Gerson Martínez caminaba y se despedía de algunos dirigentes del FMLN cuando, entre vítores, reconoció una cara familiar y sonriente que le estrechó la mano y le sacó una sonrisa de complicidad. 'Se le saluda, señor presidente', le dijo Jackeline Rivera, la diputada y candidata del partido para la alcaldía de San Salvador. Era la noche del sábado 6 de enero, y el Frente cerraba así el acto de apertura de campaña para los comicios legislativos de marzo en el monumento al Divino Salvador del Mundo, en la capital. Antes del saludo con Rivera, Martínez había dado un discurso en el que alabó las gestas del partido en dos años de gobierno. Presentado como una figura importante, su discurso fue el cierre estelar de la noche, aunque él no compite por una diputación este 2018. Su aspiración es la presidencia, y para tres altos dirigentes del FMLN él es el candidato para 2019.
Al exministro de Obras Públicas lo han bendecido públicamente tres de los seis miembros del “colectivo”, la mesa de excomandantes del Frente que ha tomado las principales decisiones del gobierno de turno, la bancada legislativa y el partido. Dos de las mujeres más poderosas del FMLN, únicas integrantes del colectivo, lo apoyan.
El 8 de enero, dos días después del guiño que le regaló Jackeline Rivera, Norma Guevara, secretaria general adjunta y jefe de la bancada, lo confirmó casi oficialmente. En una entrevista de televisión en Canal 12, Guevara dijo que el Consejo Nacional, instancia deliberativa de mayor jerarquía en el Frente, lo ha avalado como candidato presidencial, a petición de sectores del partido.
La cuenta oficial del FMLN dio seguimiento a las palabras de la mujer líder de la bancada efemelenista en Twitter: '@GersonmSV ha sido una persona que cada batalla que ha librado la ha ganado limpiamente, nuestra militancia ha pedido respaldarlo y tenemos la certeza que con el vamos a llegar a un tercer mandato en el ejecutivo'.
La Comisión Política del FMLN y el Consejo Nacional, máximos organismos de dirección, lo propusieron formalmente como candidato presidencial luego de una serie de deliberaciones tomadas entre el 17 y 18 de diciembre de 2017. La intención de la dirección es que Martínez sea presentado oficialmente como un candidato de consenso, un candidato único.
Lorena Peña, diputada que presidió la Asamblea Legislativa, y persona de confianza del presidente Salvador Sánchez Cerén, amén de la historia entre ambos en las Fuerzas Populares de Liberación, incluso se ha declarado como parte de su equipo de campaña. 'Norma ya lo anunció. Es la propuesta del Consejo”, dice Peña.
Junto a ellas, uno de los hombres más poderosos en el Frente, José Luis Merino, también del colectivo y el principal protagonista en el entramado de las empresas Alba, dice que el partido está listo para arrancar su campaña: 'Hay apoyo, hay respaldo para la propuesta de su candidatura”, declaró el dirigente, viceministro y también candidato a diputado, el domingo 7 de enero.
Hasta marzo de 2017, en el FMLN había sectores y dirigentes que veían al secretario general, Medardo González, como una de las apuestas más potables para la candidatura. Incluso más potable que el alcalde Nayib Bukele, que ya vaticinaba un rompimiento con el Frente. Otros dirigentes, sin embargo, señalaban que González, en realidad, se decantaba más por su carta, Gerson Martínez, para esas fechas todavía ministro de Obras Públicas, cargo que dejó el 1 de noviembre de 2017.
Los otros tres miembros del colectivo no han salido en público a inclinar la balanza. Ni el presidente Salvador Sánchez Cerén ni el secretario técnico, Roberto Lorenzana, ni el secretario general han hablado como lo han hecho Peña, Merino y Guevara. Aunque el lunes 8 de enero, en una entrevista radial, González mencionó a Martínez como un integrante en la apuesta que el partido utilizó para lanzar su campaña electoral.
