Un grupo de senadores y congresistas demócratas, liderados por Eliot L. Engel, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, cuestionó al presidente Nayib Bukele “por la creciente hostilidad de su Gobierno hacia los medios de comunicación independientes y de investigación”.
En una carta enviada al mandatario este 10 de septiembre, los funcionarios instan a Bukele a proteger a la prensa independiente y a la libertad de prensa, al tiempo que dijeron estar “alarmados” por los ataques y hostigamientos contra El Faro registrados en los últimos meses desde instituciones del Ejecutivo.
“En particular, estamos alarmados por los recientes ataques contra El Faro, uno de los principales medios de investigación independientes de Centroamérica. El periodismo de primer nivel de El Faro es muy respetado no solo en El Salvador sino también en toda la comunidad internacional”, dice la misiva, firmada por diez congresistas y dos senadores.
En la carta, los funcionarios hacen eco de las denuncias por los ataques sufridos por este periódico a través de notas anónimas difundidas por La Página, un sitio web actualmente administrado por el Consejo Nacional de Administración de Bienes, una oficina del Estado, en las que acusan a un periodista de El Faro de una agresión sexual y al resto del staff del periódico de encubrimiento. La periodista aludida en esas publicaciones desmintió a La Página a través de un comunicado hecho público por sus abogados del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca).
“Su gobierno ha atacado su credibilidad a través de artículos anónimos en los medios administrados por el gobierno. Además, estamos extremadamente preocupados por la agresiva auditoría de las finanzas de El Faro por parte de su Ministerio de Finanzas, que parece ser un esfuerzo por intimidarlos”, añade la misiva, en alusión a una auditoría iniciada en julio por el Ministerio de Hacienda y reseñada en el editorial “Bukele amenaza al periodismo”.
Hace una semana, este periódico reveló las negociaciones entre Gobierno de Bukele y la MS-13 para la reducción de homicidios y apoyo electoral. La publicación, respaldada con cientos de documentos oficiales del Gobierno, ha sido retomada por medios nacionales e internacionales.
Al respecto, los congresistas y senadores señalan que “tras la publicación de este artículo, el director de su prisión nacional, Osiris Luna, anunció que había dado acceso completo a la Fiscalía General para investigar ‘noticias difundidas maliciosamente’ que eran ‘totalmente falsas’”. Para los funcionarios, “estas acciones siguen un patrón de ataques a la prensa salvadoreña”.
Departamento de Estado valida denuncias contra Bukele
Angélica Cárcamo, presidenta de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) desde 2019, ha denunciado que tras la llegada de Bukele al poder, en el país se han planteado retrocesos para el ejercicio del periodismo. Desde 2017, la APES ha registrado las vulneraciones a periodistas, y los datos revelan que con la llegada Bukele el número de vulneraciones aumentó en 381.25 % respecto al último año del gobierno de Salvador Sánchez Cerén. Según Cárcamo y la APES, las vulneraciones se centran en bloqueos de acceso a la información pública, ataques y acosos digitales y declaraciones estigmatizantes.
La denuncia de la APES, la asociación de periodistas con mayor representación en el país, provocó la instauración de una comisión legislativa en El Salvador para investigar los ataques a la prensa. Bukele y sus funcionarios han minimizado las denuncias, se han burlado de esa comisión y han señalado que su Gobierno respeta a la prensa y a los periodistas.
En Estados Unidos, el informe de la APES y los ataques contra medios y periodistas se han tomado en serio. “La Asociación Salvadoreña de Periodistas ha informado de más de 60 ataques documentados contra la prensa desde que asumió el cargo el año pasado. En particular, nos preocupan los ataques cibernéticos y los allanamientos dirigidos a los medios de comunicación que investigan la respuesta al COVID-19 de su gobierno”, dice la carta.
Además, los congresistas y senadores revelaron que la postura contra los ataques a la prensa independiente de El Salvador es compartida por el Departamento de Estado. Según el escrito, el 18 de mayo de 2020, el Departamento de Estado transmitió un documento al Congreso en el que se decía: “Los periodistas críticos con la política del gobierno enfrentan amenazas, muchas de las cuales son alimentadas por el trato que Bukele les da en las redes sociales. Estos esfuerzos, que incluyen la elección selectiva de retirar publicidad de los medios de comunicación críticos con sus políticas para dar forma al contenido, socavan el intercambio de puntos de vista sano y abierto que la libertad de prensa permite y no promueve la independencia de los medios'.
