Arena y el FMLN han acordado en principio aliarse con los nuevos partidos de centro derecha, Vamos y Nuestro Tiempo, para respaldar una candidatura presidencial única para 2024. Los nombres de los precandidatos de la plataforma aún no están definidos, pero el calendario electoral y las fuentes consultadas indican que las candidaturas estarán listas a finales de la presente semana. Dentro de Arena y el FMLN aún hay discusión sobre si cerrar este trato que, según las fuentes, han ayudado a construir. Los miembros de la sociedad civil y los otros partidos políticos están determinados a seguir este plan colectivo.
La alianza opositora es una iniciativa de miembros de organizaciones y de la sociedad civil que lanzaron la propuesta a los partidos y, de materializarse, se convertiría en la primera gran alianza opositora que presentaría una candidatura única en más de medio siglo. Su antecedente más próximo es la Unión Nacional Opositora (UNO), surgida en el marco de las elecciones de 1972, en las que el Partido Demócrata Cristiano, el Movimiento Nacional Revolucionario y la Unión Democrática Nacionalista se articularon con el objetivo de poner fin a los regímenes militares.
Aquella alianza, que llevó como candidato a Napoleón Duarte, no pudo evitar la llegada al poder del coronel Arturo Armando Molina, aunque hay consenso entre los historiadores en que los militares arrebataron el triunfo a la oposición mediante un masivo fraude.
Medio siglo después, una nueva alianza opositora que incluye diversas fuerzas políticas y movimientos sociales se conforma como la única manera, según 11 fuentes consultadas para este artículo, en la que sus integrantes ven una posibilidad real de restar poder a Nayib Bukele y su partido Nuevas Ideas en las elecciones de 2024, para las que el actual presidente, que ya controla todo el aparato del Estado, ha anunciado que buscará la reelección a pesar de que la Constitución lo prohíbe en seis artículos.
Las fuentes consultadas coinciden en que es inviable lanzar una candidatura bajo banderas tradicionales como las de Arena o el FMLN, que fueron y siguen siendo los principales adversarios del bukelismo. Todas concuerdan en que la fórmula presidencial de la plataforma, ante el desgaste y la crisis de los partidos más longevos, se inscribirá bajo la bandera de Nuestro Tiempo, uno de los partidos más jóvenes, fundado en 2019, y que actualmente tiene un solo diputado en la Asamblea Legislativa. Es requisito de ley inscribirse a un partido político para postularse como candidato.
La fórmula deberá ser propuesta por miembros de la sociedad civil que participan en las conversaciones, pero los máximos dirigentes de Arena, FMLN, Nuestro Tiempo y Vamos, de acuerdo a cuatro de las fuentes, se han comprometido a asumir como propia la candidatura presidencial que propongan.
“Sumar por El Salvador”, un grupo formado en febrero de 2020, justo después de la crisis de institucionalidad que provocó el ingreso del presidente Bukele rodeado de soldados armados a la Asamblea Legislativa y su amago de golpe de Estado, es el principal articulador de los puentes de comunicación con partidos tan disímiles como Arena y el FMLN. También ha participado en la organización de marchas de la oposición, como la del 15 de septiembre de 2021.
La plataforma Sumar la conforman, a título personal, miembros de diversas asociaciones, fundaciones, tanques de pensamiento y organizaciones no gubernamentales. Sumar ya tiene presencia en redes sociales como Facebook y Twitter, pero su verdadera fortaleza deviene de que han podido articularse y dialogar con colectivos y organizaciones sociales de mayor antigüedad que han delegado a personas específicas para que participen en las discusiones y análisis de la plataforma. La Resistencia Ciudadana, la Coordinadora de Movimientos Populares y la Alianza por un El Salvador Seguro 15 de Septiembre han nombrado a sus representantes para que participen en la construcción de la candidatura única. Después de la destitución del fiscal general y de la Sala de lo Constitucional en mayo de 2021, Sumar se dio cuenta que estas organizaciones ya contaban con trabajo territorial y que coincidían con ellos en la idea de crear un frente amplio contra Bukele.
Representantes de estos movimientos confirmaron a El Faro, entre el sábado 20 y domingo 21 de mayo, que están por definir la fórmula presidencial que será asumida por los partidos más adelante. Estas agrupaciones, a su vez, aglutinan colectivos con diversidad de ideologías y causas. “Definir una agenda mínima nos tomó un año porque al final nos dimos cuenta de que lo que más importa es preservar lo más que se pueda los espacios democráticos de participación, porque sin estos ninguna causa particular tiene posibilidades de prosperar”, dijo una de las 11 fuentes que hablaron con El Faro y que, como la mayoría de ellas, pidió que se ocultara su identidad por miedo a sufrir ataques por parte del oficialismo.
