Francisco Pineda es un ambientalista que vive en San Isidro, Cabañas, y que en 2011 ganó el Goldman Environmental Prize, el principal reconocimiento en materia ambiental a nivel mundial. El premio le fue otorgado por ser uno de los líderes del Comité Ambiental de Cabañas (CAC), una de las organizaciones que logró frenar tres trabajos de exploración minera de la canadiense Pacific Rim; y que también formó parte de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, una alianza de organizaciones sociales, comunitarias y religiosas. Esa alianza logró prohibir por ley la minería en marzo de 2017, pero esta prohibición fue deshabilitada por orden del presidente Nayib Bukele a sus diputados el 23 de diciembre del 2024, durante la última sesión plenaria de ese año, justo antes de Navidad.
Al ambientalista Pineda le sorprende la rapidez con que los diputados de Nuevas Ideas aprobaron una ley que revive la minería: sin escuchar la opinión de expertos ni de las posibles comunidades afectadas. Lamenta que los diputados lanzaran al cesto de la basura años de trabajo, menospreciando la muerte de personas que se opusieron a las licencias de exploración en las minas El Dorado y La Calera, por la inminente contaminación del San Francisco y el Titihuapa, los ríos que abastecen de agua a buena parte de la población y que son claves para la agricultura y ganadería del municipio.
Tres ambientalistas, compañeros y amigos de Pineda, fueron asesinados tras defender esos ríos. El cadáver del profesor y promotor cultural Gustavo Marcelo Rivera fue encontrado en avanzado estado de putrefacción dentro de un pozo el 29 de junio de 2009. Seis meses más tarde, en diciembre, fueron asesinados Ramiro Rivera Gómez, vicepresidente del CAC, y Dora Alicia Recinos Sorto, madre de siete hijos, con ocho meses de embarazo al momento del crimen, y esposa de Santos Rodríguez, primer vocal del CAC.
“Oímos los balazos y salimos corriendo para el río, como a unos 40 metros. Ella traía el niño de dos años enganchado, traía el guacalito; y ella había caído dobladita. Todavía el feto le hacía así en el vientre. No es fácil… Hay veces y de repente todavía brinco y hasta ahora que no lloré, porque siempre que cuento esto lloro”, dijo Pineda durante esta entrevista que concedió a orillas del Titihuapa, uno de los ríos que atraviesa la zona con potencial minero.
Pineda concedió la entrevista la mañana del nueve de enero de 2025. En esta conversación dirá que la nueva lucha contra la minería será complicada porque, con la nueva ley, el Estado podrá tener acciones en las mineras, dejando a la población sin un árbitro imparcial en los procesos de otorgamientos de licencias para la exploración y explotación. Agregará que la nueva lucha minera será más difícil porque antiguos líderes comunitarios ahora son parte de Nuevas Ideas, como Miguel Rivera, hermano de Marcelo, uno de los ambientalistas asesinados. “Él estaba trabajando en la alcaldía de Cabañas Este y la esposa de otro allegado es diputada suplente. Ahorita, a saber a qué le tiran. Ellos estuvieron en contra, no sé ahora”.
Por último, sumará un tercer obstáculo a la lucha contra la minería: el régimen de excepción, vigente desde marzo de 2022. Los pobladores no externan su rechazo al proyecto minero porque temen que el gobierno los capture. Sin embargo, Pineda tiene la esperanza de que la gente reaccione cuando la minería les afecte uno de sus bienes más preciados: el agua. Solo entonces cree que puede ocurrir “el milagro” de frenar el proyecto anunciado por Bukele, porque la gente reacciona cuando le tocan algo que realmente quiere.
La Asamblea Legislativa aprobó la Ley de Minería el 23 de diciembre pasado. ¿Cómo recibió esa noticia?
