El arma digital de @NayibBukele
Nayib Bukele es, además de presidente de El Salvador y candidato a su reelección inconstitucional, un fenómeno en internet. El “presidente cool” es el primer gobernante en la historia del país que utiliza de manera intensiva las redes sociales para comunicarse e interactuar. “X” -antes llamada Twitter- ha sido su red social predilecta, al ser el territorio político digital por excelencia. Aunque X no es la red social más utilizada por las y los salvadoreños, es el medio que mejor evidencia el discurso propagandístico y posturas de Bukele frente a diversos problemas de interés público. Quienes no utilizan dicha red social, terminan por enterarse a través de otros medios que amplifican y difunden los mensajes de Bukele. Un tuit de Bukele funciona como el titular de una noticia que luego se reproduce en diferentes plataformas.
Prueba de su intenso uso, alcance y propagación es que en 4 años y 5 meses ha aumentado los seguidores de su cuenta en más de 900 % desde junio de 2019 que tomó posesión, hasta el 20 de noviembre de 2023.
El uso particular que el presidente Bukele da a sus redes sociales -a punta de emojis, memes y tendencias de internet- hace que la población lo perciba como un gobernante que se comunica de forma directa, cercana y personal.
Un análisis cuantitativo y cualitativo de sus publicaciones en X desde el 1 de junio de 2019 hasta el 20 de noviembre de 2023, muestra que, en varias ocasiones, el presidente ha utilizado sus redes sociales para dispersar el odio. X ha sido el canal favorito para definir amigos o enemigos, aliados o amenazas hacia su gobierno. También para conectar emocionalmente con quienes consumen sus mensajes y crear hitos que luego se popularizan en la población.
Se identificaron tópicos discursivos que muestran cómo Bukele ha configurado un estilo de liderazgo marcado por mensajes polarizantes. Las formas altisonantes rápidamente llaman la atención y logran el objetivo de conectar, dicen los expertos en marketing político. Lo hicieron los presidentes Donald Trump (EE.UU.) y Jair Bolsonaro (Brasil). ¿Por qué no habría funcionado en El Salvador?
Hasta noviembre de 2023, el perfil personal de Bukele tiene al menos 81,800 publicaciones según la cifra aproximada mostrada en X.
Sin embargo, la muestra considerada para este análisis consta de 15,808 publicaciones debido a que solo se han considerado las publicaciones de su autoría (no republicaciones -antes retuits-).
Esto arroja ya un hallazgo: del total de sus publicaciones, solamente el 19 % son de autoría propia. El 81 % restante son republicaciones.
A diferencia de su cuenta de Facebook -la cual, según la misma red social, administran 13 personas de El Salvador y 9 de Costa Rica, haciendo un total de 22-, no es posible conocer si todas las publicaciones en el perfil de Nayib Bukele han sido de autoría propia. En X no es posible conocer cuántas personas administran una cuenta. Sin embargo, según el mismo Bukele en la entrevista realizada por el youtuber “Luisito Comunica” el 4 de marzo de 2021, él no es el único que tiene acceso a su cuenta. Afirmó que no tiene otra cuenta y que es la misma que usa “para ver memes”.
Sus publicaciones en X contienen reacciones agresivas, emocionales, opiniones personales y hasta órdenes ejecutivas que afectan a todo el territorio nacional. La decisión de ocupar la cuenta personal @nayibbukele para comunicar decisiones relevantes del país choca con la política de bloquear a muchos usuarios en X que considera críticos de su gestión. Esto ha sido investigado y calificado como una violación del derecho de acceso a información pública.
El discurso sobre la mayoría de sus políticas es comunicado y amplificado por medio de esta red social debido a que el resto de oficinas de su gobierno –así como diputados, ministros, secretarios, periodistas y troles de internet- también replica, difunde y comparte sus publicaciones, operando con una estrategia de colmena.
“La influencia en Internet ya no depende del número de seguidores que tenga un líder o del número de tuits que publique, sino del grado de compromiso de su base de seguidores y de la probabilidad de que interactúen con su mensaje”, señala el último informe de Twiplomacy, la organización londinense que lleva más de diez años dando seguimiento a la conversación digital de los líderes políticos en Twitter, ahora X.
