A diferencia del FMLN y Gana, que cerraron campaña congregando a multitudes en el centro de la capital, la Alianza por un nuevo país apostó el fin de semana por una descentralización de los mitines en una estrategia que, según líderes de Arena, pretendió demostrar presencia y fuerza territorial para captar más votantes, pero también para garantizar la defensa del voto en ciudades clave.
En una gira que arrancó el viernes en dos puntos opuestos del país (Santa Rosa de Lima, oriente; y Sonsonate, occidente), la fórmula presidencial y diputados de los partidos aliados (Arena, PCN, PDC) llegaron hasta 15 puntos distintos desde donde arengaron por un triunfo en primera vuelta, que si se cumple el vaticinio de las encuestas supone una tarea cuesta arriba.
Arena amplificó la fórmula de cierre de las elecciones de 2014, cuando el entonces candidato Norman Quijano realizó una gira por varios municipios del país y cerró con un mitin en Cojututepeque, en la zona paracentral del país. La última vez que Arena cerró con una masiva concentración en el Estadio Cuscatlán fue para las presidenciales de 2009, que perdió el candidato Rodrigo Ávila (hoy diputado). En esta edición, Arena cerró con tres eventos en la capital, uno en la ciudad de Santa Tecla y otro más en Santa Ana (occidente).
Hoy en Arena parece que todos están convencidos que el territorio es la clave, cuando su principal adversario, Gana –que ha gastado más en publicidad que cualquier otro partido, según la ong Acción Ciudadana- ha demostrado más fortaleza en los medios y en las redes sociales. En uno de los mitines, un pequeño evento de cierre en San Salvador, pareció una muestra de ello, cuando Arena -y no el candidato- daba los mensajes más importantes a las bases.
A diferencia de otras ocasiones, esta vez el foco no estaba en el mensaje que iba a dar Carlos Calleja. De hecho, habló poco y sus palabras mantuvieron el mismo tono de toda la campaña: frases con poca sustancia y edulcoradas de optimismo. “Dios está con nosotros en este proyecto”, “Amor con amor se paga, cuenten conmigo”, “Me comprometo a que en una semana estaré aquí mismo ya como presidente electo”, decía Calleja, ante los correligionarios, que igual lo ovacionaron. Por el contrario, el énfasis del evento estuvo en aplaudir a los liderazgos locales, los jefes de estructura, los alcaldes y diputados del departamento, que fueron presentados –uno a uno- por el maestro de ceremonia. La larga presentación de nombres y cargo incluso duró más que el tiempo del discurso del candidato.
[excavacion tipo='Pandillas']
Antes de Calleja, quienes ofrecieron discursos fueron personas claves en el trabajo territorial. El presidente Interiano; el alcalde capitalino y exdiputado Ernesto Muyshondt; y el director departamental Erick Contreras, pieza clave en la organización de los 19 municipios de San Salvador, 11 de los cuales están gobernados por el partido desde marzo de 2018. En su turno de la palabra, Interiano hizo hincapié en el valor de las estructuras municipales y departamentales. “Carlos, Carmen Aída: ¡Esta es Arena, este es tu partido, esta es la maquinaria que los llevará a la presidencia!”, dijo ante cientos de militantes que saltaban y gritaban cada vez que escuchaban el nombre de su lugar de procedencia. Al final, Calleja pareció entender el guiño, y en su pequeño discurso concedió una frase que elevó por los cielos la adrenalina de los asistentes: “Tengo una ventaja competitiva frente al resto de candidatos –dijo Calleja, fiel a su estilo corporativo- ¡Tengo el mejor ejército conmigo!”.
Al pie de la tarima, decenas de militantes gritaban, saltaban y ondeaban banderas tricolores. Un histérico equipo de comunicaciones caminaba de un lado para otro pidiéndole a los militantes que no elevaran tanto los carteles o las banderas porque arruinaba las tomas de las cámaras. Ezequiel, un militante que llegó desde Apopa, obedeció cuando alguien llegó a pedirle que por favor bajara la enorme bandera que ondeaba con la ayuda de una vara de plástico. Inmediatamente después de bajarla, sacó otra más pequeña, tamaño bolsillo, y dijo, entre risas: “Si me quitan esta, saco esta otra, tal vez esa sí la ven, ja, ja”.
En el evento en San Salvador, a su compañera de fórmula, la economista, Carmen Aída Lazo, ni siquiera le compartieron el micrófono. Faltó elocuencia, la fórmula no habló con la prensa, pero el partido propuso mitines, mitines y más mitines. Solo el fin de semana, Calleja y Lazo tuvieron otros pequeños actos de cierre en Ahuachapán y Metapán. Busca así repetir, cuando menos, la votación histórica de 1.4 millones de votos que consiguieron en 2014 cuando perdieron por seis mil votos contra el actual presidente Salvador Sánchez Cerén, del FMLN.
Tercer intento
Arena asiste a su tercer intento de recuperar la Presidencia de la República y la tendría fácil, con un partido FMLN debilitado desde las legislativas de 2018, de no ser por la irrupción del candidato Nayib Bukele, un exalcalde efemelenista devenido en contendiente por el partido Gana (de derechas). Bukele cerró campaña punteando en las encuestas, y Arena su alianza y su fórmula presidencial de segundos. Los tres principales contendientes (incluso Hugo Martínez, del FMLN, que cerró con una concentración masiva en la Alameda Juan Pablo Segundo), han asegurado un triunfo en la primera vuelta, aunque todo apunta a que solo dos irían a la segunda.