Para nosotros fue como un poco de agua helada que nos cayó. Siempre hemos pensado que tener el oro debajo de los pies, de la casa, es un problema, porque siempre hay gente que lo quiere sacar. No esperábamos que fuera de la manera en como salió el presidente, lo vemos como si lo está manejando demasiado a querernos engañar, como si el pueblo no conociera ya un proceso que se dio. Sentimos que retrocedimos un montón porque, en realidad, haber logrado que se aprobara una ley que prohibió la minería… duramos desde el 2005 hasta el 2017. O sea, se tardó, y ellos en un abrir de ojos decir: “esta ley no sirve, vamos a poner otra”, sin tomar en cuenta a ningún sector, sin oír a nadie. Sentimos como cuando alguien es dueño de una hacienda y nosotros entendemos que el Estado no es así. Bueno, desde pequeño se oye hablar que es democrático, que tiene independencia, pero con esto sentimos que ya no, que solo una persona toma decisiones. Nos preocupamos por la forma en que sale el presidente, bastante prepotente, sentimos que nosotros que vivimos en las zonas para él somos un estorbo. Y no lo digo solo por la decisión de la minería sino por todas las actuaciones que él viene haciendo.
Algunos líderes de Cabañas, como Vidalina Morales, adelantaron las intenciones del gobierno de revertir la ley . ¿Realmente le tomó por sorpresa esta decisión?
En realidad me tomó por sorpresa porque sí esperaba que se tardara más tiempo. Yo decía: “tal vez yo ya no lo voy a ver, mis hijos van a tener que pelear por eso”, pero en realidad me tomó por sorpresa. La realidad, en las comunidades somos los que menos cuenta nos damos de las negociaciones, somos víctimas de las negociaciones que hacen los políticos con el gran poder económico y quizás por eso es que nos cae de sorpresa.
¿Por qué se opone usted a la minería?
Bueno, primero, el suegro mío trabajó (en minería) del 42 al 53. Él, en sus palabras muy humildes, me dice: “yo fui carrero”. Y él me cuenta que mucha gente murió soterrada. Segundo, allá adentro eso era un chilatón, era tremendo. Y, donde ellos echaban todo, hoy técnicamente le decimos depósito de cola, rebalsaba y caía en este riíto donde estamos (río San Francisco). Don Jesús Ortiz nos contaba que él tenía una yegua, vino, tomó agua y ¡pum, solo cayó! Entonces, sí había trabajo, pero fue desastroso todo lo que pasó. Y lo otro: aquí, cuando ellos se fueron, hubo más pobreza porque todo lo que se ve ahora no era nada. Yo vine en el 87, aquí era una extrema pobreza, aquí fue cambiando a base de la gente que está en Estados Unidos, ellos han hecho esas casitas bonitas. La gente no tenía a dónde sembrar maíz, no tenía trabajo y un montón de gente enferma porque cada seis meses los llevaban a revisar de los pulmones. Unos llegaban a trabajar y otros ya no seguían trabajando. Claro, me dijo, uno no sabía por qué, hasta después se daba cuenta.
Usted dice que la minería es mala, pero también está la necesidad de desarrollo en el país. El Estado necesita recursos.
Mire, en el transcurso del tiempo tuvimos la oportunidad de ir a Honduras, a Guatemala, ir a ver, incluso tuvimos la oportunidad de ir a Perú, a Venezuela, a Chile, a conocer. ¿Por qué? Porque aquí venían diciéndonos: en Chile no hay daños, en Perú no hay daños… íbamos a desengañarnos, gracias a Dios había organizaciones grandes, extranjeras, y nos apoyaron para que pudiéramos ir a ver. Entonces, cuando íbamos a ver: es cierto, vivían bien los dueños de las empresas, pero las gentes de las comunidades nunca, en ninguna mina nos dijeron que estaban bien. Esa gente estaba jodida, sus casas jodidas. En un lugar de Guatemala, hasta el cementerio les habían movido. ¿Y entonces? Nosotros no queremos eso.
El discurso oficial incluye la variable de nuevas tecnologías y, por lo tanto, una reducción en el impacto al medio ambiente. ¿Usted cree que esto es posible?
