El Salvador / Pandillas

Con la captura de Greñas, toda la ranfla de la MS-13 está en prisiones de EE.UU y El Salvador

Una vez más, un líder pandillero requerido por El Salvador y Estados Unidos es capturado en México y enviado al norte. Con la captura de Greñas, toda la ranfla de la MS-13, que desde los penales salvadoreños sofisticó a esa organización criminal desde inicios de siglo, está encarcelada: tres en Estados Unidos y 11 en El Salvador. 


Jueves, 13 de junio de 2024
Carlos García / Ciudad de México*

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César Humberto López Larios o César Antonio López Larios, alias Greñas de Stoners, miembro de la más alta jerarquía de la Mara Salvatrucha-13 (MS-13) y solicitado en extradición por autoridades norteamericanas, fue capturado en México y trasladado de inmediato a Estados Unidos. Con su captura, toda la cúpula histórica que a principios de siglo nació en las prisiones y controlaba a esa pandilla está de nuevo encarcelada. Tres están en Estados Unidos, incluido Élmer Canales Rivera, alias Crook, que fue liberado ilegalmente por el Gobierno de Nayib Bukele; y once están en El Salvador, aunque las autoridades de ese país no muestran imágenes de ninguno de ellos desde que inició el régimen de excepción en marzo de 2022.

De acuerdo con el caso 4:24-mj-0052 de la corte del Distrito Sur de Texas, Greñas fue arrestado por elementos del Buró de Investigaciones (FBI) y por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (HSI) el 9 de junio en Houston, Texas. Al día siguiente tuvo su comparecencia inicial en la sala 704 ante la jueza magistrada Yvonne Y Ho, donde se le asignó un abogado y se le tomó declaración jurada.

Fue capturado en el municipio de Arriaga, en el Estado sureño de Chiapas, como dio a conocer este 10 lunes de junio el medio local El Centinela, que publicó una foto del pandillero presuntamente capturado gracias a trabajos de inteligencia realizados por la policía especializada de la Fiscalía General del Estado. La nota no especifica el día de su detención ni mayores detalles de la operación.

Ni la Fiscalía de Chiapas ni la Fiscalía de la República mexicana han brindado información sobre su captura y extradición. Mientras que la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York detalló que Greñas fue detenido en el Aeropuerto Internacional George Bush, en Texas, y puesto a disposición en la corte de ese Estado bajo la orden de ser enviado a Central Islip, Nueva York, donde es acusado junto con 13 pandilleros salvadoreños de pertenecer a la Ranfla Nacional.

Formaba parte de la lista de los más buscados del FBI, que ofrecía una recompensa de diez mil dólares por información que llevara a su captura.

Greñas llevaba más de tres años en libertad desde que el 27 de octubre de 2020 la Cámara Especializada de lo Penal ordenó el “cese” de su prisión preventiva, que purgaba en el penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca, en El Salvador. Greñas era acusado de 12 delitos, entre ellos siete por conspiración de homicidio agravado y dos por homicidio agravado, pero su proceso judicial se alargó y excedió los tres años de prisión que la ley permitía para quienes no tuvieran una sentencia firme. Tras su liberación, se fue a México, como lo han confirmado para esta investigación dos pandilleros de la MS-13 radicados en ese país y tal como lo sugería su Notificación Roja de Interpol.

Notificación roja de la Interpol que definía a Greñas como
Notificación roja de la Interpol que definía a Greñas como 'armado, peligroso, violento'. 

La Corte Federal de Distrito Este de Nueva York lo acusa de cuatro cargos de alto impacto: Conspiración para proporcionar y ocultar apoyo material y recursos a terroristas, conspiración para cometer actos de terrorismo que trasciendan las fronteras nacionales, Conspiración para financiar el terrorismo y conspiración de narcoterrorista. De encontrarse culpable podría recibir hasta cadena perpetua.

La detención de Greñas tiene las mismas características que las cinco detenciones realizadas en el último año y medio en México contra ranfleros salvadoreños acusados por Estados Unidos. Los arrestos se han distinguido por darse a conocer luego de que el acusado ya se encuentre detenido por las autoridades estadounidense y fuera de suelo mexicano.