¿Por qué es necesaria la estrategia colmena? “Las métricas de compromiso, como los retuits y los me gusta, son los indicadores que más contribuyen a la influencia, que también potencian el alcance de un líder. Esto indica un cambio del concurso de popularidad de la última década a un enfoque más ganado, impulsado por las personas y, en cierta medida, un algoritmo actualizado que recompensa la participación activa frente al consumo pasivo”, señalaba el informe 2022 de Twiplomacy.
A lo largo de 4 años de gobierno, Bukele no ha sido siempre el mismo. Las características de sus opiniones, reacciones, pronunciamientos -o la ausencia de estos- han cambiado. Esto se evidencia en sus múltiples personajes interpretados en todas las redes sociales. Desde el Bukele “izquierdista radical progresista”, pasando por el Bukele “ni de izquierda ni de derecha” hasta el Bukele que se asemeja a un conservador y combativo Donald Trump que reparte violencia digital sin sonrojarse. Este último nos ha permitido consolidar un breve diccionario de insultos con algunas muestras de su comportamiento de “hater”.
A continuación desplegamos patrones, tendencias y comportamientos de Bukele en diversos escenarios y momentos clave de su gestión. Estos bloques muestran cómo ha roto las normas de comunicación tradicional para arrancar aplausos, ganar popularidad en las encuestas, impulsar narrativas a través de discursos específicos y jugar con el algoritmo de viralización, aunque esa actitud implica ponerse ofensivo, vengativo o burlón; y, sobre todo, mostrarse como un mandatario poco conciliador.
El reparto de despidos desde X (Twitter)
Las primeras muestras de un presidente con rasgos autoritarios, que se comporta como el patrón de una hacienda y exige resultados a sus ministros (que aceptan sumisos cualquier misión) quedaron plasmadas bajo el popular “se le ordena”.
El presidente Bukele arrancó su mandato dando órdenes en la plaza digital. Repartió órdenes de manera incendiaria. Estos mensajes pretendían mostrar eficiencia, pero al mismo tiempo quedaba claro que el mandatario podía romper con derechos humanos o procesos establecidos en distintas leyes, como el Código de Trabajo y la ley de compras públicas.
Identificamos al menos 100 publicaciones bajo esta dinámica de jefatura. La mayoría, pero no todas, son precedidas con un “se le ordena”. El presidente Bukele ordenó el despido de 73 funcionarios porque se presumía nepotismo del pasado.
Según el rastreo realizado, hubo 40 publicaciones para evidenciar el favorecimiento de puestos en instituciones del Estado que involucraron a familiares de varias figuras políticas del FMLN, como el ex vicepresidente Óscar Ortiz.
→ La paja en el ojo ajeno
En las publicaciones se mencionan familiares, amigos y otros vínculos de funcionarios anteriores, en un lenguaje imponente, acelerado y cargado de sarcasmo. Los usuarios, aparentemente, aplaudían estas acciones a pesar de que en los nombramientos de su grupo de confianza había esposos (Ernesto Castro-Michelle Sol), familiares como funcionarios del nuevo gabinete (los Anliker) o incluso los hermanos del presidente operando como un gabinete oculto
→ Interacciones para alimentar la etiqueta
Al igual que lo hizo la población cuando usó el hashtag #SeLeOrdena para emular y bromear sobre el espíritu autoritario del presidente, Bukele también jugó con esa idea en sus interacciones. Citó, respondió y dio órdenes en tono de broma a youtubers, noticieros y periódicos internacionales, haciendo incluso nombramientos ficticios. En uno de esos mensaje dijo a la población: “vayan a dormir”.
El covid y el virus de la confrontación
En el año 2020 El Salvador padeció los estragos que se vivieron a nivel mundial por la pandemia de covid-19. Ese fue un periodo muy activo para el mandatario.
Los datos extraídos confirman que la palabra covid se ubica entre las palabras más mencionadas en las publicaciones del presidente desde que creó su cuenta de X. El escaneo fue entre el 8 de enero de 2012 y el 20 de noviembre de 2023. De hecho, en el rastreo de hashtags, #Covid19 es la etiqueta que ocupa el primer lugar.
