Leopoldo López, líder de la oposición venezolana, dijo que le preocupan las acciones del Gobierno de Nayib Bukele en El Salvador. “Vemos con mucha preocupación cuando no hay un respeto al Estado de Derecho, a los derechos humanos y a lo que significa la pluralidad que debe existir en democracia”, respondió López a una pregunta de El Faro sobre la situación política de El Salvador, durante un encuentro con periodistas latinoamericanos en Miami, Florida.
La preocupación de este político opositor al régimen de Nicolás Maduro es relevante porque un grupo de venezolanos cercanos a él y a su partido, Voluntad Popular, conforman en El Salvador un gabinete paralelo que toma y ejecuta decisiones en el Gobierno de Nayib Bukele. Lester Toledo, cofundador con López del partido Voluntad Popular, fue el jefe de campaña de Nuevas Ideas, el partido de Bukele, para las elecciones de febrero de 2021. Más importante, Sara Hanna, quien fue asistente de López, es la jefa de ese gabinete paralelo.
Sara Hanna, según el medio venezolano Armando Info, articuló todos los esfuerzos comunicacionales para posicionar a Leopoldo López en Estados Unidos como un líder opositor. Antes, Hanna, junto a otros líderes de la llamada generación de 2007, creó la Fundación Futuro Presente, que ha tenido entre sus líderes y entre sus beneficiarios de programas a políticos que se han sumado como cuadros de Voluntad Popular. Ni los cargos oficiales ni los salarios de estos venezolanos han sido transparentados.
Esta es la primera vez que Leopoldo López se pronuncia en este tono con respecto a El Salvador y al Gobierno de Bukele.
“Suscribo lo que se ha dicho aquí”, dijo López en la conferencia. Y eso es relevante por todo lo que activistas de Nicaragua, Cuba y Venezuela dijeron en el evento, en tono crítico, sobre El Salvador. La conferencia de prensa, integrada por ocho panelistas, duró media hora en un salón del New World Center, en Miami Beach.
Leopoldo López participa esta semana en el Oslo Freedom Forum, un evento organizado por la Fundación de Derechos Humanos. El evento se describe como “una reunión global de activistas unidos para enfrentar a la tiranía”. Este año, como parte del evento, hay una serie de conferencias relacionadas con Bitcoin, por lo que es seguro que se hable de El Salvador en el evento. Pero ya en la apertura, el asunto salvadoreño ocupó un papel importante por algo no relacionado con criptomonedas, sino con el deterioro de la democracia.
Roberto González, director jurídico de Fundación de Derechos Humanos (HRF, por sus siglas en inglés) dijo que consideran a El Salvador como un “autoritarismo competitivo” porque existen “residuos de libertad”, como prensa independiente o alcaldes y diputados de oposición, y también porque el poder judicial aún no es “totalmente partidario a Bukele”. González dijo que “hay un pequeño espacio de competencia política para evitar que El Salvador se convierta en Venezuela”.
El presidente de Human Rights Foundation, Thor Halvorssen Mendoza, es primo de Leopoldo López. Halvorssen dijo que “El Salvador va por el camino de Venezuela” y pidió a González que explicara el contexto. González abordó la purga de jueces liderada por la Asamblea Legislativa, de mayoría bukelista. También recordó la sustitución de la Sala de lo Constitucional por una “servil a sus intereses que le ha permitido reelegirse”, a pesar de las múltiples prohibiciones al respecto en la Constitución salvadoreña.
En el panel también estuvo la activista nicaragüense Berta Valle, esposa de Félix Maradiaga, uno de los siete precandidatos a las elecciones presidenciales detenido desde junio. “Mi esposo estuvo anunciando que lo que hoy vivimos iba a pasar”, dijo y señaló que la comunidad internacional ha sido inoportuna en procesos que prevengan la destrucción de la democracia. Valle aludió a la descripción de Bukele en su perfil de Twitter: “el dictador más cool del mundo mundial”. Para Valle eso habla de “la nueva narrativa de estos regímenes” y llamó a “atender con diligencia porque las consecuencias que estamos viendo son lamentables”.
Laritza Diversent, abogada cubana defensora de derechos humanos, también fue parte del panel. “La comunidad internacional ha demostrado que es ineficiente para sacar del poder a los regímenes cuando ya están instaurados. Depende mucho de que, en las etapas previas como está pasando en El Salvador, la comunidad latinoamericana se centre en eso”, dijo Diversent.