Los hechos indican que México ha preferido entregar de manera inmediata a estos líderes a las autoridades de su país vecino, anulando la posibilidad de deportarlos a El Salvador.

El último de la Ranfla Histórica

El 14 de enero de 2021, a seis días de que terminara la administración de Donald Trump, que había declarado la guerra a esa “pandilla de animales”, la Fiscalía de Nueva York hizo público un indictment o acusación, la CR22_577, en la que imputaba delitos contra 14 líderes de la MS-13. Los cargos incluían terrorismo y se consignaba que esa gente conformaba el “control y mando” de la pandilla. Greñas era el último pandillero prófugo de esa acusación. Los ranfleros que se supone guardan prisión en El Salvador son: Borromeo Enrique Henríquez Solorzano, alias Diablito; Ricardo Adalberto Díaz, alias Rata; Arístides Dionisio Umanzor, alias Sirra; Saúl Antonio Turcios, alias Trece; Efraín Cortez, alias Tigre; Eduardo Erazo Nolasco, alias Colocho; José Fernando Flores Cuba, alias Cola; Hugo Armando Quinteros Mineros, alias  Flaco; Edson Sachary Eufemia, alias Speedy; Leonel Alexánder Leonardo, alias Necio; y José Luis Mendoza Figueroa, alias Pavas. Los que están en Estados Unidos son: Élmer Canales Rivera, alias Crook; Fredy Iván Jandres Parada, alias Lucky; y ahora Greñas.

Los ranfleros presos en El Salvador cuentan con una solicitud de extradición por parte de Estados Unidos, pero la Corte Suprema de El Salvador ha negado públicamente al menos cuatro de ellas sin conocerse la resolución de las restantes.

La mayoría de los ranfleros acusados en Estados Unidos han vivido en ese país, a excepción de Trece, Sirra y Necio.

Esta primera acusación, calificada por el Departamento de Justicia como la “más amplia y de mayor alcance que se ha hecho en la historia de EU contra la MS13”, se centra en imputar a los integrantes de la Ranfla Nacional por haber creado ese grupo criminal, y menciona sus negociaciones con políticos tanto del FMLN como de Arena.

Este es un juicio en contra de la mayor organización criminal de El Salvador en toda la posguerra, que con su violencia trastocó la vida moderna del país, restringiendo el libre tránsito de la gente entre las colonias más pobres, desplazando a miles de familias del país, imponiendo extorsión a cientos de comerciantes y llevando al país a periodos delirantes de violencia, como 2015, donde la tasa de homicidios alcanzó los 106 por cada 100,000 habitantes.  

De momento no hay fecha sobre el comienzo del juicio.

Greñas, adelante, a la derecha, durante una audiencia judicial virtual en El Salvador. 
Greñas, adelante, a la derecha, durante una audiencia judicial virtual en El Salvador. 

La justicia estadounidense quiere terminar con la Ranfla Nacional, y a eso dedicó el primer indicment, pero también pretende descabezar por completo a la Mara Salvatrucha-13, con lo que no solo ha acusado a los fundadores del máximo organismo de dirección criminal, sino también a otros 13 líderes de esa pandilla que han estado en la Ranfla en algún momento o en una segunda línea de mando.

La segunda acusación, presentada el 22 de septiembre de 2022 en la Corte Este de Nueva York con el número de registro CR 22_429, imputa a un total de 13 miembros, algunos señalados de formar parte de otra estructura interna llamada Programa México. Este indictment tiene un tono más político. Se dio a conocer en marzo del 2023, un año después de la implementación del Régimen de Excepción en El Salvador, y tras la negativa de extraditar a los ranfleros. Esa segunda acusación contra pandilleros dedica varias líneas a denunciar las negociaciones que Bukele sostuvo con la MS-13 durante más de tres años, con el fin de reducir los homicidios. Menciona también a los operadores gubernamentales de esas negociaciones: Osiris Luna, director de Centros Penales y viceministro de Seguridad y Justicia del Gobierno de Bukele, a quien la propia Policía de esta administración perfila como criminal, y Carlos Marroquín, director de Tejido Social.

