Jueces, organizaciones pro derechos humanos, opositores políticos, sociedad civil y población LGBTIQ, caminaron por más de tres horas desde la Plaza El Salvador del Mundo hasta el portón principal de la Asamblea Legislativa. Más de 1,000 personas se congregaron para protagonizar una de las protestas más grandes contra la gestión Bukele, que los esperó con una barricada y más de 20 policías de la Unidad Anti Motines (UMO).
Al inicio de la marcha, algunos manifestantes gritaban su rechazo a la Ley Bitcoin frente a los cajeros “Chivo”, instalados en la Plaza El Salvador del Mundo. Esta mujer se saltó la línea amarilla que los militares y policías colocaron y dejó muy clara su postura sobre la nueva moneda virtual.
Los veteranos de la guerra civil encabezaban la manifestación. Con morteros, banderas y trajes militares, gritaban el rechazo a la implementación del bitcoin como nueva moneda de curso legal en El Salvador. Al final de la protesta, algunos, con sus bastones e incluso piedras, intentaban derribar la barricada policial que contuvo la protesta frente a la Asamblea Legislativa.
El juez de Sentencia de San Miguel y exmagistrado de la Sala de lo Constitucional, Sidney Blanco, saluda a otro asistente a la marcha de los jueces, que el 7 de septiembre protestaron contra la purga del 30 % de los juzgadores en función ordenado por la Asamblea Legislativa controlada por Bukele. Foto de El Faro: Víctor Peña.
Lady Drag se tomó la calle para hacer un llamado al relevo generacional, que para ella actúa de forma cobarde ante la coyuntura política de El Salvador. “Los problemas no los vamos a cambiar en redes sociales. A los más pobres esto nos va a ahogar. Estoy en contra del Bitcoin porque afecta a los más necesitados y a los jóvenes que no logran dimensionar la situación en la que estamos”, dijo a El Faro.
Miguel Arévalo, de 59 años, recorrió la marcha para vender sándwiches. Lo acompañaba Olivia, su hija de 25 años. Son pequeños comerciantes que también rechazan la Ley Bitcoin, que entró en vigencia el 7 de septiembre. “Esto es un tema para inversionistas y su danza millonaria. El pueblo no tiene capacidad para esto. Yo le daba el beneficio de la duda a Bukele, pero con esto mi luna de miel se acabó”, dijo Miguel, mientras caminaba frente al parque Cuscatlán, en San Salvador.
Frente al edificio de la Corte Suprema de Justicia, los protestantes incendiaron dos llantas y cajas de cartón, en rechazo a las últimas decisiones de la Sala de lo Constitucional impuesta por el Gobierno de Nayib Bukele. Detrás de una barricada, empleados del Gobierno tomaban fotografías y video a los participantes de la marcha.
La Policía Nacional Civil custodió la marcha desde el inicio hasta el final. En la imagen, uno de los agentes quedó inmerso entre el humo y la nieve carbónica del extintor de fuego, después de que los manifestantes incendiaran llantas sobre el Bulevar Universitario.
“Nosotros no queremos ni entendemos el Bitcoin”, dijo Alicia López, de 62 años, que llegó desde el municipio de Olocuilta para unirse a la marcha. “Yo ni teléfono tengo, cómo voy a gastar un dinero que no existe. Aquí necesitamos educación”, concluyó.
Entre los manifestantes estuvo Jorge Guzmán, juez de Instrucción de San Francisco Gotera, en el departamento de Morazán, y quien lleva a cargo el caso sobre la masacre de El Mozote y lugares aledaños. Guzmán es uno de los afectados por el decreto que cesa a los jueces mayores de 60 años. Como muchos, él también salió a la calle y ha exigido la restitución de todos para que él siga en su cargo.