Los resultados oficiales de la elección de diputados tardaron dos semanas en conocerse y este lunes 19 de febrero el cuestionado Tribunal Supremo Electoral (TSE) se aprestaba para oficializar el triunfo en la Asamblea Legislativa del partido Nuevas Ideas, del presidente Nayib Bukele, a través de una cadena nacional.
Nuevas Ideas obtuvo 54 diputados de 60 posibles, es decir, que logró 9 de cada 10 escaños disponibles, mientras que la oposición obtuvo seis diputaciones, las cuales corresponden a partidos de derecha y centro derecha: Arena, PCN, PDC, y Vamos. El PCN y el PDC funcionaron durante toda la legislatura anterior como fieles seguidores de las decisiones del oficialismo, lo que permite concluir que solo habrá tres diputados de oposición.
El día de las elecciones, solo dos horas después de cerradas las urnas, sin que el TSE hubiera dado resultados preliminares, Bukele se declaró ganador en X, asegurando que había obtenido el 85 % de los votos de las presidenciales y 'un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea'.
El izquierdista FMLN, después de 30 años de vida partidaria y de estar representados en la Asamblea Legislativa, se quedó sin diputados y el próximo 3 de marzo está en juego si logran permanecer en las alcaldías del país. El Frente, sin embargo, seguirá existiendo como partido tras haber obtenido casi cuatro veces la cantidad de votos mínima requerida, que es 50,000 votos, según el Código Electoral. Con esos votos, el FMLN se convirtió en la segunda fuerza política más votada en el país.
El bukelismo mantiene su control total del Estado salvadoreño. Bukele ganó el poder Ejecutivo en 2019 con 1.4 millones de votos; sus diputados ganaron la mayoría calificada en las elecciones de 2021, con 56 diputados y se encargaron, en su primer plenaria de sustituir a cinco magistrados de la Corte Suprema de Justicia, haciéndose del control de los tres poderes.
Los resultados que dan la victoria a Nuevas Ideas en los 14 departamentos confirman, además, que las reformas electorales de último momento —aprobadas el año pasado por los mismos diputados de Nuevas Ideas que buscaban reelección— tenían la misión de mejorar el desempeño del partido oficial.
Un análisis hecho por Edwin Segura, jefe de la unidad de datos de La Prensa Gráfica, muestra que, de no haberse cambiado la ley, Nuevas Ideas habría obtenido 17 % menos de escaños en la Asamblea, es decir, el 73 % y no el 90 % como resultó el 4 de febrero.
“Con la fórmula D’Hondt, un partido grande como Nuevas Ideas que obtuvo un gran caudal de votos se ve sobrerrepresentada, y partidos pequeños que deberían tener alguna representación no la tienen. Los grandes no se llevan todo, pero hay un sesgo a favorecerles”, explica Malcolm Cartagena, capacitador del TSE y con una maestría en derecho electoral por la Universidad de Castilla-La Mancha.
Los resultados confirman otra tendencia ya bastante conocida en la idiosincrasia salvadoreña: El apoyo a un presidente no se traslada totalmente a los diputados. Los votos obtenidos por los diputados de Nuevas Ideas fueron aproximadamente un millón menos que los 2.7 millones del presidente Bukele el 4 de febrero. El porcentaje de participación en la elección de diputados fue del 52 % del padrón electoral, mientras que en la elección presidencial fue de 52.6 %.
La reforma redujo de 84 a 60 los escaños a disputarse, con una explicación más arbitraria que técnica. Pero además se sustituyó la fórmula electoral con la que se asignan las diputaciones en función de los votos obtenidos y se optó por la fórmula D’Hondt que es, entre el universo de fórmulas proporcionales posibles, la que más sesgo tiene para favorecer a un partido grande y favorito como es el caso de Nuevas Ideas. Otra reforma también redujo de 262 a 44 las alcaldías, favoreciendo también al partido de Bukele, como reveló un análisis hecho por El Faro con datos del TSE.
Otro factor que influyó y que fue el responsable de dejar fuera a la diputada del FMLN Anabel Belloso fue el voto en el exterior, que inyectó más de 200,000 votos a San Salvador, de los cuales la enorme mayoría fueron a Nuevas Ideas. Sin esos votos, asegura el especialista Malcolm Cartagena, la diputada 16 de San Salvador habría sido Belloso, del FMLN. Cartagena dice que esa manera de favorecer a Nuevas Ideas es 'artificial' porque se decidió que los votos en el extranjero fueran al departamento de San Salvador sin ningún tipo de argumentación técnica.
En cuanto a los seis diputados opositores que ganaron espacio en la Asamblea, dos de ellos provienen de San Salvador, donde la diputada Claudia Ortiz y su partido Vamos se convirtieron en la segunda fuerza política con 67,235 votos. Ortiz tiene otra particularidad: hubo 1,844 personas que cruzaron su voto y la eligieron a ella en una selección que también respaldaba candidatos de otros partidos. El rostro de Ortiz fue marcado un total de 69,079 veces.
Es la primera vez en más de tres décadas que ni Arena ni el FMLN están en los primeros dos lugares del departamento con más población del país, San Salvador.