De los 13 miembros acusados en este segundo indictment, nueve son señalados de conformar el Programa México, una extensión de líderes afincados en ese país y con la misión de establecer relación con los grupos criminales mexicanos: Vladimir Antonio Arévalo Chavez, alias Vampiro; José Wilfredo Ayala Alcantara, alias Indio; Edwin Ernesto Cedillos Rodríguez, alias Renuente; Jorge Alexánder de la Cruz, alias Cruger; Walter Giovany Hernandez Rivera, alias Bastard; Juan Antonio Martínez Abrego, alias Mary Jane; Marlon Antonio Menjívar Portillo, alias Rojo; Francisco Javier Román Bardales, alias Veterano; y Miguel Ángel Serrano Medina, alias Cabro. Otros tres son acusados de también haber cooperado en las negociaciones con los gobiernos anteriores del FMLN y Arena, como operadores en las calles: Dany Fredy Ramos Mejía, alias “Cisco”; Dany Balmore Romero García, alias Big Boy; y Rubén Antonio Rosa Lovo, alias Chivo. Uno más  es acusado de pertenecer a la Ranfla Nacional y ser “clave” en las negociaciones con el Gobierno de Bukele: Carlos Tibero Ramírez Valladares, alias Snayder.

De todos los anteriores, el Departamento de Justicia acusa a Renuente, Vampiro y Cruger de participar directamente y desde México en las negociaciones con Bukele, así como acusa a Snayder de ser pieza “clave” en esos acuerdos desde El Salvador.

De los trece acusados en este segundo indictment, seis supuestamente están en el sistema penitenciario salvadoreño y han sido exigidos en extradición, pero la Corte Suprema no se ha pronunciado públicamente sobre su entrega.

Mientras tanto, las autoridades norteamericanas han arrestado a cuatro de estos imputados en suelo mexicano: Indio, Vampiro, Bastard y Rojo.

De los 13 acusados en el segundo indictment, restan tres miembros considerados clave del Programa México por capturar, aunque el último boletín de prensa realizado por la Fiscalía de Nueva York el 11 de junio, señala que son dos y no tres los que faltan por detener. Se trata de Veterano y Cruger, los cuales se encuentran en México, según reportes tanto de Estados Unidos como de El Salvador. Ambos se coordinaban con Greñas para la compra de marihuana que era enviada a El Salvador según se lee en el caso Operación Jaque realizada el 27 de julio de 2016 por la Fiscalía.

La situación de Mary Jane es incierta. Hay confusión sobre su paradero. De acuerdo con un boletín de la Fiscalía salvadoreña, el 19 de julio de 2019 fue sentenciado a 15 años de prisión, información que coincide con el de su ficha carcelaria del año 2020, donde se indicaba que se encontraba preso en el penal de San Francisco Gotera. Sin embargo, el boletín de prensa, publicado hace dos días por la fiscalía neoyorquina, asegura que Mary Jane se encuentra en libertad.

De acuerdo con una base de datos de la aplicación de vacunas contra el Covid-19,   filtrada por el grupo de hackers CiberinteligenciaSV, Mary Jane se colocó la primera dosis de la inyección Moderna el 30 de agosto de 2021, en el establecimiento Oriental Móvil 1; y, su segunda dosis Pfizer-BioNTech, en el Hospital El Salvador, en San Salvador. Lo que hace pensar que estaba en libertad.

En varios documentos de inteligencia de El Salvador se consigna que los dos que definitivamente están prófugos, Cruger y Veterano, ordenaron desde las calles de México las escaladas de homicidios durante la administración Bukele, para presionar en las negociaciones sostenidas con ese gobierno. Se registran cuatro aumentos abruptos de homicidios: el primero, el 20 de septiembre de 2019 con 19 muertos; el segundo, del 24 al 27 de abril de 2020, con 60 muertos; el tercero, del 9 al 11 de noviembre de 2021, con 45 ejecuciones; y, el último, entre en 25 y 27 de marzo de 2022, cuando la pandilla asesinó a 87 salvadoreños en solo un fin de semana y con ello el Gobierno de Bukele dio por cerradas las negociaciones y ordenó el régimen de excepción que sigue vigente.