El miedo no es fortuito. Desde que Bukele llegó a la Presidencia, su Gobierno se ha caracterizado por una permanente campaña de ataque a sus adversarios políticos, algo reconocido incluso por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que en septiembre de 2021 emitió medidas cautelares a favor de Bertha María Deleón por considerar que su vida corría peligro. Otros adversarios han sido perseguidos con procedimientos judiciales adhoc, o bien a través de herramientas sofisticadas y complejas como el Régimen de Excepción, que ha servido también para perseguir a ciudadanos que expresan inconformidades en redes sociales. Bukele controla la Fiscalía General, la Sala de lo Constitucional y los jueces del país, además de contar con la lealtad absoluta de la Policía Nacional Civil y el Ejército. Esas son medidas abusivas que, según organizaciones de gran trayectoria en defensa de los derechos humanos como Human Rights Watch, han sido posibles por “el desmantelamiento de las instituciones democráticas desde que Bukele tomó posesión en 2019”. La imagen internacional de Bukele se ha visto deteriorada por los abusos de poder en los que ha incurrido. Amnistía Internacional ya señalaba en junio de 2022 la crisis de institucionalidad democrática de El Salvador, a lo que ahora se suman los ataques contra periodistas, defensores de derechos humanos o a la ciudadanía crítica, en general, en el marco del el Régimen de Excepción. La Asociación de Periodistas de El Salvador reportó 136 casos de agresiones contra periodistas en 2022, de los cuales más de la mitad fueron cometidos por actores estatales. La Mesa por el Derecho a Defender Derechos reportó 61 ataques a defensores en el primer semestre de 2022.
Últimos preparativos
La candidatura única de la alianza debe estar lista antes de que termine mayo, porque el día 31 es el último en el que los partidos podrán incorporar nuevos afiliados. Este detalle es importante, porque el pacto de las organizaciones y el acuerdo con los partidos es que los candidatos no deben tener ningún pasado en política partidaria, según ocho de las 11 fuentes consultadas.
El calendario electoral también establece que los partidos deben definir sus candidatos a más tardar el 5 de julio y por eso es que la mayoría de partidos, en este momento, están cerrando sus procesos de inscripción de precandidatos para sus elecciones internas.
Impulsar la candidatura presidencial, según las fuentes, permitirá influir en las otras elecciones que son cruciales en 2024: las legislativas y municipales. Las elecciones del Parlamento Centroamericano, que también se celebrarán en febrero, se ven como un tema de menor importancia para la alianza y se ha dejado en libertad para que cada partido decida si participa o no.
El bloque de partidos aspira a obtener alrededor de 30 diputados, algo que rompería el actual dominio absoluto de Bukele en el Órgano Legislativo. Hoy en día, el bukelismo tiene asegurada una “súper mayoría” de 63 diputados (de 84), si se incluye a los legisladores de Nuevas Ideas y los partidos aliados como Gana, PCN y PDC. Sin sus consortes, el partido oficial tiene 55 diputados. Bukele obtiene la “mayoría calificada” en la Asamblea (56 diputados) gracias a un escaño más ganado en una alianza de Nuevas Ideas con Gana en el departamento de Cabañas.
Para las elecciones legislativas, cada partido impulsará su propia estrategia y su propia campaña, pero hay partidos dispuestos a hacer coaliciones, como Nuestro Tiempo y Vamos. Andy Failer, presidente de Nuestro Tiempo, dijo en una entrevista en TCS el 17 de mayo que están a la espera de que Vamos confirme si harán la coalición para los comicios de diputados. “Probablemente no será en los 14 departamentos pero sí en al menos seis de esos”, dijo.
Vamos ha descartado participar en la contienda presidencial y la diputada Claudia Ortiz, su rostro más visible, ha asegurado que buscará la reelección como diputada.
Las últimas dos semanas han resultado especialmente decisivas para la plataforma de la sociedad civil porque se está tratando de sellar el acuerdo de quiénes serán los candidatos de la sociedad civil que presentarán a los partidos.