El domingo salimos de San Martín enfilandonos hacía San Vicente, continuando la caravana hasta San Miguel, Usulután y concluimos en Zacatecoluca con el Dr. Hirezi y nuestro compañero @GersonmSV. #MedardoGonzález.
— FMLN Oficial (@FMLNoficial) 9 de enero de 2018
El anuncio oficial para Martínez pareciera una cuestión de tiempo, aunque todavía es una incognita si Óscar Ortiz, vicepresidente de la República, se lanzará al ruedo. La ley de partidos políticos abre el camino para una competencia interna como la que existe en Arena, y Ortiz no ha ocultado su interés en competir. De lanzarse, rompería lo que ya parece un acuerdo del grupo hegemónico del partido.
“En el momento en que tengamos el llamado de las instancias correspondientes por parte del FMLN, nosotros, en este caso personal, vamos a considerar participar en esos procesos internos porque creemos que es importante”, aseguró Ortiz en una conferencia de prensa a finales de 2017.
En las vísperas de la definición de la carta presidencial, Ortiz lo que sí ha hecho público es un acto de contrición ajeno al optimismo con el cual se ha visto el partido frente al espejo de los últimos diez años. El 10 de enero, Ortiz validó los resultados de la última encuesta del Instituto de Opinión Pública de la UCA (IUDOP). Como hace un año, la encuesta pinta un panorama desolador para el sistema de partidos, y reveló cuán profundo es el desencanto de la población con Arena y el FMLN. En 2017, tras una encuesta que recogió resultados similares, el Frente cerró filas y envió mensajes a sus bases para que no crean en encuestas manipuladas. Este 2018, Ortiz ha remado contracorriente. 'La encuesta del @IudopUCA envía un claro y contundente mensaje en el sentido que la población exige una nueva forma de hacer política para atender los problemas del país y las demandas más sentidas de los ciudadanos', resaltó en su cuenta oficial de Twitter.
No sería nuevo que Ortiz compita por una candidatura presidencial en el FMLN. En 2003, el entonces alcalde de Santa Tecla encabezó el llamado movimiento reformista del FMLN y se convirtió en el único obstáculo del líder más promiente del partido, Schafik Hándal, quien tuvo que competir por la postulación presidencial del partido de cara a las presidenciales de 2004. Tras unas reñidas elecciones internas, Hándal se alzó con la victoria en julio de ese año y un año después perdió las elecciones presidenciales con 400 mil votos menos que el ganador, Tony Saca. Para esa campaña interna, la última registrada en el partido de cara a una competencia por la candidatura presidencia, Ortiz logró el apoyo de el hoy canciller, Hugo Martínez, otro de los hombres que hasta marzo de 2017 llegó a figurar como un potencial carta para la candidatura presidencial.
El Frente tiene hasta el 4 de abril para convocar a elecciones internas, si es que llega a existir competencia para un adelantado Gerson Martínez. La diputada Lorena Peña incluso habla en público del perfil de la candidatura a la vicepresidencia. El primer día de labores en la Asamblea Legislativa, el 3 de enero, cuando un grupo de periodistas le preguntó si estaba interesada en ser la compañera de fórmula de Martínez, Peña respondió: 'que le pongan a una cipota”. Al menos dos personas que han participado en el debate interno aseguran que una fuerte candidata para llenar esa plaza es la directora general del Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE), Yeimi Muñoz, una persona de confianza del presidente Salvador Sánchez Cerén.
Martínez, quién se había autoproclamado como “el albañil del pueblo”, renunció a su cargo de ministro de obras públicas el 1 de noviembre del año pasado: “Ya no soy el ministro de Obras Públicas de este Gobierno”, dijo. En su última entrevista con El Faro, publicada en marzo de 2016, ya anticipaba su intención de competir y tenía un discurso de candidato: “Hay que cambiar las cosas y sé lo que hay que hacer”.