En este tipo de trabajo de minería es bien difícil. Puede ser en otro tipo de proyecto, pero no en el proyecto de minería, no. Y lo otro es esto, mire, en realidad ningún empresario oligarca o de esos millonarios piensan en el medio ambiente, hombre, nunca lo han hecho. Nunca, nunca lo han hecho, ellos piensan cuánto les va quedar de ganancia y que si incluso Juan, Chepe se murió, a ellos no les interesa, les interesa cuántos millones de ganancia van a tener. Ahí quien tiene que regular es el Estado, pero cuando vemos un Estado a favor de ellos, ¿entonces? Solo nosotros nos podemos defender, porque El Chapulín ya se murió.
Quiero insistir en el punto de la tecnología porque fue argumento del oficialismo para aprobar la ley: el impacto al medio ambiente será menor y el dinero de la minería servirá para limpiar ríos, lagos…
Fíjese que voy a ser sincero: nos da cólera porque de veras nos quieren ver que somos muy ignorantes. Primero, imagínese, dice que va a haber una gran concentración de oro. Mire, aquí el estudio de Pacific Rim, que es el más avanzado de todos los proyectos que hay en El Salvador, dice que un gramo por tonelada de roca… cuando él (Bukele) habla de millones de oro... Hoy así como los cipotes manejan los celulares, se va a Google y aprieta cuánto es la producción mundial de oro, nos da risa, no coinciden los datos, o sea que aquí en todo pedacito hubiera oro por la forma en que él nos explica. Lo otro, ellos mismos dicen que no vamos a utilizar el mercurio, vamos a utilizar el cianuro: ¿y no todos los cianuros son veneno, pues? Todos dan cáncer, problemas renales. El mercurio solo atrae el 40 % de metales; y, el cianuro, el 90 %, entonces ellos ven mayor productividad, no están viendo que va ser menos veneno. Y hace tiempo que dejaron de usar el mercurio, la mayoría de las mineras están utilizando cianuro, o sea que esa no es una tecnología nueva. Incluso, nos preguntamos, cuando él habla de tecnología, ¿y cuál tecnología irá a utilizar? ¿La china, la rusa, la de Estados Unidos? Porque él no dice cuál, él solo dice que va sacar el oro y que no va contaminar, pero no dice qué tecnología. Quisiéramos que él nos planteara: es tal tecnología y vamos a hacer esto, no les vamos a dañar. Aquí un área va a ser a cielo abierto la explotación minera, en otra área va a ser subterránea. ¿Qué va pasar cuando es cielo abierto? Ahí quitan todito, casas y todo, pero yo no sé si mi casa está dentro del área esa. Póngase a imaginar: la zona es de recarga acuífera, si nos vamos al estudio de impacto ambiental ahí dice que el cerro El Caballo es la zona de recarga acuífera y es donde van a pasar con el depósito de cola. Entonces, por eso no sabemos si al señor presidente los asesores que tiene le mienten y él nos miente a nosotros, o él a propósito nos quiere mentir, pero lo que se dice es mentira.
¿Para usted qué es la minería verde?
Los dólares, porque en ningún lugar hay minería verde, ni una minería es autosostenible. Póngase a imaginar que para que una minería sea autosostenible tiene que ser un producto que está generándose ¿Y dónde hemos visto que el oro se está generando? ¿Está sacando este y está naciendo por otro lado? Mentira. El agua que envenenan, quedó envenenada. Talar un árbol que tiene 40, 60 años. Y, para que el otro crezca, ¿cuánto se va llevar? ¿Va a ser autosostenible? No. Nada más es un discurso de engaño que nos quieren hacer.
Hablamos de daños al medio ambiente, pero en concreto, en la zona, ¿cómo se verían esos daños?