Orden | Palabra | Ocurrencias |
---|---|---|
1 | nuestro | 1399 |
2 | todos | 1273 |
3 | pais | 1247 |
4 | El Salvador | 906 |
5 | San Salvador | 795 |
6 | covid19 | 704 |
7 | día | 680 |
8 | Gobierno | 672 |
9 | the | 630 |
10 | hay | 612 |
Aparte de utilizar su cuenta de X como canal para difundir mensajes institucionales -la actualización de cifras y datos relevantes sobre los casos de contagio, entre otros- Bukele utilizó su cuenta para enfrentar a adversarios, opositores y críticos de las decisiones que tomó durante la crisis de salud.
La instrumentalización de la pandemia para atacar a los críticos de sus decisiones no fue algo nuevo de su gobierno. Bukele ya lo había hecho en el capítulo del 9F cuando instrumentalizó la negativa del congreso de aprobar un millonario préstamo para tomarse la Asamblea Legislativa. En febrero de 2020, ARENA y FMLN conformaban la mayoría legislativa y el presidente Bukele debía someter cada una de sus decisiones a la consideración y aprobación del bloque opositor.
→ Quien no me obedezca es mi enemigo y quien me critique, también. El caso de la Sala de lo Constitucional
En este periodo de agresiones digitales, los magistrados del otro poder del Estado que le cuestionaban también estuvieron en el centro de ataques. Desde el primero de junio de 2019 hasta el 20 de noviembre de 2023, en la cuenta de X de Bukele se mencionó 97 veces a la Sala de lo Constitucional. De esas 97 publicaciones, al menos 58 contienen mensajes en los que Bukele descalifica a la Sala de lo Constitucional que ejercía antes de que su bancada legislativa impusiera a sus magistrados el 1 de mayo de 2021.
El detonante de esta serie de publicaciones dedicadas a la Sala de lo Constitucional comenzó el 15 de abril de 2020, cuando Bukele anunció que no acataría una resolución en la que se le exigía a su gobierno parar los abusos a derechos humanos denunciados durante el decreto de cuarentena en la pandemia por covid-19. Desde ese momento, Bukele comenzó una batalla en contra de la Sala de lo Constitucional en la cual llegaría a nombrarlos “genocidas”.
Los mensajes de tono combativo hacia la Sala de lo Constitucional en X culminaron con la destitución de los cinco magistrados que la componían. El 1° de mayo de 2021 y en su primer día de mandato, una nueva Asamblea Legislativa -conformada por una mayoría del partido oficialista, Nuevas Ideas- destituyó a los cinco magistrados con el argumento de que “La Sala de lo Constitucional se arrogó atribuciones que corresponden al Ejecutivo”, y los reemplazó por personas afines al oficialismo. El papel de contrapeso que jugó la Sala de lo Constitucional durante la pandemia de covid-19 fue el material que utilizaron para descabezar al sistema judicial del país.
Durante la larga cuarentena, Bukele también subió volumen a la práctica de descalificar a la Asamblea Legislativa. Los partidos aliados como GANA y PCN no alcanzaban los votos suficientes para aprobar, sin cuestionar, los decretos que él emitía para modificar el presupuesto de la nación o los que afectaban derechos de la población, como el de movilización, entre otros.
Ni siquiera la población misma estuvo exenta de la emocionalidad de los mensajes de Bukele a través de X. Muchos de sus anuncios sobre decisiones para sortear la crisis sanitaria en X -como la prórroga de la cuarentena o la implementación de cercos sanitarios- tuvieron un marcado tono de “regaño” o de incitación al miedo.
Menos respuestas, más insultos
Los datos extraídos de la cuenta de X del presidente Bukele confirman una tendencia en decremento para las interacciones con la población. De hecho, según Twiplomacy, Bukele descendió tres puntos en el ranking de los líderes mundiales más influyentes en Twitter. Según el informe 2022, cayó del puesto número 6 al 9 en las personalidades que han impuesto agenda en la conversación digital. Le preceden en el Top Ten, Justin Trudeau (Canadá), Volodymyr Zelensky (Ucrania), Nicolás Maduro (Venezuela), Jair Bolsonaro (Brasil), Gustavo Petro (Colombia).
Según un análisis propio, las respuestas de Bukele durante su presidencia han disminuido, pero por otro lado sus confrontaciones han aumentado: insultos, confrontaciones, difamaciones y burlas para periódicos, periodistas, políticos opositores y miembros de la sociedad civil.