El viernes 12 de enero, Martínez respondió una serie de preguntas a El Faro a través de mensajes vía celular. Se excusó de no atender una llamada, pues dijo estar en una reunión fuera del país.
'Si es legal, correcto y posible, pase adelante', rezaba un rótulo a la entrada del despacho en el ministerio de Obras Públicas que asumió el 1 de junio de 2009. Martínez fue el encargado de inteligencia de las mayoritarias Fuerzas Populares de la Liberación, el bardo de los comandantes del FMLN y hoy es reconocido como un político que tiene la transparencia como bandera de batalla.
Nacido en 1954 en Zacatecoluca como Manuel Orlando Quinteros Aguilar, se hizo llamar Gerson Martínez cuando se incorporó a la guerrilla. Martínez estudió el bachillerato en la Escuela Nacional de Comercio, de San Salvador. Aunque no pudo ir a la universidad, luego de la guerra pudo hacer estudios de economía en la Universidad de Tilburg, Holanda, y de alta gerencia en el Incae.
Durante la guerra, aparte del trabajo político que se le encargó, hizo tiempo para escribir poesía. “Es que yo me incorporé por la vía de la sensibilidad”, explica. Esos poemas los fue acumulando hasta el final de la guerra civil, en 1992.
Después de la firma de los Acuerdos de Paz, participó en un acto de desmovilización junto a los principales líderes de las FPL, como el hoy secretario del partido Medardo González. Martínez, sin embargo, asumió con lírica ese episodio. “Es que yo nunca me desmovilicé... yo sigo luchando por los intereses de los salvadoreños, yo sigo en mi trabajo...”
Poco después de la desmovilización militar, juntó sus poemas en un libro al que llamó El pequeño David, que era una especie de antología de sus vivencias como guerrillero. “Por alguna razón, el Ministerio de Educación accedió a que mi libro se presentara en la gran sala del Teatro Nacional de San Salvador... el mío fue el primero en ser presentado en la gran sala”.
En 2015, cuando recién arrancaba su segundo periodo como ministro, su afición por las letras lo hizo camuflagearse de estudiante, en horas fuera de trabajo, para asistir a talleres de compresión y aprendizaje del náhuat en un aula de la Universidad Tecnológica, en el centro de San Salvador.
Una vez el FMLN se transformó en partido político, Gerson Martínez formó parte del primer lote de candidatos a diputados que iban a causar sensación al ser los primeros ex guerrilleros que El Salvador vería convertidos en políticos con oficina en la Asamblea Legislativa. Martínez llegó con pie firme al parlamento, donde en mayo de 1994 se convirtió en el primer jefe de la bancada efemelenista.
En el siguiente período -1997-2000- se convirtió en el primer efemelenista que lograba una vicepresidencia de la legislatura y luego tuvo que dejar el congreso porque los estatutos del partido prohibían a sus miembros ejercer más de dos períodos consecutivos como diputados o como alcaldes.
Esos años, sin embargo, no fueron solo de fiestas. A finales de los noventa, el partido estaba en ebullición producto del conflicto entre los sectores más conservadores y los reformistas del partido. Gerson Martínez se unió a un equipo de efemelenistas que terminaron siendo conocidos como “Los Tulipanes” y que intentaron fijar una posición intermedia entre los otros dos bandos. El conflicto se saldó con la eventual expulsión de los reformistas. En cuanto a “Los Tulipanes”, estos quedaron en una posición debilitada ante la institucionalidad efemelenista.
Después de ese capítulo, Martínez fue concejal de la alcaldía capitalina de 2000 a 2003, cuando era alcalde Héctor Silva, quien había hecho equipo con Gerson cuando este formó parte de “Los Tulipanes”. Martínez logró de nuevo, en 2003, ocupar un escaño legislativo, y en 2006 se convirtió en diputado por cuarta ocasión, lo que constituye todo un récord en el Frente.
*Con reportes de Gabriel Labrador y Fred Ramos