Hay nombres que se han barajado como posibles candidatos presidenciales, entre ellos Luis Parada, abogado y militar en situación de retiro que, en 2017, estuvo a punto de inscribirse en las internas de Arena en las que se definiría el candidato presidencial. Para vicepresidenta, el grupo ha considerado a Celia Medrano, una histórica defensora de derechos humanos. A pesar de ser las cartas más fuertes, aún no han tomado una decisión final y barajan otras posibilidades. Consultados por aparte, Parada y Medrano dijeron que no estaban disponibles para comentarios, pero no negaron estar al tanto de las conversaciones.
Sumar pagó algunas mediciones de opinión pública para diseñar su estrategia. El requisito era que fueran personas sin un pasado cuestionable y que hubieran tenido mayoritariamente un rol en la sociedad civil.
En la semana del 15 al 20 de mayo, las negociaciones tenían como punto principal la definición de la fórmula presidencial. Uno de los bloques que conforma el grupo —la Alianza por un El Salvador Seguro— propuso someter a evaluación más nombres antes de tomar la decisión final, y eso retrasó el nombramiento. Sumar estuvo de acuerdo con ampliar la consulta de nombres, aunque eso haya supuesto presionar aún más los tiempos. 'Decidimos privilegiar la unidad del proyecto, es importante y es probablemente la última oportunidad que tengamos', dijo una de las fuentes.
El origen
Un primer encuentro entre Sumar y los partidos ocurrió a finales de noviembre en Guatemala, en un hotel en las afueras de la ciudad capital. Aquello fue un punto de inflexión en esta historia. Hasta entonces, Sumar se había definido como un espacio de debate sobre soluciones para los problemas del país. Cuatro pilares orientaban el trabajo del grupo y ninguno de ellos tenía un tinte electoral. Eran pilares que buscaban crear espacios de diálogo, promover la dignidad y los derechos humanos, promover la cultura de transparencia y buscar mejoras en el funcionamiento del sistema electoral.
Pero las elecciones aparecieron en el horizonte y hubo llamados a impulsar un proyecto electoral, según explicaron tres fuentes, bajo el argumento de que la organización social debía tomar espacios de poder que normalmente están solo en manos de partidos políticos. “En Nicaragua pasó que descabezaron a los partidos y se acabó todo, así que aprendimos la lección y por eso esta vez la sociedad civil es la que está presentando cosas a los partidos porque así la sociedad se empodera”, dijo una de las fuentes.
Con esa idea, se llegó a la reunión en Guatemala entre Sumar y los partidos políticos. En aquella cita, tomaron una decisión histórica: los partidos cedieron a la sociedad civil el poder de definir la fórmula presidencial que luego los partidos impulsarían de manera conjunta. En esa reunión participaron Carlos García Saade, presidente de Arena; Andy Failer, presidente de Nuestro Tiempo; y otra persona de Vamos.
En Vamos, la diputada Claudia Ortiz, tenía perfil presidencial hasta que el partido anunció que no presentaría candidatura para ese cargo. Ortiz confirmó en una entrevista con El Faro, en septiembre de 2022, que estaba en marcha la construcción de una alianza para 2024, pero que descartaba ser candidata.
García Saade es abogado y milita en Arena desde hace casi dos décadas. Antes de ser el presidente del partido era asesor de la bancada legislativa. Después de la derrota presidencial contra Bukele, el Consejo Ejecutivo Nacional de entonces fue sustituido por uno que presidió Gustavo López Davidson (fallecido en circunstancias poco claras en julio de 2022). Ante la muerte de su presidente, quien asumió fue el segundo al mando, Erick Salguero, pero renunció en 2022, y así fue como llegó García Saade al puesto. El partido se encuentra en una situación financiera grave, dos de sus sedes han sido decomisadas por el Estado y Hacienda les debe tres millones de dólares de la deuda política, aunque también el partido tenía enormes deudas con acreedores, rondando los siete millones.
La dirección del FMLN no participó en ese encuentro de Guatemala, pero conforme fue pasando el tiempo los vasos comunicantes se abrieron y, a día de hoy, la Secretaría General del partido, a cargo de Óscar Ortiz, también está incluida en el pacto, de acuerdo a cuatro de las fuentes consultadas.