→ Las respuestas
→ El incremento de los insultos en la presidencia
→ Los insultos más recurrentes
El régimen de excepción que disolvió el Plan Control Territorial
Bukele llamó a su estrategia de seguridad pública “Plan Control Territorial”. Incluso creó un hashtag en X para ello.
Nunca existió un documento de acceso público de dicho plan. El discurso sobre seguridad del gobierno actual se ha manejado -y aun es así- por medio de las redes sociales. El uso de X ha sido crucial.
Según la base de datos procesada, la primera vez que Bukele mencionó el Plan Control Territorial fue el 19 de junio de 2019, dos semanas después de su toma de posesión. En la publicación, Bukele llamó a su política de seguridad estelar “PROYECTO CONTROL TERRITORIAL (sic)”. Tres días después publicó el hashtag #PlanControlTerritorial. La última vez que la utilizó esa etiqueta fue el 24 de diciembre de 2022.
A pesar de que el 9 de febrero de 2020 Bukele llevó a cabo la toma de la Asamblea Legislativa con militares como medida de presión para lograr la aprobación de un préstamo de 109 millones para su plan de seguridad, el Plan Control Territorial en su discurso tendría fecha de caducidad. Simplemente decidió que ya no quería que estuviera en el centro de la conversación.
Orden | Hash | Ocurrencias |
---|---|---|
1 | #covid19 | 697 |
2 | #bitcoin | 195 |
3 | #guerracontrapandillas | 171 |
4 | #plancontrolterritorial | 103 |
5 | #quedateencasa | 59 |
6 | #unaobraxdía | 41 |
7 | #newprofilepic | 41 |
8 | #btc | 39 |
9 | #15díasporsv | 22 |
10 | #plandespegueeconómico | 21 |
Su tercer hashtag más utilizado es el de #GuerraContraPandillas. Lo publicó por primera vez el 28 de marzo de 2022, a más de dos años de haber hecho referencia por primera vez en su cuenta de X al Plan Control Territorial.
El último fin de semana de marzo de 2022 se registró el día más violento del siglo en la historia de El Salvador desde los Acuerdos de Paz. 87 personas fueron asesinadas entre el 26, 27 y 28 de marzo. Meses más tarde, investigaciones periodísticas revelaron que estos asesinatos fueron la respuesta de parte de las pandillas ante el incumplimiento de una negociación del gobierno con dicha estructura. Fue por esta razón que Bukele ordenó el 27 de marzo la implementación del régimen de excepción, el cual fue aprobado con dispensa de trámite por la Asamblea Legislativa.
Este régimen permitió que la Policía Nacional Civil pudiese arrestar a cualquier persona bajo criterios poco claros. Organizaciones de derechos humanos señalan que en casi dos años del régimen ha habido más de 70,000 capturas y por lo menos 197 muertes. Dentro de estas detenciones se registran numerosos casos de arbitrariedades y graves violaciones a derechos humanos. Bukele reconoció la existencia de estas arbitrariedades, llamándolas un “margen de error”.
La narrativa del Plan Control Territorial fue desplazada por la de guerra contra las pandillas. Las únicas cuentas que utilizan hoy por hoy el hashtag #PlanControlTerritorial son las de la Asamblea Legislativa, la de la Policía Nacional Civil, la del Ministerio de Defensa Nacional y la de las Fuerzas Armadas.
Los derechos (solo para algunos) humanos
Temprano en su mandato, Bukele ya había dejado claro su punto de partida para interpretar el discurso de los derechos humanos. Para el mandatario, hay personas que sí merecen el respeto y otras que no. Este relativismo en el discurso de derechos humanos ha permanecido desde su llegada al Ejecutivo. Para Bukele, la defensa de los derechos humanos es, hoy por hoy, uno de los principales estorbos para aplicar el manodurismo y justicia punitiva que con tanto empeño (y fracaso) han aplicado todos los gobiernos de la posguerra, incluyendo el suyo. Es por ello que estos derechos están “restringidos”.
Para Juan Pappier, subdirector para las Américas de la organización defensora de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) “la narrativa de Bukele sobre los derechos humanos parte de la premisa de que hay que distinguir entre ciudadanos que respetan la ley y criminales. Y, según dice falsamente el presidente, las organizaciones de derechos humanos hasta ahora solamente se han dedicado a proteger a los criminales y se han olvidado de los derechos humanos más importantes que son los derechos humanos de los ciudadanos que respetan la ley”.