Veterano y Kruger llegaron a México en 2014 y 2016, respectivamente, para operar junto a Flaco, entonces líder del Programa México, uno de los 14 miembros de la Ranfla Nacional y hoy presuntamente preso en Zacatecoluca. En suelo mexicano se encargaron de hacer crecer los negocios de la Ranfla Nacional adquiriendo droga y bajándola a El Salvador, según el segundo indictment.

De ambas acusaciones, Estados Unidos tiene actualmente a siete de los 27 líderes de la Mara Salvatrucha-13 que quiere enjuiciar.

Greñas

Este líder pandillero vivió en Estados Unidos y fue deportado en junio de 1999, según reportes policiacos. Es de esos pandilleros que conocen las dos realidades de la MS-13 en el hemisferio. Cuando regresó, fundó en el departamento de Santa Ana la clica Stoners Locos, nombre de la célula  que hace alusión a los años de heavy metal que vivió la pandilla en California durante sus inicios en los años ochenta.

A los pocos meses de su regreso, en 2000, cayó preso por el delito de homicidio simple, según consta en un perfil elaborado por la PNC y obtenido a través de la filtración Guacamaya Leaks. Para 2002, estaba encerrado en el penal de Apanteos, donde creó junto con un puñado de pandilleros la idea de los programas, que consiste en agrupar varias clicas bajo una misma dirección, según un documento del Centro Antipandillas Trasnacional.

Imagen de Greñas durante una de sus capturas en El Salvador. En sus tatuajes, la palabra
Imagen de Greñas durante una de sus capturas en El Salvador. En sus tatuajes, la palabra 'sureño', que hace referencia a las pandillas sureñas de California, que estaban bajo el dominio de la Mexican Mafia. El tatuaje da cuenta del paso de Greñas por aquel país del norte. La primera vez que fue deportado fue en 1999, cuando la MS-13 aún no había creado su ranfla nacional ni estaba en el centro del debate de seguridad pública en El Salvador. 

En ese penal peleó a muerte las primeras reyertas de la Mara Salvatrucha-13 contra reos comunes, recordó en una entrevista Juan José Gutiérrez Barahona, alias Extraño, líder pandillero asesinado en 2022,tras convertirse en testigo del Estado. Dos años después, en 2004, fue trasladado junto con varios pandilleros de renombre al penal de Quezaltepeque, donde conformó la primera cúpula pandilleril que la Corte de Nueva York llama Los Doce Apóstoles del Diablo, pero que de acuerdo con otro antiguo emeese apodado Maniaco, fueron 15, porque sus integrantes representaban cada letra de las palabras Mara Salvatrucha.

De acuerdo con el relato de este último pandillero, estaban regados por todos los sectores del penal de Quezaltepeque, pero comenzaron a celebrar sus primeras reuniones o “mirin” en el gimnasio. Se concentraron por varios días desde la mañana hasta tarde para organizar y dar forma a la cúpula de la pandilla. “Había trabajo, no alcanzaba el tiempo”, señala Maniaco desde México: “era la oficina original de la MS-13”.

Con el tiempo, Greñas ganó más poder en intramuros y fue trasladado en 2005 al penal de Chalatenango y en 2011 al penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca, desde donde quedó en libertad el 16 de julio, luego de 11 años de encierro, consigna un perfil de inteligencia realizado en julio de 2017.