Horas después de la divulgación de la misiva, Michael Kozak, subsecretario interino de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, se pronunció en su cuenta de Twitter. “Apoyamos el estado de derecho y las instituciones democráticas, y estamos trabajando con todas las ramas del El Salvador gobierno para reducir la violencia dentro de ese marco. Los periodistas realizan un trabajo crucial en una democracia y su independencia debe ser respetada”, escribió.
Albio Sires, representante demócrata del Congreso, también comparrtió en su cuenta oficial su respaldo a la misiva. “Hoy, me reuní con mis colegas para instar al presidente Nayib Bukele a que cese sus ataques contra El Faro”. En otro tuit añadió. “El Faro realiza reportajes de investigación sólidos e independientes. Es hora de que el presidente Nayib Bukele defienda los medios independientes y la prensa libre”.
“Una prensa libre es un pilar central de cualquier democracia”
Los funcionarios reseñaron, además, los ataques contra la página de la Revista GatoEncerrado, y las intromisiones y hurtos en las residencias de una periodista de dicho medio y del editor de la Revista Disruptiva, dirigida por el académico Óscar Picardo Joao.
El 21 de julio, el servidor de la revista Gato Encerrado recibió un ataque cibernético que botó su publicación durante más de seis horas. Una periodista de ese mismo medio, Julia Gavarrete, sufrió el robo de su computadora en su casa mientras ella cubría un evento, el hecho fue denunciado pero los ataques no cesaron. Ese mismo mes un hombre ingresó al apartamento de Óscar Luna, editor de la revista Disruptiva, y extrajo dos computadoras y un mapa de San José Villanueva, el municipio en el que la revista lleva a cabo un experimento de monitoreo de contagios de covid-19. Frente a estos hechos los congresistas y senadores se pronuncian con firmeza en el escrito. “Instamos a que se investiguen de inmediato estos incidentes”, demandan.
El documento de tres páginas señala que no son los primeros en advertir sobre este tipo de acciones, y según los congresistas y senadores, “el Departamento de Estado no es el único que comparte estas preocupaciones”. Ellos destacan que “El Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de los Estados Americanos y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos han expresado sentimientos similares durante el año pasado”.
El relator especial para la libertad de expresión de la CIDH, Edison Lanza, concluyó en una entrevista a El Faro que El Salvador ha tenido 'más retrocesos que avances' en el primer año de gobierno de Nayib Bukele.
En diciembre de 2019, la CIDH hizo su visita in loco a El Salvador para evaluar la situación de los derechos humanos en el país. Como resultado, la visita dejó grandes recomendaciones para el Gobierno en materia de libertad de expresión. Pidió que el el Estado salvadoreño debe de “propiciar un entorno de trabajo seguro para los periodistas y el respeto de la independencia de los medios de comunicación, en particular, la independencia editorial, respetando los estándares internacionales en materia de acceso a la información pública”.
Dos días antes de la carta enviada a Bukele, la Federación Internacional de Periodistas también dijo que repudia las hostilidades a la prensa y mostró su solidaridad con su la APES, entidad que ha sido blanco de descalificaciones por parte de la Secretaría de Prensa de la Presidencia.
Para los congresistas y senadores estadounidenses, “una prensa libre es un pilar central de cualquier democracia y es de suma importancia que nuestros países redoblen nuestro compromiso de proteger a los periodistas en el desempeño de su valiente trabajo todos los días”.
Al final de la misiva, instaron a Bukele a dar una respuesta seria para garantizar la libertad de prensa. “Si bien los desacuerdos entre los funcionarios del gobierno y los medios de comunicación seguramente ocurrirán en cualquier democracia, creemos que los gobiernos siempre deben garantizar el pleno respeto de la libertad de prensa. Le instamos a que trate nuestras inquietudes con la seriedad con la que las transmitimos”, concluyeron.