El artículo 1 de la Carta Internacional de Derechos Humanos dice que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.
Existen numerosos registros que muestran que las organizaciones de derechos humanos han asistido y asisten a diferentes poblaciones abandonadas por el Estado y en condiciones de vulnerabilidad, como migrantes indocumentados, familiares de personas desaparecidas, trabajadoras sexuales, víctimas de abusos de poder estatal, víctimas de violencia de género, víctimas de desplazamientos forzados por las pandillas, entre otros. Organizaciones de larga trayectoria como el Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA), Cristosal, Servicio Social Pasionista (Sspas) y la misma Human Rights Watch han documentado y acompañado a lo largo de la historia casos de violaciones de derechos humanos.
→ ONG’s: organismos internacionales más como organismos intervencionistas
Llamar “intervencionistas” a organizaciones internacionales que fiscalizan el cumplimiento de los derechos humanos no es un discurso nuevo ni original de Bukele y su equipo. El cuento de que nadie debe de meterse con los “asuntos internos” (domestic affairs) de un país ha sido utilizado una y otra vez por otros gobiernos de corte autoritarios, como el de Daniel Ortega en Nicaragua.
Baja el bitcoin, suben los mensajes en inglés
Al iniciar su tercer año de mandato, Bukele puso en agenda un tema que pretendía dar un vuelco a la economía del país. En junio de 2021, mandó a aprobar la adopción del Bitcoin como moneda de curso legal y, durante un año, generó entusiasmo y expectativas de mejorar las finanzas del Estado por esta vía. Pero la burbuja estalló no solo por las fallas de la aplicación Chivo creada para, supuestamente, facilitar transacciones cotidianas, sino también por la caída estrepitosa del valor de esta criptomoneda. Abandonó gradualmente el tema en 2022, pero en X quedó una huella sobre los sueños de grandeza que no se concretaron, así como la red de amistades, empresas y excéntricos promotores del uso de las criptomonedas con los que se relaciona y que tratan de evangelizar con un lenguaje que aunque suena innovador y parece que lo hablan muchos, son muy pocos quienes realmente lo entienden.
"Hablo dos idiomas, inglés y español; por cierto, el inglés lo hablo a la perfección", decía el candidato Bukele en 2018, para marcar una diferencia con el presidente saliente Salvador Sánchez Cerén. Según el informe de 2023 de Education First y su índice de clasificación del dominio en el idioma inglés, El Salvador se encuentra en la posición 50; es decir, la población tiene un nivel de manejo moderado. Desde que creó su cuenta, Bukele había escrito algunos mensajes en inglés, pero al subirse a la ola de Bitcoin, descubrió que había un gran público extranjero interesado en este proceso y un club de seguidores que alimentar en inglés.
Al evaluar los datos de la muestra analizada hasta el 20 de noviembre de 2023, de un total de 576 publicaciones emitidas por Bukele en idioma inglés, el 89.4 % ocurre justo luego de que Jack Mallers anunciara que El Salvador adoptaría el bitcoin como moneda, en la conferencia de Miami del 5 de junio de 2021.
→ Publicaciones de Bukele en inglés
Número de publicaciones al mes 2012/Ene - 2023/Nov
Tres de cada cuatro de las publicaciones del presidente en inglés están concentradas en los últimos dos de los once años analizados, justo después del anuncio de Mallers en Miami.
El experimento bitcoin no sólo incentivó la curiosidad de muchísimas personas fuera de las fronteras salvadoreñas sino que también generó críticas. Algunos de los personajes como el profesor de Economía de la Universidad Johns Hopkins, Steve Hanke, recibieron insultos del presidente: lo llamó idiota por criticar la construcción de Bitcoin City y lo acusó de no entender el uso de energía geotérmica para minar bitcoins. Este tipo de tuits son una especie de señal de ataque; inmediatamente comienza una espiral de odio de parte de grupos de seguidores hacia la persona en cuestión. En algunas ocasiones, hasta participan funcionarios o diputados oficialistas.