Un año y medio después volvió al penal de Chalatenango por extorsión y agrupaciones ilícitas, pero fue liberado a las pocas semanas. Al salir, según la PNC, huyó hacia Estados Unidos en 2013. A inicios de 2016, gracias a las intervenciones telefónicas de la Operación Jaque, la Fiscalía General se percató de que había pasado por México y coordinado con Cruger y Veterano la compra de marihuana para su traslado a El Salvador. Ese mismo año llegó a Los Ángeles, California y ahí realizó un tipo de extorsión trasnacional. Ordenó y coordinó rentas desde North Hollywood en perjuicio de gente en El Salvador. Con ese dinero vivió por cerca de un año, recibiendo cerca de 5 mil dólares mensuales, según autoridades fiscales del caso.

Fue detenido a mediados de 2017 en California y deportado a El Salvador el 25 de julio de ese año en un vuelo chárter federal del ICE.

El 25 de julio de 2017, Greñas fue deportado a El Salvador desde California. En esta imagen, arriba al país. 
El 25 de julio de 2017, Greñas fue deportado a El Salvador desde California. En esta imagen, arriba al país. 

El 9 de agosto de 2017, fue enviado al penal de Zacatecoluca, como consta en el Informe de Novedades de ese penal. Y dos años después fue condenado a 143 años de cárcel por el Juzgado Especializado de Sentencia de Santa Ana, por 12 delitos: siete por conspiración de homicidio agravado; dos por homicidios agravados; uno por lavado de activos; uno por organizaciones terroristas y uno por soborno, según su ficha del Sistema de Información Penitenciaria. Este caso formaba parte de la llamada Operación Tecana, donde se le acusó de ordenar la muerte de policías. El entonces director de la PNC, Howard Cotto, sentenció que Greñas tenía que asumir que “perdería toda esperanza de salir libre algún día”.

Con la llegada de Bukele, Greñas se vio beneficiado con salidas a hospitales en al menos tres ocasiones, según los informes de la Fuerza Armada del Comando San Carlos en ese penal. La primera ocurrió el 27 de enero de 2020, cuando se quedó internado en el hospital Santa Teresa de Zacatecoluca por tres días. Luego, los días 13 y 20 de octubre de 2020, al mismo hospital, pero sin internarse.

Siete días después, el 27 de octubre de 2020, quedó libre debido a que la Cámara Especializada de lo Penal de Santa Tecla le cesó la detención provisional por todos los delitos de Operación Tecana, como lo consignó el medio oficialista Diario El Salvador. Aquello se debió a que había cumplido el tiempo legal de encarcelamiento sin condena.

Sin embargo, también estaba siendo acusado al mismo tiempo por otros dos delitos. Uno era por agrupaciones ilícitas, en relación al Caso Cuscatlán, por el Juzgado Especializado de Sentencia A de San Salvador, pero el juez decidió no procesarlo nuevamente por “la concurrencia de un doble juzgamiento por lapso temporal”, según una nota de La Prensa Gráfica. Y, el segundo, por la ejecución del testigo criteriado con calve “Bons”. Hasta el cierre de esta nota se desconoce por qué no permaneció encarcelado por ese delito.

Tras su liberación, la División de Operaciones de Inteligencia Policial (Sipol) sostenía que Greñas había fortalecido a su clica en Santa Ana, aumentando los homicidios en diciembre de 2020 “como presión para poder lograr que los homeboys que se encuentran en los penales vuelvan a tener los beneficios que tenían al menos por este mes”, tal y como lo consigna el documento “Análisis de 5 homicidios en fecha 03122020”

Al mes siguiente, el 11 de enero de 2021, Estados Unidos emitió una Notificación Roja de Interpol sobre Greñas y lo declaró prófugo, como se lee en la propia ficha con número de control A-237/1-2021. Mientras que la SIPOL también le seguía la pista al catalogarlo un Objetivo de Interés Policial, según una hoja de cálculo realizada por esta dependencia en septiembre de 2021.

Un viejo pandillero radicado en Estados Unidos y antiguo miembro de la clica Normandie Locos dijo que en sus últimos años Greñas se la pasó en un ir y venir entre México y Guatemala.

*Carlos García es un periodista e investigador mexicano, colaborador de El Faro y experto en la Mara Salvatrucha-13. 

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