A inicio de marzo, antes de la segunda vuelta electoral de 2014, el entonces candidato presidencial de Arena, Norman Quijano, y el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, se reunieron con líderes de la Mara Salvatrucha 13 y de las dos facciones del Barrio 18 en diferentes ocasiones. Ambas citas fueron previamente arregladas por intermediarios del partido Arena que tenían el objetivo de convertir a Quijano en presidente de la República, según sostiene la Fiscalía General de la República (FGR) en la solicitud de antejuicio legislativo contra el arenero. Para hacer estas acusaciones, la Fiscalía se basa principalmente en la declaración de dos testigos expandilleros y videos que fueron extraídos del teléfono de uno de los participantes en las reuniones, que entonces era miembro de la ranfla nacional de la MS-13 y que ahora mismo declara en juicio bajo el seudónimo de Noé.
Las reuniones aparecen mencionadas en la solicitud de desafuero que la Fiscalía presentó en contra del diputado Quijano el lunes 27 de enero. La Fiscalía cuenta con los testimonios del testigo criteriado Noé y de Salomón, exmiembro de la 18 Revolucionarios. Ambos delataron a sus pandillas a cambio de no permanecer en la cárcel. Además, tiene como prueba un video de la reunión en la que participó Quijano. Sin embargo, antes de la reunión de Quijano con los supuestos pandilleros, hay varias otras entre políticos areneros y pandilleros, y la Fiscalía reconstruye una versión de esos hechos antes de llegar a la del que fue candidato a la Presidencia.
La Fiscalía no tiene la fecha exacta de cuándo ocurrieron todas las reuniones. Sin embargo, en el documento fiscal aparece mencionado que la primera sucedió a inicios de enero de 2014, en la Alcaldía de Ilopango, donde se encontraba Salvador Ruano, exalcalde arenero que ya había aparecido reunido con líderes pandilleros en un video difundido por este medio; el testigo Noé, y el pandillero Weekend, del Barrio 18 Sureños. En esa reunión, según el testigo criteriado, Ruano dijo que “había escuchado que estaban apoyando a los rojos (FMLN)” en la primera contienda electoral. Después, Ruano preguntó cuánto dinero necesitaban para que estuvieran de su lado (Arena), y los pandilleros respondieron que un millón de dólares.
Siguiendo la versión fiscal, Ruano llamó por teléfono a Jorge Velado, expresidente del Consejo Ejecutivo Nacional de Alianza Republicana Nacionalista (Coena), y dijo: “Don Jorgito, aquí estoy ya con los muchachos, pero lo voy poner en altavoz porque no me creen, ya que solo bolo ando, explíquese usted que no es cosa mía, sino del partido, que la misión que tenemos es ganarle a los terengos”. Horas más tarde, Weekend notificó a Noé que Arena iba a entregar el dinero acordado a través de un intermediario.
Dos meses después, según la cronología fiscal, ocurrió la segunda reunión. Raúl Mijango, principal mediador de pandillas, recibió una llamada de Paolo Luers, para que los líderes de pandillas se trasladaran al sector de Amitatan, donde estaba un rancho, cerca del lago de Ilopango, porque se reunirían con Ruano y Muyshondt. Luers era columnista de El Diario de Hoy y había asesorado a Arena en momentos puntuales, pero también había sido un actor importante en la tregua con las pandillas que el Gobierno del efemelenista Mauricio Funes creó en marzo de 2012. Luers entró a la tregua por su amistad con Raúl Mijango, el exguerrillero y principal delegado por el exministro de Seguridad y Justicia, David Munguía Payés, para administrar esa negociación. Luers niega haber entregado dinero a los pandilleros.
De acuerdo a la investigación fiscal, Muyshondt explicó aquella reunión diciendo que fue enviado “por la máxima dirigencia del partido, Jorge Velado, del Coena, para que llevara a cabo cualquier tipo de negociación o convenio”. Entre las ofertas que el alcalde de San Salvador hizo fue que intentarían cerrar el penal de Zacatecoluca. El arenero también aprovechó para consultar a los pandilleros qué opinaban del exefemelenista Facundo Guardado como ministro de Seguridad, “ya que estaba en la disposición de trabajar con miembros de maras y pandillas, ya que tenía un pensamiento de inclusión y no exclusión”. Muyshondt también prometió cambiar la campaña de Quijano, porque los pandilleros estaban molestos por los mensajes antipandillas que Quijano había utilizado como punto central en sus comerciales. Muyshondt explicó a los pandilleros que ocurrió de esa manera porque 'eso le gusta escuchar a la gente'.