Eso es lo triste, porque aquí solo tenemos este pequeñito en el que estamos, el San Francisco o Río Viejo, y el Titihuapa. El Titihuapa es un río más grandecito. El río San Francisco ahí desemboca en el río Titihuapa y luego el Titihuapa desemboca en el Lempa, como casi todos los ríos, por eso nosotros decimos que va a ser un efecto de cascada. Este riíto San Francisco queda en medio de donde van a hacer la explotación minera, ¡en medio de donde va estar la explotación minera aquí en San Isidro! Claro, va a ser el primer impactado. Estos son los pocos recursos que tenemos porque aquí vivimos de la agricultura, de sembrar maíz, maicillo, frijol, un poco de ganadería. ¿Para eso que necesitamos? Una tierra fértil y un agua que se pueda consumir. Claro, no le voy a decir que si el gobierno viniera con un proyecto de fortalecimiento agrícola, de fortalecimiento ganadero, nos crecieramos, si aquí se producen de nueve a diez mil botellas de leche, y que él viniera y nos dijera: vamos a hacer una cooperativa y vamos a darles una fábrica de procesamiento de leche, híjole, aquí fuéramos para arriba. Toda la parte de la ribera del Titihuapa, hay zonas para hacer riegos para hortalizas. Estamos trayendo frutas, cosas de otros países, ahí pudiéramos producir por lo menos lo que consumimos.
¿No le parece exagerado decir que con la contaminación de este riíto también se va contaminar el río Lempa?
Acuérdese que la represa la van hacer a la orilla del río San Francisco, cualquier cosa caería al río; al haber rebalse o cualquier problema en la represa, lo primero sería el río San Francisco, porque es la parte donde van a tener el depósito de cola. ¿Cómo van a predecir la cantidad de agua que va a llover? Si ahora, de repente, cae en una hora lo que va caer en un mes o dos meses. En un rebalse, ¿qué va a pasar? Y no es la primera represa que se rompe donde trabajan la minería.
¿Existe la posibilidad de que no utilicen el depósito de cola y usen otra forma que no implique este riesgo?
Le pueden dejar una salida de agua, pero siempre se contamina el agua.
¿La exploración minera también incluyó el área del río Titihuapa?
Si, todo esto lo exploraron.
¿Cuál fue el resultado del estudio aquí en la zona del río Titihuapa?
Según el estudio, aquí dicen que hay un promedio de un gramo por tonelada de roca, pueda ser que en una zona hay más y en otras menos. Según el estudio, en lo que es aquí El Dorado, que son 45 kilómetros cuadrados. No así el de Santa Rita, en la zona de Trinidad, cantón Trinidad, Santa Rosa La Maraña, y todo eso, ahí hay una concentración de diez gramos por tonelada.
¿O sea que el tesoro está en Santa Rita?
Ahí hay mayor concentración de oro.
¿Qué empresa hizo la exploración en Santa Rita?
La misma (Pacific Rim). Lo único que ahí la comunidad no dejo que exploraran. Ahí es donde mataron a la compañera Dora, de ocho meses de embarazo, y al compañero Ramiro, que eran de la asociación de nosotros, del Comité Ambiental de Cabañas.
¿Y Marcelo Rivera a qué asociación pertenecía?
Era de ASIC, Asociación de Amigos de San Isidro Cabañas.
¿Esta asociación continúa trabajando?
No, en el transcurso del tiempo se fue… desapareció. Es que, en realidad, la parte política, cuando llega el FMLN, si usted ve muchas organizaciones quedan sin apoyo, concentraron todo el fondo internacional en el Gobierno, no hubo apoyo para las organizaciones, sólo aquellas más allegadas a ellos, y eso hizo que muchas quebraran. En realidad, haber llegado el FMLN resquebrajó un montón de organizaciones, la parte organizativa ciudadana, porque llegó un momento en que incluso las mismas organizaciones había recelo.
¿Estamos hablando del Gobierno del 2009?
Se terminó más que todo cuando llegó el presidente Salvador Sánchez Cerén (2014-2019) porque como ahí se sentían con mayor poder las organizaciones con historial en el conflicto armado y que habían sido más cercanas a ellos.
¿El error fue del gobierno de Sánchez Cerén?
Me imagino que fue una estrategia, porque la verdad es que cuando alguien llega al poder ya no quiere que nadie le exija nada.
Pero el FMLN apoyó la lucha contra la minería.
