bukele en su cuenta de Twitter el 5 de junio de 2019, minutos antes de ordenar a la ANDA, también vía Twitter, el despido de Mireya Lazo, esposa del diputado del FMLN, Víctor Hugo Suazo.
El presidente Bukele levantó la bandera contra el nepotismo, pese a que él también había nombrado a parientes en su gabinete recién nombrado.
Dos meses después del nombramiento de Carolina Recinos como coordinadora del gabinete y dos meses después de la ola de despidos en Twitter por nepotismo, varios de los familiares de la funcionaria fueron contratados en instituciones estatales. En agosto de 2019, Bandesal contrató como gerente de fondeo y cooperación a Herbert Orlando Recinos Montes, hermano de la comisionada presidencial.
Cuatro meses después del nombramiento de Carolina Recinos como coordinadora del gabinete y cuatro meses después de la ola de despidos en Twitter por nepotismo, el 16 de octubre de 2019, otra hermana de la funcionaria fue contratada por el Ministerio de Relaciones Exteriores como cónsul en Charlotte, Carolina del Norte, en Estados Unidos. Ella se llama Emilia Antonia Recinos Montes y, según información del documento de identidad, es bachiller comercial. El Faro intentó documentar en el portal de Transparencia la experiencia diplomática de Emilia Antonia, pero en el apartado dedicado a su currículum se leía el siguiente mensaje: “Nombramiento reciente. CV en proceso de elaboración”. Este periódico también escribió al correo electrónico de la diplomática y llamó al consulado de Charlotte, pero nadie atendió la llamada telefónica.
Emilia Antonia fue esposa de José Roberto Hernández Sánchez, exconcejal de la Alcaldía de San Salvador durante la gestión de Carlos Rivas Zamora (2003-2006), expulsado del FMLN por no apoyar la candidatura presidencial de Shafick Handal. Cuando Hernández Sánchez era regidor, su cuñada Carolina Recinos, era la gerente general de la Alcaldía. Emilia Antonia no es la única familiar de la comisionada presidencial que trabaja en Cancillería. Efrén Arnoldo Bernal Chévez, esposo de la comisionada presidencial, es el embajador en Rusia desde el gobierno de Sánchez Cerén. Bernal Chévez presentó sus cartas credenciales ante Vladimir Putin en abril de 2018 y es uno de los nombramientos efemelenistas que el presidente Bukele no ha cambiado.
Cuatro meses después del nombramiento de Carolina Recinos como coordinadora del gabinete, cuatro meses después de la ola de despidos en Twitter por nepotismo y dos días después del nombramiento de la hermana de la comisionada presidencial como cónsul en Charlotte, el 18 de octubre de 2019, otra institución estatal contrató a un cuarto hermano de Carolina Recinos. Ese día, Julio Alexander Recinos Montes, un expolicía que fue jefe de la subdedelegación en Berlín, Usulután, fue contratado como jefe de seguridad del Centro Nacional de Registro (CNR).
El Faro mandó un correo electrónico y también llamó a la oficina de Recinos Montes en el CNR. “En este momento no se encuentra, pero le voy a dar su mensaje”, respondió Saúl, el hombre que atendió la llamada en la oficina de seguridad del CNR. Hasta el cierre de esta nota, no había correspondido la llamada.