El primer día de su segundo mandato inconstitucional, Nayib Bukele se rodeó de un influyente grupo admiradores y allegados al expresidente estadounidense Donald Trump. En los nuevos pisos del Palacio Nacional, desfiló una delegación de líderes conservadores estadounidenses cercanos al movimiento Make America Great Again (Maga), liderado por Donald Trump hijo, el congresista de Florida Matt Gaetz e influencers de redes sociales cercanos al expresidente republicano, como el expresentador de noticias de la cadena Fox, Tucker Carlson, y Eduardo Verástegui, productor de cine y exaspirante presidencial ultraderechista de México.
La visita de estos representantes a El Salvador sucedió la misma semana que una delegación de funcionarios de la administración Biden se reunió con Bukele para estrechar lazos con el mandatario salvadoreño. La delegación estuvo integrada por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; Daniel Erikson, asesor de seguridad de la Casa Blanca; el Secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols.
Este fin de semana, la Presidencia de El Salvador ha promovido fotos en sus redes sociales de la recepción de todas las misiones diplomáticas que asistieron al evento, mandatarios de Argentina, Ecuador, Costa Rica, Honduras, Kosovo, el primer ministro de Belice y el rey de España. En lo que parece un guiño a la simpatía entre el Gobierno Bukele con el Partido Republicano estadounidense, la Presidencia destacó este viernes 31 de mayo la presencia del hijo de Trump, la única publicación hecha para un invitado que no representa a un Estado. “El Salvador tiene el grato placer de haber recibido la visita de Donald Trump Jr, quien ha viajado para asistir a la ceremonia de investidura presidencial”, dice un tweet de Casa Presidencial.
El mensaje apareció este mismo viernes 31 de mayo, fecha en la que el expresidente Trump fue condenado por 34 delitos de “falsificación de registros comerciales”. El mismo viernes, la Presidencia de la República saludó y destacó la presencia del hijo de Trump. “El Salvador tiene el grato placer de haber recibido la visita de Donald Trump Jr, quien ha viajado para asistir a la ceremonia de investidura presidencial”, dice un tuit de Casa Presidencial. También sucede el mismo día en que Bukele se reunió con la delegación oficial de Estados Unidos.
No es un gesto nuevo. La cercanía de Bukele con los conservadores republicanos viene desde inicios del primer mandato de Bukele. Entre 2019 y 2021, el Gobierno de El Salvador había destinado $1 millón de dólares para rodearse de cabilderos cercanos a la administración Trump. Un hombre que ha sido clave es Damián Merlo, asesor de política exterior de este Gobierno y encargado, entre otras cosas, de propiciar acercamientos de la administración Bukele con políticos cercanos a Trump. Este asesor argentino-estadounidense estuvo entre los invitados a la toma de posesión, pero esta vez ni él ni el exembajador de Estados Unidos en El Salvador, Ronald Douglas Johnson estuvieron en primera fila sino en los espacios de la periferia del Palacio Nacional.
Trump Jr., el hijo mayor del exmandatario estadounidense, es el vicepresidente de “The Trump Organization”, un paraguas de negocios familiares, y fue investigado por la Comisión Especial Robert Mueller, por su presunto rol, en 2016, en reuniones con agentes del Gobierno ruso para interferir en las elecciones presidenciales de 2016. “Ha sido un honor estar con Nayib Bukele en su toma de posesión, apoyando a un líder que pelea contra el globalismo por el beneficio de su pueblo. Necesitamos más personas como él; El Salvador tiene un futuro brillante con él”, publicó Donald Trump Jr en su cuenta de X, junto con un video que tomó de Bukele imponiéndose a sí mismo la banda presidencial.
La Conferencia de Acción Política Conservador (CPAC) es un excéntrico mitin anual que reúne a políticos conservadores de Estados Unidos y sus aliados mundiales desde 1973. En los últimos años se ha radicalizado más hacia la derecha, debido al dominio singular que ha ejercido Donald Trump. A la ceremonia en El Salvador, asistieron figuras que han sido ponentes destacados en la última CPAC: Javier Milei, Eduardo Verástegui, Math Gaettz.