Acuérdese que el dinero es la perdición y sacamos en realidad quiénes somos cuando nos dan poder. Un montón de comandantes que anduvieron ahí y se les olvidó cuando llegaron ahí. Es bien fácil acostumbrarse a la buena vida y eso es lo que pasó. Claro, me imagino que la derecha recalcitrante sabía perfectamente que eso iba pasar: sacan a la gente del monte, van a llegar de diputados, ahí les va gustar y vamos a cambiar, y eso ha pasado aquí y en un montón de partes del mundo. Eso es lo que pasa, es bien fácil perder sus principios. Incluso, hay muchas oenegés que deben revisar la misión y visión que tienen porque se les olvida por qué han sido creadas.
¿Las organizaciones que lucharon contra la minería están divididas?
En realidad, sí… tratamos de… pero no confiamos, porque un montón de gente que antes andaba con nosotros está con Nuevas Ideas. Claro, hoy, con el problema de la minería, gente que estaba con nosotros tenía su puestecito con Nuevas Ideas y hoy lo mejor que han hecho es retroceder, verdad, porque tal vez ellos también creyeron en él, y hoy que llega al poder, hoy le vale, a nadie oye, entonces esta gente hoy como que está retrocediendo y está aceptando el error que cometieron al apoyarlo a él.
¿Y hay gente que luchó contra Pacific Rim que ahora esté apoyando la Ley de Minería?
Claro, acuérdese que el gobierno hoy está formado por lo peor del FMLN y lo peor de Arena. La gente que se fue con él, ya sea de un partido o de otro, es porque no tenía principios, porque si hubiera tenido principios no hubiera cambiado por un salario.
¿El Comité que usted fundó sigue funcionando?
Si, ahí estamos, el padre es el presidente (Pineda llegó a la entrevista acompañado de Neftalí Ruiz y Alberto Gómez, obispo y sacerdote de la Iglesia Católica Antigua, respectivamente) y yo el coordinador. No como antes, porque no hay recursos para proyectos sociales ni el gobierno apoya y restringió mucho a las organizaciones para tener apoyo también.
¿Cómo se defiende una comunidad cuando la persona que dirige el Estado ya decidió que el proyecto minero va?
Primero, confiamos en Dios, él nos va guiar. Segundo, todos actuamos a base si nos tocan lo que nos ha costado, y lo otro es la vida. Todos, a base del tiempo, cuando ya nos tocan eso que tanto queremos, todos explotamos, y en nuestro país es bien característico eso. La gente es tolerante y aguanta, pero, cuando dice no, también es capaz de cualquier cosa. ¿Qué pasó con la minería? Si aquí la empresa minera Pacific Rim que vino al inicio hizo una división grande en la población, entre familiares peleándonos porque unos a favor porque les regalaban una cosa y otra, pero llegó un momento en que la gente también dijo: “no” ¿Y qué pasó? Mire, yo no sé de dónde se reunió tanta gente, pero les fueron a bajar las máquinas allá a Trinidad ¿Por qué? Porque aquí en esta zona, nacimientos de agua se secaron.
¿Cómo han reaccionado las comunidades a la aprobación de la ley?
La gente no está de acuerdo con la minería: unos lo exteriorizan; otros le van a decir: mire, pero no me vaya a sacar ahí que me vean, porque tengo miedo por el régimen (de excepción). Hay gente que tiene miedo, pero eso no quiere decir que no esté en contra.
Usted habló del temor de la gente por el régimen de excepción, ¿Qué tanto afectará esto la resistencia de las comunidades contra los proyectos mineros?
Puede ser que lo utilicen como parte de atemorizar a la gente, pero también confiamos que ahora la gente que está en el Ejército y en la Policía también es diferente y ahí andan con las redes sociales y ellos pueden estar viendo que ahora coroneles, soldados, sargentos, presidentes que tuvieron que ver en las masacres, en los asesinatos de 1980, unos andan huyendo y otros están presos. Los que cometan un error en esta época, por hacerle caso a alguien, saben que van a terminar igual, ya no lo van hacer por ingenuos. Que empiecen a averiguar sobre todos los que cometieron errores en los ochenta. ¿Dónde están? Creíamos que no iban a tocar a Cristiani. Bueno, le tocó irse. Hoy o mañana, por el error que cometan lo van a pagar, que lo piensen y que deben entender de dónde vienen: la mayoría de soldados son de nosotros, hijos de nosotros, de las zonas rurales, que están ahí por ganar un salario. Gáneselo, pero después háganse al lado de dónde son, no pierdan su identidad.