Arena —que se convirtió en la tercera fuerza política del país en términos de cantidad de votos— es el otro partido que ganó una diputación en este departamento, gracias a los 63,043 votos que obtuvo el partido. Marcela Villatoro, que se reeligió por segunda vez, obtuvo 38,502 marcas personales, y se agenció el escaño arenero.
El diputado Francisco Lira, candidato a la reelección por La Libertad, también quedó electo por Arena con 38,912 votos. Él obtuvo 19,737 marcas en su rostro.
El PCN y el PDC obtuvieron dos y un diputado, respectivamente. Los tres legisladores tienen algo en común: tienen al menos un período legislativo en la Asamblea y, desde 2021 —cuando Nuevas Ideas compitió por primera vez— han tenido agendas alineadas por completo al bukelismo. Son los pecenistas Reynaldo López Cardoza, de Chalatenango; Serafín Orantes, de Ahuachapán; y el secretario general del PDC, Reynaldo Carballo, por San Miguel.
Con los resultados, los partidos obligados a desaparecer son Nuestro Tiempo y CD porque no cumplieron los requisitos que ordena la ley electoral: no obtuvieron ni 50,000 votos en la elección legislativa ni tampoco se agenciaron escaños en el Salón Azul. Nuestro Tiempo, que enfrentó su segunda elección y que hasta el momento tenía un diputado por San Salvador, se quedó a 10,000 votos aproximadamente del umbral.
El partido CD también tendrá que desinscribirse. Será la quinta vez que le ocurre lo mismo desde 1994, cuando fue fundado.
Entre los partidos que no lograron diputados, igual que el FMLN, está Gana. Es la derrota más importante en los 14 años de vida de este partido. Tras su alianza con el FMLN durante los dos gobiernos presidenciales entre 2009 y 2019, y tras haber inscrito a Bukele como su candidato presidencial en 2019 y haberle puesto a disposición cinco diputados con los cuales obtenía la super mayoría legislativa, el partido se quedó fuera del Salón Azul. Guillermo Gallegos, vicepresidente del partido y su líder más importante, reconoció a El Noticiero de Canal 6, este fin de semana, que su ciclo en política “podría estar terminando”.
Contrario a Gana, partidos primerizos como Fuerza Solidaria, que lograron participar en elecciones gracias a un cuestionable salvataje del TSE, continuarán con vida porque lograron sobrepasar el umbral de votos necesarios. Fuerza Solidaria, el nuevo partido organizado por el operador político Herbert Saca, apenas obtuvo 1,021 más que el mínimo requerido.
Unas elecciones plagadas de irregularidades
Los resultados oficiales llegan en medio de señalamientos de múltiples anomalías hechas por misiones de observación diversas, como la de la Organización de Estados Americanos (OEA) que el sábado, un día antes de que se terminaran de contar los votos, acusó al TSE de haber perdido el control del escrutinio definitivo.
“La Misión ha observado una falta de control por parte del TSE sobre el desarrollo de esta etapa en la que, en muchas ocasiones, las decisiones quedan en manos de los representantes de los partidos políticos”, dice el comunicado. También señaló que en las mesas había un desconocimiento generalizado sobre los instructivos oficiales para desarrollar el conteo y que los miembros de Nuevas Ideas habían asumido “un actitud dominante e intimidatoria” contra observadores y los miembros de otros partidos.
Este comunicado fue el culmen de una serie de señalamientos hechos también por los partidos políticos de oposición y organismos de observación locales. Tres partidos de oposición, Vamos, Arena y Nuestro Tiempo, también pidieron formalmente la nulidad de la elección legislativa la mañana de este lunes. Por la tarde, el FMLN brindó su propia conferencia de prensa para anunciar que también harían la misma solicitud.
Los partidos presentaron un escrito con 69 puntos con los cuales argumentan que el proceso electoral para elegir una nueva legislatura no tiene legalidad y que debe repetirse. Las anomalías abarcan una línea de tiempo que va desde marzo de 2022, cuando la Asamblea dominada por Bukele aprobó el régimen de excepción que a la fecha ha detenido a unas 756,000 personas, según cifras oficiales. “La Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos subrayó en su informe preliminar de las elecciones presidenciales y legislativas de 2024 que ‘llevar adelante procesos electorales bajo regímenes de excepción puede obstaculizar su normal organización y desarrollo’”, dice el escrito presentado por los partidos.
El escrito incluye decenas de menciones a artículos periodísticos que denunciaron anomalías en la cadena de custodia de los paquetes electorales, en la conformación de las mesas receptoras de votos, y otras irregularidades que ya fueron constatadas por misiones de observación. También se mencionan las irregularidades detectadas en las mesas de escrutinio definitivo instaladas en el Gimnasio Adolfo Pineda en donde se permitía, según denuncias periodísticas y de misiones observadoras, que personas no acreditadas influyeran en la digitación de números.
En su escrito, los partidos también piden que los magistrados del TSE Julio Olivo, Guillermo Wellman y Noel Orellana se separen de conocer el escrito que pide la nulidad de la elección debido a que, supuestamente, ya adelantaron criterio.