El pacto entre organizaciones de la sociedad civil también ha incluido otras expresiones de izquierda, como el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular. Están también agrupaciones como Resistencia Ciudadana que, al igual que Sumar, es uno de los nodos con mayor diversidad, pues en ella hay una mezcla entre políticos de izquierda, de derecha moderada y de derecha tradicional. Ahí participan, por ejemplo, Rubén Zamora, primer candidato presidencial del FMLN (1994) y exembajador ante Naciones Unidas, y también exdirigentes del FMLN como Eugenio Chicas, quien también fue Secretario de Comunicaciones del Gobierno. Pero también figuras conservadoras como Ronal Umaña, exdirigente del PDC y presidente del grupo llamado “Bloque de la Sociedad Civil”, y José Miguel Fortín Magaña, exdirector de Medicina Legal y presidente del Movimiento Libertad.
En entrevistas con El Faro, por separado, tanto Zamora, Fortín y Umaña confirmaron que todo el pacto entre las organizaciones civiles tendrá su fruto la presente semana, y que a partir de ahí se le presentará la propuesta a los partidos políticos para que adopten a los candidatos de inmediato. Una fuente partidaria que participa de la alianza explicó que estas personalidades son relevantes para todo el proyecto, pero que no están asumiendo el liderazgo porque “son conscientes de que ya le toca a otra generación”.
La alianza comenzó en espacios de encuentro entre varios miembros de la sociedad civil, que sostienen reuniones en la Universidad Centroamericana. Los avances se han ido consolidando sobre todo en los últimos seis meses. Una de las expresiones más visibles de estos encuentros fue la multitudinaria marcha que recorrió la capital en septiembre de 2021, en el marco del Día de Independencia. En la marcha estuvieron presentes dirigentes o exdirigentes de los partidos políticos, pero también feministas, medioambientalistas, estudiantes, médicos, asociaciones indígenas, abogados, familias particulares.
También hay algunos académicos que contribuyen con pensamiento e ideas a título personal.
La información sobre la alianza no se ha hecho pública de forma oficial por decisión expresa de sus miembros, pues intuyen que en el momento en que el proyecto se conozca comenzarán los ataques de sectores vinculados al oficialismo. Todas las fuentes consultadas hablaron de costos personales, familiares o institucionales que han sufrido en los últimos meses, y dijeron intuir que habrá más a partir de que se conozca el proyecto político.
La búsqueda de candidatos, sobre todo para la contienda presidencial, también se ha enfrentado al miedo. “No ha sido fácil, porque hay mucho miedo y casi nadie se atreve a participar porque saben que de inmediato comenzarán ataques serios en su contra, sobre todo, desde sectores afines a Bukele”, contó a El Faro un político que trabaja en la construcción de la alianza.
Hasta ahora, los partidos opositores han sugerido, sin mencionar la alianza, que la candidatura presidencial debería provenir de la sociedad civil y ser impulsada por un movimiento amplio e incluyente. No es la primera vez que Arena y el FMLN se sentarían para buscar entendimientos, pero sí sería la primera vez en la historia democrática del país en que ambos partidos estén dispuestos a respaldar una tercera vía electoral. Históricamente, desde las elecciones de 1994 hasta 2019, Arena y el Frente habían dominado el escenario electoral salvadoreño y eran los dos polos en torno a los cuales gravitaba la política.
El dilema Arena- FMLN
García Saade, presidente de Arena, confirmó a El Faro el 2 de mayo que han existido reuniones de su partido con otros institutos y con expresiones de izquierda, pero negó que hubiera acercamientos con el FMLN oficialmente. “Somos como agua y aceite”, dijo. Pero de inmediato agregó: “Lo importante es que el candidato surja de la sociedad civil y, si surge, nosotros estaríamos dispuestos a respaldarlo”. Todo indica que si Arena está dispuesta a hacer cuerpo con el FMLN es bajo una estricta alianza coyuntural para enfrentar a Bukele.
Desde el FMLN, las formas también las están cuidando. El 18 de mayo, el dirigente Rodrigo Cerritos, confirmó en una entrevista en el canal TVX que su partido estaba en busca de candidatos presidenciales que provinieran de sus filas de militantes. Pero hacia el final de la entrevista, Cerritos admitió que, una vez tengan su selección, buscarán a la sociedad civil para dialogar la posibilidad de mejorar la fórmula presidencial. “El FMLN va a presentar sus propias candidaturas y con ellas va a ir a un encuentro nacional para conversar. Si un sector de la sociedad civil nos plantea que tienen un mejor (candidato) veámoslo, platiquémoslo, porque este es el momento donde debemos apostarle a la unidad de la gente”, dijo Cerritos.