¿Ha tenido el régimen de excepción un impacto en la organización comunitaria?
Sí, ha tenido que cambiar, se cambia un montón, las metodologías tienen que ser otras debido a la situación que se vive. Hay que verlo de qué manera lo podemos hacer para no complicarle ni a las personas ni a uno las cosas. La metodología ha cambiado un montón.
La autoridad más cercana es el alcalde, Jesús Portillo Meléndez, de Nuevas Ideas: ¿qué comunicación han tenido con él?
Nula. Esta calle va para el río Titihuapa y conecta con San Vicente, Santa Clara y San Esteban, el señor presidente vino en el 18 y gritó que la iba a pavimentar. Mire, la gente ganadera ha pagado una máquina para arreglar porque no pueden pasar. Ni eso cumplió. Y los alcaldes lo que dicen es que no tienen dinero. Como comunidad hemos pedido audiencia con el alcalde y dice que no tiene lugar.
Ahora que la ley ya está en vigor, ¿Cuál es el camino que sigue para las comunidades?
La gente ya sabe que es mala la minería, lo que se está haciendo ahora es recordarles. Esto no es de Arena, no es del FMLN, no es rojo, no es azul, aquí es la vida. Primero, nosotros que vivimos aquí, pero después es de todo el país, porque así como aquí pueden explotar esto, son más de 30 minas que tienen ubicadas en todo el país. ¿Y entonces qué va a pasar? Si esas 30 minas contaminan y el río Lempa que es el que abarca todo el país, ¿qué va a hacer? En realidad yo no entiendo a los asesores que tiene el presidente: ¿qué es lo que piensan? Está jugando con la vida de millones. No sé cual es el punto de vista que el presidente tiene como desarrollo para nosotros. O simplemente dice: estos son los pobres que viven allá en San Francisco, en San Isidro, que se mueran.
El país tenía una prohibición total a la minería, ¿hay un punto intermedio donde se pueda explotar este tipo de recursos?
Los pocos años que tengo y lo que hablaba con mis abuelos, mis papás y otras personas mayores, siempre me decían que el rico nunca se llena. Ese es el problema. Yo no sé si la gente interesada en sacar este oro estarán pobrecitos y necesitan más pisto o ya tienen el suficiente para vivir y quieren más. El problema está en el acumulamiento de riqueza. Lo otro, el concepto que yo tengo de una empresa minera es que la considero como el bolo: usted déjelo entrar a su casa, le da una hamaca para que se duerma y ese jodido ahí se va a hacer pipí y se va a hacer pupú, pero la culpa la tuvo usted. ¿Para qué lo dejó entrar? Y conociendo como trabajan en otros países, ¿para qué se va arriesgar? Una vez, en estas discusiones todavía estaba la embajada de Canadá aquí en El Salvador y andábamos diciéndoles: es una empresa canadiense. Y me dicen: ¿por qué te molestas, si va haber trabajo, va a haber desarrollo? ¿Por qué te enojas de que vengan a sacar el oro?.Hagamos una cosa, les dije, ellos quieren el oro y yo quiero seguir viviendo, que ellos se vengan para acá y denos chance, nos vamos para Canadá a vivir. ¿Los diputados quieren el oro? Que nos den las casas y se vengan. Ojalá el presidente hiciera lo mismo y nosotros nos vamos a la Casa Presidencial a estar tranquilos. ¿Cómo no voy a querer tener una vida bonita como ellos tienen? Tal vez no me acostumbre, porque cuando fui reconocido con el premio Goldman fui con mi esposa al hotel tan bonito. “En la alfombra me voy a quedar”, le dije. “¿Y por qué?”, me preguntó. “Porque yo no estoy acostumbrado a esa cama -le dije-, no voy a dormir”. Son cosas que tal vez lo pueden ver chistoso, pero cuando llegamos cansados nos sentimos galán en una hamaquita.
