Voceros de las tres pandillas más grandes de El Salvador hicieron llegar este lunes 18 de abril un comunicado a El Faro en el que aseguran haber tenido un pacto con el partido de gobierno para favorecerlos durante la elección presidencial que en 2014 se resolvió en una segunda ronda.
El documento, firmado por los “voceros nacionales” de la Mara Salvatrucha y las dos facciones del Barrio 18 (Sureños y Revolucionarios), dice que las pandillas dan por roto los acuerdos que aseguran haber hecho con el gobierno: “Hemos decidido suspender definitivamente cualquier tipo de acuerdos que en años pasados han existido con el FMLN para generar en nuestras comunidades apoyo electoral para ellos y para impedir el voto para la oposición”.
En el comunicado, los pandilleros no se limitan a hacer señalamientos generales, sino que agregan nombres de dirigentes políticos del partido con los que dicen haber entrado en negociaciones directas: “Luego de la publicación del video de una reunión entre pandilleros y dirigentes de Arena, el gobierno ha acusado a Arena de haber hecho pactos con las pandillas, cuando en verdad los que han negociado nuestro apoyo electoral han sido dirigentes del FMLN al más alto nivel, como Benito Lara, Medardo González y José Luis Merino. Todos ellos se han reunido con nosotros y nos han ofrecido que el nuevo gobierno del FMLN iba a reducir la represión contra nuestra gente y abrir canales para buscar el diálogo...”, afirma el comunicado.
Medardo González es el secretario general del FMLN y José Luis Merino forma parte de la cúpula del partido y es pieza clave en la estructura de la empresa Alba Petróleos de El Salvador. Benito Lara fue diputado y cuando inició el gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén, el 1 de junio de 2014, asumió como ministro de Justicia y Seguridad Pública. En enero de este año dejó el cargo y ahora es asesor presidencial en materia de seguridad.
El Faro contactó con voceros de las dos facciones del Barrio 18, quienes avalaron el texto y aseguraron que la MS-13 también comparte el contenido del comunicado. Sin embargo, no fue posible establecer contacto con algún miembro de alta jerarquía de esa pandilla.
Según los pandilleros contactados, las sesiones con el FMLN tuvieron lugar en el contexto de la elección presidencial y afirmaron que se reunieron con los dirigentes de izquierda “antes de la primera vuelta (electoral) y después de la primera vuelta electoral”. La primera ronda electoral tuvo lugar el 2 de febrero y la segunda, el 9 de marzo. De resultar real la versión de las pandillas, significaría que los políticos de izquierda citaron a los líderes pandilleros, más o menos en las mismas fechas en que también se reunieron con ellos el vicepresidente de Ideología de Arena, Ernesto Muyshondt, y el alcalde de Ilopango, Salvador Ruano.
Uno de los pandilleros consultados explicó: “Es que cuando Arena nos buscó para equilibrar las cosas ya teníamos un pacto con el FMLN. O sea que no se podía porque ya había un acuerdo con el Frente”.
Posterior a la primera vuelta electoral, voceros de Arena acusaron reiteradas veces al FMLN de tener pactos con pandilleros para que estos impidieran a los votantes areneros acudir a las urnas. De hecho, el ahora diputado Muyshondt justificó su reunión con pandilleros argumentando que el encuentro buscaba convencer a las pandillas de que le permitieran a sus seguidores salir a votar.
En el comunicado también se asegura que ha habido reuniones con el diputado Guillermo Gallegos, del partido Gana, quien en noviembre próximo asumirá la presidencia de la Asamblea Legislativa gracias al pacto que su partido ha hecho con el FMLN. Gallegos es impulsor de medidas de corte “manodurista”, como juzgar a los pandilleros menores de edad como adultos y ofrecer armas a la población civil para que combatan a las maras. En el comunicado, las pandillas también dicen haber sostenido encuentros con el expresidente de la Asamblea Legislativa y del partido Arena Walter Araujo. Araujo, expresidente del Tribunal Supremo Electoral, fue candidato a alcalde de San Salvador por Gana en marzo de 2015.
El Faro intentó contactar con los dirigentes del FMLN mencionados en el comunicado. El teléfono de Medardo González se encontraba apagado; a Benito Lara se le explicó por medio del sistema de mensajería Whatsapp las razones por las que el periódico quería contactarlo, pero no respondió. Se intentó buscar al vocero del gobierno, Eugenio Chicas, pero no atendió las llamadas a ninguno de los dos celulares.
El único que se pronunció fue Guillermo Gallegos, quien negó cualquier encuentro con pandilleros: “Nunca me reuní con terroristas. Eso es falso. Mucho menos con Walter Araujo, casi nunca coincidimos en campaña. Ellos (pandilleros) pueden decir cualquier cosa, pero yo con terroristas no me he reunido ni me reuniré. Que sepan los terroristas que nunca me amedrentarán y que seguiré haciendo todo los esfuerzos que sean necesarios para que no castiguen a los salvadoreños”, dijo.
Anuncian boicot contra FMLN y Gana
En el comunicado, los pandilleros aseguran sentirse “defraudados” por los dos partidos que mantienen una alianza en la Asamblea Legislativa y advierten que para elecciones próximas (las de alcaldes y diputados están programadas para 2018) no permitirán que ninguno busque votos en lo que consideran sus territorios, prohibiendo incluso cualquier tipo de propaganda alusiva al Frente o a Gana.
“Los dirigentes del FMLN y Gana nos han defraudado, porque ninguna de sus promesas se han hecho realidad. Por lo contrario, promueven nuestra aniquilación por medios militares. Por tanto, nuestras comunidades nunca jamás volverán a ser canchas para que el FMLN o Gana busquen votos y organización partidaria. Por eso hemos dado instrucciones a nuestros territorios de no permitir actividades partidarias del FMLN y Gana, ni el uso de sus distintivos, como banderas, camisetas, gorras, etc”, dice el documento, que agrega con letras resaltadas: “Quienes nos han declarado la guerra no pueden esperar que los recibamos en nuestros territorios”.
En el documento también se dice que las tres organizacio nes criminales se adjudican la reducción de los asesinatos ocurrida desde finales de marzo, cuando cayeron de más de 20 diarios a un promedio que ha rondado los 10 cada día: “Las cifras de homicidios de las últimas semanas demuestran que somos hombres de palabra y cumplimos. Debido a nuestra decisión de suspender todas las acciones ofensivas, la cuota de sangre ha bajado de 24 muertos diarios a 11”, aseguran, aludiendo a su compromiso lanzado el 26 de marzo de frenar su propia violencia mortal y se comprometen a mantener su ofrecimiento vigente.