“En esta elección de 2024, ni el Frente debería llevar candidato presidencial, ni Arena. Este es el momento para construir una candidatura desde la sociedad civil que pueda ser coordinada, negociada, puesta en marcha en uno, dos, tres partidos pequeños y proyectar esa candidatura de la sociedad civil”, dijo Eugenio Chicas, exdirigente y militante del FMLN que se presentó a sí mismo como parte del directorio de de Resistencia Ciudadana, en una entrevista con El Faro el 22 de marzo.
Otra señal que refleja el compromiso del Frente con la alianza es la afirmación que hizo Vladimir Melara, uno de los voceros del Frente, en una entrevista con El Faro en abril de este año. Melara dijo que, para la Alcaldía de la capital, el FMLN está interesado en establecer una alianza con el actual concejal de Nuestro Tiempo en la ciudad, Héctor Silva Hernández. Sin embargo, aún no se ha terminado de definir la participación del FMLN en la alianza de Sumar por El Salvador. Si bien es un hecho que políticos como Chicas participan de estas reuniones, otros como Melara y Cerritos, ambos voceros oficiales del FMLN, dicen que aún hay debate interno.
El FMLN acordó en su convención nacional de 2022 que podría establecer alianzas electorales con Nuestro Tiempo y Vamos, pero no con Arena, ni con otros partidos de derecha ni con Nuevas Ideas.
Sin embargo, cuatro de las fuentes que hablaron con El Faro (dos de partidos y dos de sociedad civil) confirmaron que tanto Arena como el FMLN están articulando la alianza activamente. Parece lógico entonces que sea Nuestro Tiempo el partido elegido para inscribir a la candidatura única. Nuestro Tiempo compitió por primera vez en elecciones en 2021. Sus fundadores se separaron de Arena en 2017. Por el contrario, Vamos no convocó a internas para competir en las presidenciales.
La estrategia de Arena de respaldar una candidatura única no tiene precedentes. Desde su fundación como partido en 1981, el partido de derechas participó en todas las contiendas presidenciales y esta sería la primera elección para la cual no presentaría un candidato “pura sangre”.
A falta de menos de nueve meses, el que Arena no tenga definida su candidatura presidencial da otra señal. Es cierto que la Ley de Partidos Políticos prohíbe que se hagan campañas adelantadas, pero tradicionalmente todos los partidos dan a conocer a sus hijos predilectos en una especie de campaña informal adelantada. Esta vez, ni en Arena ni en el Frente lo han hecho.
Si bien el Frente ha mostrado que tiene precandidatos presidenciales como Manuel Flores, exdiputado, y Jaime Zavaleta, un militante oriundo de Sonsonate que también ha militado desde Estados Unidos, hay quienes consideran que eso no significa que terminarán inscribiendo una fórmula ante el TSE. Puede tratarse de una estrategia para levantar la moral en la militancia y no parecer débiles, dicen las fuentes. “Puede ser que a última hora decidan no presentar una fórmula presidencial”, dice una de las fuentes de sociedad civil que habló con El Faro. En todo caso, según las fuentes, de momento es un hecho que, aunque el FMLN o Arena lleguen a presentar un candidato, la alianza hará lo propio, contando con el respaldo de algunos miembros de esos partidos que opten por apoyar a Sumar.
Otra fuente reconoció que no agrada a muchos que el FMLN parezca interesado en conseguir su propia candidatura presidencial, pero explicó que eso es algo que están dispuestos a tolerar y aun así no excluir a miembros del FMLN, porque la alianza entiende tres cosas: sin el FMLN, sería una alianza de partidos de derecha; hay alcaldías que el FMLN parece que podría ganar (como Mejicanos o Panchimalco); y el FMLN tiene un “ejército de defensa del voto” en todo el país. 'Hay muchas formas en las que pueden sumar a la plataforma', dijo una de las fuentes partidarias.
*Fe de Errata: en la versión original de este texto se mencionaba al Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular como participante en la fase final de selección de los candidatos a presentar para la postulación presidencial de la alianza. Eso no ocurrió de esa forma. Si bien el Bloque hizo parte del proceso, lo abandonó antes de llegar a esa etapa.
**Fe de Errata: en la versión original de este texto se menciona que la diputada Claudia Ortiz, de Vamos, asistió a una reunión en Guatemala con delegados de la iniciativa Sumar y otros miembros de partidos políticos. Eso no ocurrió de esa forma ya que ella no asistió al evento y por prte de Vamos asisitó otra persona.