¿Y qué pasó después del premio Goldman? Tengo la impresión que bajó su perfil público después del reconocimiento
El premio me trajo problemas. Fue bueno, y sé que la organización lo da con una buena intención, pero los latinos somos egoístas. Más cuando es un pobre del cantón al que se lo dan, no lo ven bien. Y dicen: ¿por qué se lo dieron a este? Se lo hubieran dado a una de las organizaciones de allá de San Salvador, que son las más fuertes. Hubo gente que por ética no le digo el nombre, lo que han hecho es andarnos desprestigiando. Esa organización fue donde los líderes a meterles cizaña para que nos peliaramos.
¿Cuál era el motivo de la discordia?
Éramos una organización de hecho, viene una organización de fuera y les decimos: crecimos, ¿creen que no nos pueden ayudar para comprar un carrito? Sí, dijo, vamos ayudar con un carro de segunda, 11 mil dólares. Como no teníamos legalidad no podía salir a nombre de nosotros sino que salió a nombre de esa organización. Cuando nos legalizamos, le digo al padre: mandemos una nota, que nos hagan el traspaso y no quisieron. ¿Qué pasó? Querían meterme preso, que me lo había robado.
Antes era Pacific Rim la empresa interesada en el negocio minero, ¿ustedes saben cuáles son las nuevas empresas interesadas en explotar las minas de San Isidro?
Mire, aquí se oye de una cosa y de otra. Lo que vemos ahora es que hay intereses de capital salvadoreño, eso antes no estaba.
¿Qué intereses salvadoreños?
Ellos han creado aquí una Asociación Agropecuaria San José, que son unos jóvenes que son los representantes, ellos se han venido aquí, han andado comprando terrenos, son como 225 manzanas que han venido a andar agarrando. Estos jóvenes, para hacer este movimiento han hecho un préstamo al banco Atlántida de Honduras. Cuando nosotros vemos el Banco Atlántida de Honduras vemos mucha relación con empresas mineras. (El 17 de julio de 2024, la Revista Elementos publicó una investigación que detalla cómo Agrícola San José ha comprado terrenos en San Isidro. Agrícola San José tiene vínculos comerciales con Tombstone Company, fundada por el estadounidense Blane William Wilson, también representante de Titan Resourses Limited, una minera transnacional).
La lucha anterior fue contra Pacific Rim, pero con la nueva ley el Estado podrá formar parte de las empresas mineras ¿No siente que con la participación del Estado en estas empresas la lucha contra la minería está perdida?
La diferencia es que en aquel momento hubo un proceso en el que teníamos que convencer a la iglesia y ahora no, hoy la iglesia está convencida, es una cosa bien importante. Cuando nosotros balanceamos el poder del Estado y el poder de la Iglesia, en determinado momento la gente se inclina más por la fe, y no por las cosas que dice el presidente. La mayoría de los pobladores somos religiosos y creemos que lo que dice la Biblia eso es y el concepto que tenemos de un presidente es siempre nos han mentido. Esa es la ventaja que vemos y por eso en las encuestas que han tirado la mayoría de la gente dice que es mala la minería. La iglesia está convenciendo a sus feligreses de que hay que defender la vida y no a un partido político ni a un color. Esa es la diferencia que estamos viviendo ahora.
¿Realmente es una ventaja?
Recuerdo que nos reunimos con el arzobispo que está ahora en San Salvador. En el 2006, él estaba en la Diócesis de San Vicente. Fuimos a decirle: “mire, padre, unos sacerdotes están recibiendo fondos de la mina”, incluso sentíamos estar en contra de ellos. Él nos dijo: “no nos podemos meter en eso”, por eso creo que hay milagros porque después él llevó la propuesta de Ley contra la Minería (a la Asamblea Legislativa). Bueno, dije, haber canonizado a Monseñor Romero nos ha servido. Yo creo en los milagros.