Entre los asistentes que también estuvieron en la CPAC también destacó la presencia de Tucker Carlson expresentador de la cadena de televisión Fox, quien fue demandado por utilizar su espacio informativo para promover teorías de la conspiración sobre un supuesto fraude electoral —en la elección en la que Trump perdió la presidencia contra Joe Biden— y por alentar las protestas que terminaron con los disturbios del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos.
Una de las figuras de CPAC con las que se reunió Bukele este año fue Verástegui, el productor mexicano de Sounds of Freedom, la película que retoma la historia de Tim Ballard, un exagente estadounidense que rescata niños de redes de trata. En julio del año pasado, Verástegui fue recibido en Casa Presidencial en San Salvador por Olga Ortez, la madre del presidente Bukele, y Nancy Rivard, esposa del director de la Agencia de Diseño de Nación. Verástegui acompañó a Donald Trump Jr durante la ceremonia.
Los invitados oficiales
El presidente argentino Javier Milei llegó a la inauguración de Bukele en el avión presidencial junto con su hermana y secretaria general de presidencia, Karina Milei. El argentino fue de los ponentes latinoamericanos más destacados de la CPAC y en su discurso se enfocó en lo que él describe como ideas libertarias y anticomunistas: “No dejen avanzar al socialismo, no avalen la regulación, no avalen la idea de los fallos del mercado, no permitan el avance de la agenda asesina y no se dejen llevar por los cantos de sirena de la justicia social”. En El Salvador, Milei no dio declaraciones, pero sí tuvo una reunión con el presidente Bukele: “Viva la libertad, carajo”, escribió Milei en X, repitiendo su lema emblemático, junto con una foto con Bukele.
De Suramérica, también, destacó la presencia de Daniel Noboa, presidente de Ecuador, que protagonizó un conflicto diplomático internacional, tras ordenarle a los cuerpos de seguridad ingresar a la embajada de México para arrestar al político correísta Jorge Glas, acusado de delitos de corrupción. Noboa es un candidato conservador que llegó al poder con propuestas similares a las de Bukele, como estados de excepción para combatir a las bandas que se dedican al narcotráfico y al sicariato.
Asistió también el presidente de Paraguay Santiago Peña (electo a través del Partido Colorado, de tendencia libertaria-nacionalista) y a la primera dama, Leticia Ocampos, quienes fueron escoltados en su ingreso al Palacio Nacional por César Addario, el asesor paraguayo que cobra montos millonarios del Gobierno de Bukele.
Bukele, quien desde 2012 se ha rodeado de asesores y de financistas, que han manejado millones de dólares del régimen venezolano a través de Alba Petróleos, ha logrado reposicionarse como un líder de extrema derecha en los círculos conservadores del hemisferio.
“¡Dios tuvo compasión de los salvadoreños! Necesitamos a un Bukele en Cuba, Nicaragua y Venezuela!”, publicó la congresista republicana María Elvira Salazar en su cuenta de X junto con una fotografía al lado de Bukele y de la primera dama, Gabriela Rodríguez. Salazar estuvo acompañada de la asesora venezolana -y ministra del Gobierno Bukele sin cargo oficial- Sara Hanna durante la ceremonia de toma de posesión.
Entre los republicanos, han decidido ignorar los millones de dólares que Bukele y gente de su círculo cercano recibió de Alba Petróleos: $1.9 millones que Bukele admitió recibir de ese grupo empresarial; los $227,000 que recibió su jefa de gabinete, Carolina Recinos o los $11.9 millones de un préstamo al exministro de Agricultura, Pablo Anliker (ambos sancionados por el Gobierno de Estados Unidos); o también los $527,000 recibidos por una empresa de la designada presidencial, Claudia Juana Rodríguez, que era administrada por el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro.
En 2019, cuando ganó popularidad por distanciarse de las clásicas esquinas del cuadrilátero político, Bukele se vendía como alguien cercano a las ideas de izquierda progresista. Tras cinco años de su primer mandato, Bukele, que inició su carrera en un partido de exguerrilleros afines a la Cuba castrista, ya es más cercano al grupo ideológico del otro extremo: el ultraconservadurismo del hemisferio occidental.
*Con reportes de Roman Gressier