Bukele, que punteó toda la campaña, cerró con fuegos artificales en el centro de la capital salvadoreña. Arena le apuesta al territorio, algo que para la dirigencia, liderada por Mauricio Interiano, ha sido como un mantra desde que asumieron en 2016. Calleja y la Alianza parecieran haber apostado más a las bases, que supondrán la estructura de defensa del voto dentro de una semana.
En los mitines, Arena enfiló contra Gana, un partido creado por exdiputados tricolor a finales de 2009. Celebraron que sea notable la incomodidad que todavía la supone a Bukele viajar en el vehículo de Gana, pero lo que más celebraron en Arena es que Gana ni Nuevas Ideas, según sus cálculos, carecen de bases y control territorial. En campaña, Bukele solo efectuó 13 mitines como candidato oficial de Gana: no pudo efectuar ninguna concentración en San Miguel –donde el exalcalde Will Salgado, el contendiente de Bukele en las internas de Gana es el mandamás- y tuvo que repetir departamentos: tres mitines en La Unión y dos en La Paz.
“Uno lo ve en el territorio, Gana no lo está apoyando y de Nuevas Ideas no se mira nada, no le hemos visto apoyo, y por eso es que a Bukele le falló la convocatoria de las 200 mil personas que hizo para cuidar el voto”, dijo Rolando Alvarenga, el miércoles de la semana pasada, para explicar el motivo de su optimismo.
Él y el resto de la cúpula de Arena tiene experiencia en trabajo territorial. En septiembre de 2016, el partido celebró internas para elegir a sus dirigentes. Por un lado estaba la planilla de líderes que tenía todas las de ganar: eran los ungidos de la cúpula del momento y además tenían a su favor el respaldo de unidades clave como la poderosa Comisión de Enlace, el ente de supervisión de la dirigencia en el territorio. Y por el otro lado, estaban Mauricio Interiano y su equipo, ciertamente líderes menos populares pero con más músculo territorial y manejo de la cosa política: Selim Alabí, Rolando Alvarenga, Carolina Ramírez dieron la sorpresa y demostraron que, contra cualquier pronóstico, el dominio en el territorio es la clave. Ganaron con el 46% de los votos aquella interna.
Para esta campaña, Arena se ha dividido en cinco comandos territoriales: uno para cada zona del país (central, paracentral, occidental y oriental) que está dirigido por un miembro del Consejo Ejecutivo Nacional (Coena), y un comando extra en San Salvador. El territorio lo organizan Selim Alabí, Carolina Ramírez y el general retirado Gustavo Perdomo. El departamento de San Salvador es coordinado por una diputada de las más populares en el departamento, la ex vicecanciller Margarita Escobar. Calleja y Lazo no siempre se presentaron juntos; fueron separados, con estrategias distintas y públicos diferentes. En el caso de Lazo, tuvo la tarea de convencer al voto pecenista, el partido aliado que aceptó inscribirla como su candidata, aunque ella fue propuesta por Calleja y Arena.
Otro dirigente de Arena que habla con la condición del anonimato dice que el cierre de campaña está anclado a una estrategia clave de movilización para el día de la votación. “Ya tenemos mapeadas las zonas donde sabemos que debemos movilizar a la gente. Es gente arenera, pero si no la movemos es paja que van a ir a votar”, dice.
También han ayudado aspectos como que la campaña mediática y la territorial han intentado marchar al unísono, no como en 2014 cuando los equipos de campaña del candidato Norman Quijano y del partido parecían marchar a velocidades distintas y hasta en sentidos opuestos. “Es la peor campaña mediática en la historia de Arena”, reconocía el entonces presidente de Arena Jorge Velado, a propósito del equipo dirigido por el expresidente Francisco Flores y el publicista Manuel Meléndez. El trabajo territorial no estaba sincronizado con el trabajo “de aire”, como llaman al elemento propagandístico en los medios de comunicación. Mientras los mensajes publicitarios ofrecían acabar con las pandillas a base de fuerza, en el territorio el partido dialogaba en secreto con el Barrio 18 y la MS13. Para la segunda vuelta electoral, el mensaje publicitario tuvo que cambiar pero ya fue demasiado tarde.
Arena llega al Día D con resabios de división interna después de una álgida campaña interna. Javier Simán, empresario y exaspirante a la candidatura que perdió ante Calleja en la interna, consiguió el respaldo de 38% de las estructuras (Calleja el 61%) pero no hizo cuerpo con el partido una vez el partido nombró a su candidato. La semana pasada, cuando Calleja y Lazo presentaron su plan de Gobierno, Simán se encontraba en el mismo hotel desayunando pero no quiso acercarse al salón del evento. Este domingo, Calleja portaba una camisa con un emblema a la altura del pecho. “Unidos ganamos”. El maestro de ceremonia reconoció ese lema y lo mencionó varias veces mientras animaba el evento.
El partido también llega al sprint final de la campaña con una desazón por el nombramiento de la candidata a la vicepresidencia Carmen Aída Lazo, quien incluso tuvo que ser inscrita en el PCN porque en Arena hubo focos de resistencia en los sectores más conservadores: los votos duros y algunos fundadores. “Yo sí me siento orgulloso de los colores, de la marcha, estoy orgulloso de mi partido”, exclamó Ernesto Muyshondt, alcalde capitalino, este domingo.
Pero en lo que parece un trauma superado (Lazo como la carta no oficial de Arena en el PCN), la candidata a la vicepresidencia no tuvo reparos en cantar, en numerosas ocasiones, la marcha arenera. A diferencia de otros momentos donde ha evitado cantarla, Lazo esta vez sí vocalizó cada una de las estrofas de la marcha compuesta por Patricia de Valdivieso, esposa de un fundador del partido y madre de una diputada actual.