La defensa de su proyecto la ha realizado exclusivamente a través de su cuenta de X. Allí quedaron evidenciados los problemas de seguridad que presentó la aplicación Chivo Wallet y la desesperación del mandatario porque la gente la usara y no perdiera la confianza, pero no lo logró. Bukele también hizo uso de su cuenta personal para anunciar compras de bitcoin. Ni la presidencia ni el Ministerio de Hacienda han podido informar exactamente cuánto se ha comprado, de dónde salieron los fondos, ni cuánto se ha gastado en la ejecución total de este proyecto.
De confrontaciones, reconciliaciones y acuerdos con EE.UU.
La administración Bukele ha tenido una relación voluble con Estados Unidos. Primero, muy amistosa; luego, cargada de confrontaciones públicas y exabruptos. En el segundo semestre de 2023 pasó a estatus de reconciliación.
Desde que, en sus primeros cien días, Bukele recibió el anuncio de Donald Trump de otorgar una prórroga al vencimiento del Estatus de Protección Temporal (TPS), eran evidentes los esfuerzos en apoyar públicamente y mantener una buena relación con EE.UU. y Trump. Pero el panorama cambió con la llegada del demócrata Joe Biden, en enero de 2021. Los cuestionamientos sobre las manchas de corrupción en su gobierno se evidenciaron a través de la Lista Engel y la aplicación de la Ley Magnitsky. El momento de enfriamiento con la Embajada de EE.UU. comenzó después de la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional y el Fiscal General. Las confrontaciones directas con la congresista californiana Norma Torres y otros miembros del Congreso, que le señalaron el rompimiento del orden constitucional y violaciones de derechos democráticos básicos, abonaron a que las relaciones entre los dos países se volvieran hostiles durante un largo periodo, hasta llegar al presente donde se vislumbran acuerdos de colaboración. Aparentemente, se han limado asperezas.
En mayo de 2021, la congresista Torres empujó reuniones con representantes de la administración Biden para insistir en que se debía señalar a los funcionarios del gabinete salvadoreño, o afines a Nuevas Ideas, que han estado involucrados en corrupción.
El listado que se desclasificó en mayo de 2021 era solo un preámbulo de la Lista Engel, que según consignación del Congreso de EE.UU contempla el señalamiento a funcionarios y personas particulares de los tres países involucradas en corrupción o responsables de obstaculizar la democracia. La respuesta de Bukele fue empezar a perfilar al gobierno de Estados Unidos como injerencista o intervencionista.
La hostilidad y confrontaciones se fueron disolviendo en los últimos meses de 2023. El giro de reconciliación quedó registrado en visitas de funcionarios de alto nivel de EE.UU., Una de las más relevantes ha sido la reunión sostenida entre Bukele y Brian Nichols, subsecretario de EE.UU. donde se aplaudió la derogación de la ley mordaza contra periodistas, que dentro de sus alarmantes implicaciones permitía criminalizar la cobertura periodística sobre el fenómeno de las pandillas.
Los periodistas en la mira
Otro de los grupos que ha estado en la mira del presidente ha sido el de los periodistas. En las pocas conferencias que ofreció y aceptó recibir preguntas, mantuvo un tono confrontativo hacia los periodistas que no están en el ecosistema de medios oficialistas. En una de ellas, acusó de lavado de dinero al periódico El Faro sin presentar ninguna prueba.
Las conferencias de prensa del presidente han desaparecido, pero en el campo digital, Bukele ha mantenido la dinámica de acusar o estigmatizar a algunos miembros de este gremio. Retomamos uno de los primeros casos, el de la periodista Mariana Belloso, que tiene una trayectoria de más de 20 años como periodista en temas de economía.
El 30 de junio de 2019, realizando sus labores como periodista, Belloso publicó en X un mensaje que Bukele dijo en conferencia de prensa.
Bastó esa republicación de Bukele para que Belloso fuera víctima de acoso sistemático en sus redes sociales. Una de las acciones inmediatas fue la suspensión temporal de su cuenta; pero luego se sumó la pérdida de confianza de sus fuentes, pérdida de oportunidades laborales, despido, vigilancia, espionaje y persecución con camionetas negras polarizadas en las calles y, finalmente, exilio.
“Pasé a ser conocida como periodista a ser conocida como la periodista a la que Nayib atacó”, declaró Belloso. El acoso en X fue tanto que llevó a Belloso a dudar de sus capacidades profesionales. Belloso dice que ella sirvió como un caso de castigo ejemplarizante para el gobierno, por la magnitud y la gravedad de la violencia a la que fue sometida. Aclaró que esta reacción fue atípica.