En esa reunión, los pandilleros también pidieron dinero para movilizar a los votantes afines a las maras. Muyshondt y Ruano respondieron “que harían números”, sin especificar una cifra, ya que la campaña electoral había dejado mal económicamente al partido.
El relato fiscal continúa. Días después de la reunión del lago, Mijango se enteró de que el diputado Quijano y el también arenero diputado Ernesto Angulo llegarían a la oficina de la Red Nacional de Pastores, ubicada en la colonia Flor Blanca, en San Salvador, para reunirse con líderes pandilleros. Mijango marcó a Noé para que se hiciera presente y le recomendó que escondiera una cámara para tener registro de la junta, ya que iba a presenciar “algo histórico'. El testigo Noé así lo hizo. En su reloj, colocó una pequeña cámara digital con la que grabó una parte de la reunión donde aparece Quijano ofreciendo beneficios a ambas pandillas a cambio de que movilizaran a la gente que vive en los territorios que ellos controlan, para ayudarle a derrotar a su contendiente, el efemelenista Salvador Sánchez Cerén.
Noé relató que cuando llegó a la oficina se encontró con Rubén Rosa Lovo, alias Chivo de Centrales; así como también, Pedro Benjamín, alias Snayper, y Dani Fredy Ramos Mejía, el Cisco de Teclas. Centrales es uno de los programas más fuertes de la MS-13 en todo el país; Teclas es una de las clicas más poderosas del programa Libertad, otro de los que más pesa dentro de la pandilla. Ellos se presentaron con Quijano e informaron “cuáles eran sus responsabilidades dentro de la pandilla para mantener el control dentro de la MS, y que eran los responsables en asuntos políticos en las pandillas. Y con la fracción de los dieciocho trabajaban con los mismos ideales bajo el lineamiento de los líderes que estaban en los penales”, se lee en el documento.
Según la FGR, Quijano pidió a Nelson Valdez, presidente ejecutivo de la Red Nacional de Pastores Torre Fuerte (RNP), que le prestara una oficina. Él aceptó y los trasladó a una habitación para dar inicio con la reunión.
El Faro habló vía telefónica con Valdez, quien sí recuerda que Quijano, a quien llama 'amigo personal', y Ernesto Ángulo, llegaron a un 'culto de acción de gracias' a un local que él tenía en la colonia Flor Blanca —tal como dice la Fiscalía—. Sin embargo, asegura que él no invitó a ningún pandillero y que no recuerda ninguna de las cosas que Quijano ofreció en la reunión, y que están consignadas en la acusación de la Fiscalía. Valdez asegura que la reunión fue con pastores. Cuando Marvin Adalí Quintanilla Ramos, alias Piwa, ranflero de la MS-13 en aquel momento, fue detenido en julio de 2016, la Policía le decomisó un carné que lo identificaba como 'capellán mayor' de la Red Nacional de Pastores Torre Fuerte, dirigida por Valdez.
'Era una reunión de cristianos, de pastores. El candidato no estaba invitado. Alguien, no me acuerdo quién, me habló y me dijo que el candidato tenía una hora y media para llegarnos a saludar. Le dije que teníamos un culto de acción de gracias y llegó', explicó Valdez.
Según el pastor, Quijano llegó 'a hacer una presentación de su plan de gobierno, llevó una propuesta para apoyar a las iglesias y para todos los que estábamos presentes'. 'Nosotros no habíamos invitado ningún pandillero', dijo Valdez. Sin embargo, en el fallo del juez Godofredo Salazar Torres, quien conoció esta prueba durante el juicio del caso Operación Cuscatlán, en el mismo que declaró Noé contra su estructura, aparece mencionado un extracto del video donde aparece Quijano negociando con supuestos pandilleros y dice: “Nosotros lo que podemos hacer, si ustedes en realidad de desactivar esa orden, de no votar por Arena; si nos dan la oportunidad de gobernar, aquí están los pastores de testigos...”
La Fiscalía interrogó a Valdez y allanó su organización en 2016, cuando detuvieron a Piwa con el carné de pastor. 'Cuando graduamos a aquel tipo, a nosotros nos investigaron, nos recontra investigaron, y si hubiéramos tenido algo que ver nosotros... Nuestro trabajo es ganarnos la gente a Cristo y transformarla', dijo.
Según la Fiscalía y sus testigos, Quijano hizo seis promesas a los pandilleros en aquella reunión. Una de ellas era eliminar la ley de Proscripción de Maras y Pandillas, que establece explícitamente que la MS-13 y el Barrio 18, entre otras pandillas, son organizaciones criminales y que solo pertenecer a cualquiera de estos grupos constituye un delito con penas de entre 4 y 10 años de cárcel (a pesar de que no hayan cometido ningún otro delito).