Cuando Leopoldo López dijo “suscribo lo que se ha dicho aquí” se estaba refiriendo a todo eso. “El tema del autoritarismo no es un problema de derecha o izquierda, es una forma de ejercer el poder”, dijo López. “Un paso significativo de este encuentro es que los liderazgos de nuestros países puedan estar articulados porque estamos enfrentando el mismo problema, diferentes países, pero el mismo problema”, añadió López.
Voluntad Popular y Nayib Bukele
La declaración de López se diferencia de la postura de muchos miembros de su partido y de la suya propia respecto a Bukele. En mayo, días después de la destitución ilegal de los magistrados de la Sala Constitucional y del fiscal general, el mismo López dijo que el tema de “El Salvador le generaba dudas” y que no podía compararlo a lo que hizo Hugo Chávez en Venezuela. “Nosotros creemos que ahí en El Salvador como en cualquier otro país hay que buscar el cauce democrático, sobre todo de la gente y eso se expresó en unas elecciones que dieron una clara mayoría (a Bukele', dijo en una entrevista.
En septiembre, la embajadora interina de Estados Unidos en El Salvador comparó a Bukele con Chávez tras la purga de un tercio de los jueces del país. Catalina Lobo Guerrero, periodista y autora de un libro sobre la situación política en Venezuela validó esa comparación: “Leo esto y me parece estar viendo un calco de lo que fue la toma del poder judicial en Venezuela por parte del chavismo”, escribió en Twitter.
El partido Voluntad Popular es el principal partido de oposición de Venezuela y es el que impulsó a Juan Guaidó, parcialmente reconocido por algunos países como presidente interino de Venezuela. Voluntad Popular no emitió un pronunciamiento por el golpe de Bukele al Órgano Judicial de septiembre. Cuando algunos líderes de partidos opositores venezolanos se pronunciaron en contra, el presidente Bukele y líderes de Voluntad Popular los atacaron. Víctor Manuel Borjas, coordinador de Voluntad Popular en Maracaibo, dijo que Bukele no era un dictador y que sus actos eran legítimos, ante la condena expresada por uno de los líderes del partido Vente Venezuela. “Ganaron el parlamento con mayoría absoluta y el proceso fue democrático. Todos sus actos los contempla su Constitución, así que ningún dictador, en vez de criticar ponte a hacer algo por nuestro país”, dijo Borjas a Pedro Urruchurtu, de Vente Venezuela.
Julio Borges, el canciller de Juan Guaidó, sí se pronunció como líder de su partido Primero Justicia. “No hay dictaduras de derecha o izquierda: hay dictadura. No hay dictaduras buenas o malas: hay dictadura”, dijo Borges. Bukele le contestó que era cómplice de Maduro, y otros miembros de Voluntad Popular salieron en defensa de Bukele. “Si quieren llegar al poder para dejar al fiscal de Maduro y a la Corte de Maduro (...) mejor díganle a la gente la verdad, que apoyarlos a ustedes es igual que apoyar a Maduro”, dijo Bukele.
“Políticos que se tardaron 16 años en llamar dictadura al Chavismo en Venezuela se tardan en llamar dictadura a gobiernos de otros países”, dijo Víctor Barboza en respuesta al pronunciamiento de Borges. Barboza formó parte del equipo de la empresa Salto Ángel Consulting, coordinado por Lester Toledo, que manejó la estrategia de organización del territorio del partido Nuevas Ideas.
Barboza y Toledo también formaron parte del equipo de la Coalición Ayuda y Libertad que, en coordinación con el Gobierno interino de Guaidó, colaboró con la movilización para el envío desde Miami a Cucuta, Colombia, de la ayuda humanitaria en un evento en el que Guaidó contó con el respaldo del presidente de Colombia, Iván Duque; del de Chile, Sebastián Piñera; y del Secretario General de la OEA, Luis Almagro. Entre los asesores venezolanos, que se sumaron a Toledo en los eventos de organización del territorio en El Salvador, hubo miembros de Voluntad Popular que habían hecho trabajo territorial para ese partido en la capital del Estado de Zulia, en Maracaibo.