“La gran diferencia con otros gobiernos era que, si a ellos no les gustaba algo que publicabas, llamaban a tu oficina de redacción y pedían hablar con tu jefe para pedir que te despidieran. Como yo siempre tenía el respaldo en grabaciones, me podía defender. Lo trataban de mantener todo muy discreto, entre menos personas se enteraran de que les había molestado algo que se hubiese publicado, mejor. Ahora no es así, las acusaciones de supuesta desinformación son públicas”.
Belloso tenía un blog periodístico. Cuando publicaba información crítica, había personas afines a los partidos en turno que la acusaban de defender los intereses de la oposición, pero eran usuarios de la ciudadanía o incluso personas anónimas. “Nunca un funcionario público me había acusado directa y públicamente de hacer mal mi trabajo por informar algo que los incomodase”, declaró.
Todos los emojis del presidente
El 73.3 % de la población opina que, desde que Bukele ocupa el mando de la presidencia, el país está “más unido”. Así lo reveló la encuesta de opinión pública del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), una de las encuestas más importantes de opinión.
Desde su salida del partido de izquierda Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Bukele ha promovido un discurso político en el que afirma que El Salvador vive el “final” de la polarización ideológica. Esto le ha permitido a Bukele tener un discurso líquido: tomar la forma del envase en el que se vierta.
De entre todos esos “envases” sobresale específicamente uno: el de El Salvador “unido”, sin división política ni ideológica, de una población acuerpada por un mismo propósito y una misma bandera.
Ejemplo del uso del emoji de bandera de El Salvador para exaltar un logro que Bukele atribuye a sus políticas públicas en materia de seguridad
Republicación comentada de la cuenta de Luis Almagro, secretario de la Organización Internacional de los Estados Americanos (OEA). Los emojis ocupan el espacio total de caracteres que admite X por publicación
En esta publicación llama “idiota” a Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Baltimore, Maryland, E.E.U.U.
Bukele celebra la aprobación del voto en el exterior en su gestión
Bukele llama “boomers” (insulto basado en la edad de la otra persona) a senadores estadounidenses
Video publicado de un avión comercial con el logo de su proyecto turístico costero “Surf City”
“Invierte una parte de tu cheque de pago de MacDonald’s en Bitcoin. Ahora regresa a dar vuelta a más hamburguesas, ¡perezoso de mierda!”. Publicación que buscó confrontar la crítica a compra de Bitcoin
Es el emoji de la bandera de El Salvador el más utilizado en la cuenta de Bukele. El símbolo patrio dobla en preferencia al segundo más utilizado (el emoji revolcándose de la risa).
El lenguaje se adapta a las tecnologías. El uso de emojis en las redes sociales y en internet es una práctica que forma parte de la rutina comunicativa del mundo digital y también puede tener una reinterpretación y comunicar emociones. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) define la alfabetización mediática e informacional como “un conjunto de competencias interrelacionadas que ayudan a las personas a maximizar las ventajas y minimizar el daño en los nuevos paisajes informativos, digitales y comunicacionales”.
En este contexto, en El Salvador existen índices para medir la cantidad de habitantes que utilizan internet y las redes sociales, pero no existen índices para describir la capacidad que tiene la población para discriminar la información útil y verdadera de la desinformación e información falsa. En ese sentido, el uso no solamente de emojis sino de todo recurso que permita conectar con la emocionalidad de las personas es crucial en la implementación de estrategias de comunicación política. Ahí donde la razón no convence, debe convencer la emoción.
Y así como Bukele -y todas las cuentas de instituciones gubernamentales y también las afiliadas al oficialismo- emplea emojis para apelar al sentimiento de unidad nacional, también utiliza emojis para esparcir la ofensa, la burla y, en última instancia, el odio.
Investigación: | Daniel Reyes y Marcela Trejo |
Edición: | Cecibel Romero y Óscar Martínez |
Análisis de datos: | Daniel Reyes, Marcela Trejo y Daniel Bonilla |
Desarrollo y visualización: | Daniel Bonilla y Daniel Reyes |
Diseño y concepto: | Daniel Bonilla, Daniel Reyes y Alex Santos |
Ilustración: | Otto Meza |