También aseguró que intercedería con el entonces ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Perdomo, y con el exfiscal general, Luis Martínez, para “bajarle la intensidad a los ataques que en ese momento se estaban dando hacia los grupos pandilleriles”. Según la Fiscalía, el arenero también dijo que buscaría reducir el nivel de operatividad de la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Armada (FAES) en los municipios controlados por pandillas.
Noé asegura que Quijano les dijo que brindaría más apoyo a las alcaldías que gestionaban los municipios santuario, que básicamente consistían en crear espacios para que pandilleros se comprometieron a dejar de cometer ilícitos a cambio de que la Policía no los capturara. El proyecto se implementó en 18 municipios, fue abandonado tras unos meses y nunca se midieron a cabalidad sus resultados. También habló sobre el presupuesto general de la nación que, según Quijano, era de $100 millones, y aseguró que para los próximos cinco años duplicaría la cantidad y “ese dinero podía ser invertido en programas de beneficios para todos ellos”. Discutió también el tema de reinserción 'para que los pandilleros pudieran tener libertad de movimiento e incorporación a la vida socio productiva”. E hizo una propuesta: “Diciéndoles que existían cuarteles como el de Chalatenango, la Fuerza Naval en La Unión, donde pueden montar granjas para su beneficio'.
Muyshondt y Quijano han negado las negociaciones que hicieron con las pandillas. Quijano considera que es un 'ataque político’’, mientras que Muyshondt dijo que mandará a su grupo de abogados a la Fiscalía para que indague.
Políticos y mareros
Desde marzo de 2016, este periódico sacó a la luz videos que muestran a políticos de Arena y del FMLN negociando con pandilleros de cara a las elecciones presidenciales de 2014. El primer video fue aquel del lago donde participaron Muyshondt y Ruano. Los siguientes en ser publicados fueron aquellos donde aparecía Benito Lara, entonces diputado efemelenista, y Arístides Valencia, también diputado y quien poco después de asistir a esa reunión se convertiría en ministro de Gobernación.
No solo los videos han salido a la luz, sino toda una cronología que explica la sucesión de estos. El 10 de agosto de 2017, Eduardo Burgos Nuila, un exlíder del Barrio 18 Revolucionarios, mejor conocido como Nalo, declaró en el Tribunal de Sentencia A Contra el Crimen Organizado. Nalo dio testimonio en contra de Mijango y del exdirector de centros penales, Nelson Rauda, y de otras 17 personas acusadas de haber trasladado a 30 pandilleros del penal de máxima seguridad a otros penales, en el marco de la tregua.
En su testimonio, Nalo explicó que entre el FMLN y Arena pagaron $350,000 a las tres pandillas (MS-13, Barrio 18 Revolucionarios y Sureños) por sus votos y por amedrentar a los votantes contrarios. En esas entregas de dinero, aseguró Nalo, participaron desde la oenegé Equipo Nahual hasta Luers y los entonces diputados efemelenistas. En el relato del testigo, todo empezó en octubre de 2013, cuando ocurrió la primera reunión que terminó en un pacto para las elecciones. Aseguró que esa reunión fue con Lara en su despacho de la Asamblea Legislativa. A partir de entonces, relató Nalo, varias reuniones se sucedieron, y en ellas, el FMLN entregó $250,000 y Arena, $100,000. Ambos con las mismas intenciones, inclinar las elecciones. Nalo asegura que su pandilla cumplió en pacto con el FMLN para la primera vuelta de las presidenciales, por el que cobraron $150,000, y amenazó a aquellos que sabían eran simpatizantes de Arena en sus comunidades, e incluso le quitaron el DUI a algunas personas. Para la segunda vuelta, el FMLN entregó otros $100,000 a las tres pandillas, y Arena entró en la historia pagando otros $100,000 para desactivar los acuerdos con los efemelenistas. Al menos su pandilla, aseguró Nalo, decidió no hacer nada ante la segunda vuelta. Prometieron a ambos partidos ayudarles a ganar, cobraron y se cruzaron de brazos.
Las negociaciones no solo han sido relatadas en estas audiencias. Todos los líderes pandilleros que participaron en estas reuniones confirmaron en diferentes momentos a El Faro la existencia de las negociaciones en ese orden y la entrega de dinero. Las únicas discrepancias entre ellos eran detalles anecdóticos, como hora a la que ocurrieron los eventos.
*con reportes de Nelson Rauda